Elígeme A Mí - #PSICOLOGAS1

** Capítulo 9: Alejandro **

<< Alejandro >>

Los ojos, de un color chocolate, de una persona de extraña apariencia se detuvieron en mí.

No pude evitar fruncir mi ceño entre molesto y confuso ante aquella manera de mirarme.

- ¿Alex? - su voz suave y como pronunció mi nombre, supe que aquella ataviada persona era una mujer, pero sinceramente desconocía porque me conocía.

- ¡Déjate de tonterías, Julia! - la voz estruendosa y cabreada de Hugo rompió el momento y su avance hacía ella la hizo hacer una mueca - has estado horas sin mostrar señales de vida, y ahora vienes en plan tranquilo como si aquí no estuviéramos en un ataque de nervios...

- no, no ya veo que sí que tienes un ataque de nervios - suspiró la chica mientras se quitaba una gorra y su cabello, revuelto y amarronado caía sobre sus hombros - te dije que esto podía pasar.

- ya, pero si vienes aquí tan calmadamente, ¿no podías haberte puesto en contacto conmigo? - reiteró hecho una fiera, pero la chica no parecía inquietarse. Sonreí un tanto divertido, al recordar su personalidad tranquila y reconozco que me alegró verla.

- No pude - contestó quitándose la mascarilla que llevaba y dejó ver que su labio estaba dañado. Fijándome un poco más pude ver que en su cuello había ciertos arañazos y rojeces - Hugo, respira y dame espacio anda - le pidió mientras lo bordeaba e ignorándolo se acercó a Nuria - ¿cómo estás? - le preguntó y la aludida con una sonrisa le contestó. Me dio la sensación de que entre ambas había buena relación, lo cual me sorprendía un poco, ya que Julia no debía llevar demasiado por aquí, pues de Japón se fue hacía unos ocho meses más o menos - ¿y tú Alex, ¿qué haces aquí? - se acercó a mí con alegría.

- informándome de algunas cosas - le contesté antes de darle un abrazo - lo raro es verte aquí a ti - ella sonrió.

- sabes que soy itinerante - se río.

Julia era una compañera, no policía, pero si militar, que había conocido tiempo atrás en Japón. Ella estaba destinada allí y más o menos un año después de mi traslado, y aunque coincidimos un tiempo limitado, habíamos forjado una muy buena amistad, debido a que ambos cargábamos con unas pesadas maletas, que, junto a la soledad de un país extranjero, nos llevó a entendernos a unos niveles muy profundos.

Además, Julia tenía algo, que cuando la conocí, me hizo recordar a Nuria, aunque lo cierto es que ahora al verlas juntas el parecido me era mucho menor.

Ambas eran menudas, y tenían una altura muy parecida, pero sus estilos eran diferentes, la tonalidad de sus cabellos, de sus ojos también, aunque sus sonrisas aniñadas sí que eran un tanto parecidas. Supongo que aquello me hizo apoyarme demasiado en Julia y eso la hacía la única mujer en la que me había apoyado tras mi ruptura con Nuria. Si que es cierto que entre nosotros no ocurrió nada, a parte de un beso en un momento de debilidad, ya que ambos, cada uno por sus heridas previas, supo detenerse. Aun sí debía ser honesto, y decir que Julia era una muchacha encantadora, un tanto irritante en ocasiones, un tanto tímida en otras, pero como compañera, como amiga y como mujer era un verdadero tesoro. Por eso, aunque solo habíamos coincidido algo más de un año, era una de las personas que tenía mi plena confianza y reconozco que me alegraba verla por allí, y me alegraba que fuera parte de aquella investigación, porque al menos sabia que con ella tenía una aliada.

- Soy Julia Muñoz - se presentó a Bruno y a Luz, bajo la mirada enojada de Hugo, que seguía expectante ante alguna explicación por parte de la chica - veo que no soy la única magullada. Espero que no fuera muy grave - musitó ante Luz, la cual le contestó con una pequeña explicación, y le deseo lo mismo a ella, ya que las heridas que parecía presentar hacían intuir que también había estado envuelta en algo turbio.