Capítulo 12 Especial ♡

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Mason.

Llegó la hora de contar mi historia.

Mi nombre es Mason, muchos ya me conocen y cabe recalcar que mi impresionante habilidad para atraer chicas, me hace un tanto más especial que el resto de hombres en este instituto, ¿o me estoy equivocando?

Mi mejor amigo, es el ya nombrado, Homer Witmore. Ha estado conmigo desde que tengo memoria y no me ha soltado las veces en que he pensando ya no seguir.
En cuanto a mi vida familiar, no es algo fácil de contar, pero como la vida está llena de imprevistos, me gusta pensar que es nuestro deber transformar la tristeza en algo pasajero y sacar a relucir en lo que uno se convierte después de la tormenta, mostrar el lado bonito que se oculta tras las nubes. Mi padre murió hace años y ahora cuido a mi madre que es una de las razones por las cuales sigo viviendo. Esa mujer me dió la vida y yo daré la mía por ella si es necesario.

Ahora llegó el momento de hablar sobre mi nueva amiga Ada....
Ada Nichols, se ha convertido en algo así como una hermana menor para mí. Convivimos demasiado últimamente y he llegado a apreciarla más de lo que alguna vez lo había hecho con alguna mujer, al final la vida es eso, gastar los minutos rodeado de gente que te haga pensar diferente y te llene de buenos momentos.

No voy a negar que al principio me gustaba un poco, pero eso fue los primeros días, luego me di cuenta que al estar con ella se sentía un ambiente familiar y cómodo, no sólo eso, también pude deducir que ella y Homer eran el uno para el otro. Esos dos están totalmente enamorados aunque no lo admitan.

La otra noche, después de la fiesta, me sentí un total estúpido por haber interrumpido lo que iba a ser algo así como su primer beso. Homer me había engañado diciendo que Blair Martin llegó a la fiesta con sus amigas.

Blair... Oh, Blair. Esa chica me volvía loco. Si mal no recuerdo, he estado enamorado de ella desde hace casi cuatro años. Es totalmente opuesta a mi. Ella es dulce, blanca como la nieve, huele a flores y nunca, pero nunca, ha caído en mis encantos. Tengo que aclarar, que aún no me he rendido. Verla con sus anteojos y frunciendo el ceño mientras lee algo que no entiende, me lleva a imaginar la hermosa vida que tendríamos si algún día llega a ser mi esposa. De acuerdo, tal vez no a ese punto de obsesión, pero no me avergonzaba decir que era perfecta para mi. ¿Por qué? Porque los opuestos se atraen y definitivamente ella es lo que nunca esperé y lo que creo que no merezco, pero soy egoísta.

En fin, dejaré mi historia de amor para otro día.

Hoy es Lunes, odio los Lunes. Me encontré con Ada en el centro comercial para hacer algunas compras y luego ir a mi casa a cenar. Homer estaría en su casa estudiando para un exámen de ingreso a la universidad, no quiso acompañarnos.

—¿Qué pasó en el auto después de la fiesta? — le pregunté mientras manejaba.

—No hablamos — dijo mirando por la ventana.

—Ya se le pasará, sólo no sabe cómo reaccionar — exclamé.

—Si tú lo dices.... — Se armó un silencio cómodo hasta que llegamos a mi casa.

Entramos y Ada miró todo detenidamente, me dió una sonrisa amistosa y abrí la puerta.

—¡Mamá, ya llegamos! — grité mientras dejaba las bolsas del supermercado en la mesa.

—¡Mason, Ada! Bienvenidos — mi mamá abrazó a Ada con entusiasmo y ella hizo lo mismo, como si se conocieran de toda la vida. Parecía que se iban a llevar bien.

—Hola señora Jones, es un gusto conocerla — dijo con una sonrisa.

—El gusto es mío, querida, Mase me habló sobre ti — empecé a desempacar y las dejé un rato hablando solas.

A falta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora