—¿Homer? ¿Qué pasa? — dijo Ada acercándose a mirar mi teléfono. Lo aparté de mis manos y me paré sintiendo la furia subiendo más y más.
—¿Lo besaste? — ella iba a responder pero continué —¿Lo conoces de un día y ya lo besaste? — me miró ofendida.
—¿De qué hablas? — dijo tranquila. Tomé mi teléfono y le indiqué la foto.
—No te hagas la loca, Ada, ¿Te gusta Mason? — ella rió y eso me molestó aún más.
—No seas ridículo, te lo dije antes y te lo diré ahora: Si me gusta él o no, no es tu problema. Y si lo besé, no tendría que molestarte en absoluto — respiré profundo tratando de pensar que ella tenía razón.
—No puedo creer que lo besaras.
—No lo..
—Creo que deberías irte — abrió los ojos con sorpresa y de repente frunció el ceño.
—¿Es en serio? — asentí mirando a otro lado para evitar sus estúpidos ojos. — De acuerdo, eres un completo imbécil — salió por la puerta enojada y cuando oí un ruido abajo, supe que se había ido. Me tiré en la cama.
Heché un vistazo al reloj y eran las 7, encontraría un taxi ahí afuera.
Deberías ir a dejarla
No, que se lo pida a Mason.
Mierda, Homer, ¿Por qué actúas de esta forma?
Tengo la respuesta
No quería que Mase se sintiera atraído por ella porque él tiene ojos para una sola chica y esa no es Ada.Me froté el rostro con las manos y suspiré con resignación. Mañana sería un día muy largo.
Ada.
Idiota. Estúpido. Esas dos palabras eran lo que describía a Homer Witmore. ¿Qué es lo que tenía en la cabeza? Nada, seguramente.
Caminé rogando al cielo que no llueva, me faltaban algunas cuadras para llegar a mi casa, pues ningún bendito taxi pasaba por la calle justo hoy.
Para empeorar mi suerte, gotas de lluvia empezaron a caer sin control sobre mí. Corrí buscando un lugar donde refugiarme hasta que dejara de llover un poco. Y encontré una pared a la que no le caían tantas gotas. Una vez ahí, me abracé a mí misma en busca de calor, debí haber traído un abrigo, esto fue una pésima idea desde un principio.Mi mirada cayó sobre dos sombras que venían en mi dirección. Parecían ser dos hombres. No iba a quedarme parada, he leído suficientes libros como para saber que pueden ser ladrones o violadores. Corrí hasta perderlos de vista y no paré. Algunas veces caminaba un poco por el cansancio.
Después de media hora por fin localicé mi casa.
Entré silenciosamente, y cuando me aseguré de que mis padres no estaban, subí a mi cuarto dejando charcos pequeños de agua a mi paso. Tomé una ducha rápida y bajé a limpiar del desastre que había ocasionado.Cuando dieron las nueve, caí rendida.
***
Caminé hacia la entrada del colegio, y alcé la vista para encontrarme a Homer y Carly muy juntos cerca de mi casillero. Sentí mi corazón apretarse un poco pero traté de ignorar esa sensación. Seguí y no me detuve, mis ojos se encontraron con los de él y mostró una pequeña sonrisa, se acercó y besó a Carly como si estuviera en un desierto y ella fuera agua, bajé la mirada y caminé más rápido, no fui a mi casillero, al diablo las clases. ¿Por qué me dolía tanto?Escuché a Mason llamarme pero no lo esperé. Salí al patio y me senté bajo un árbol que era mi fiel compañero al momento de leer en tiempo libre, esta vez, sería mi único confidente.
—Chica, te ves terrible — me dijo Mason mientras yo acomodaba mi gorro. Si, me dió un resfriado de la noche a la mañana.
—Gracias — suspiró y se sentó a mi lado.
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A falta de amor
RomanceAda es torpe, pero a la vez la más brillante de su salón, tiene la capacidad de llegar a ser un completo dolor de cabeza, y nunca ha besado a un chico. Homer es apuesto, inteligente, y con un futuro prometedor. Su nombre es sinónimo de suspiros, y s...