Capítulo 19

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Ada.

—¡Feliz noche buena! — gritó Homer cuando abrí la puerta de mi casa.

—Feliz noche buena — respondí con una sonrisa en mi rostro.

Entró con sus manos llenas de bolsas de regalo mientras me daba un beso corto en los labios.

—¿Dónde están tus padres? — preguntó mirando por todos lados.

—Salieron a comprar algo que sirva como un postre ya que se quemó la tarta del inicio — me encogí de hombros y él asintió sacudiendo un poco de agua de su cabello. Al parecer, acababa de darse un baño.

—Casi lo olvido — se acercó a mí y me dió un abrazo que me dejó sin aire — Luces hermosa esta noche, cariño — sonreí aún más.

Me había puesto un vestido verde militar sencillo con tres cuartos de manga y unos botines negros con tacón.

—Tu tampoco estás nada mal — dije observando su atuendo. Llevaba puesto unos jeans negros junto a una camiseta azul eléctrico.

—Yo sé que te encanto — guiñó un ojo y continuó hablando — Mis padres se disculpan otra vez por no poder venir. No pudieron cambiar sus turnos de trabajo para esta noche — apreté su mano dándole ánimos. Los padres de Homer trabajaban en un hospital con horarios que coincidían.

—No te preocupes por eso, mañana todo será distinto — mostró una sonrisa de lado y asintió.

—¡Hija! Ya volvimos — gritó mamá desde la puerta. Homer se separó un poco de mí y tomó una funda de regalo un poco larga y delgada.

—Señor y señora Nichols, les agradezco mucho por la invitación. Por favor acepten este pequeño presente — mis padres sonrieron con aprobación y tomaron lo que supuse era una botella de vino en sus manos.

—Oh, lindo, no tenías que molestarte. Muchas gracias — ambos se dirigieron a la cocina y fue mi turno de hablar.

—Eres el novio que toda madre quiere para su hija — se enderezó y puso una mano en su corazón.

—Y padre, no olvides que tu padre que también me quiere — le dí un pequeño golpe en el brazo y nos sentamos en el sillón a esperar la cena.

—Que pena que Mase no pudo venir — dijo sacándome de mis pensamientos.

—Lo sé — hice una mueca — lo bueno es que mañana estaremos todos — asintió con una pequeña sonrisa.

—¿Ya sabes lo que seguirás en la universidad? — cuestionó mirándome cambiando totalmente de tema.

—Sé que ya no tengo tiempo, pero la verdad es que no tengo nada claro aún — mi corazón decía que tenía que seguir algo con ciencia, pero mi mente no decía nada todavía — ¿Y tú? Nunca habíamos hablado sobre esto.

—Tienes razón, pero creo que me inclinaré por medicina — alcé las cejas sorprendida ante esa respuesta.

—Nunca te había imaginado como doctor — se puso derecho y recorrió su abdomen con sus manos.

—Sé que se te cae la baba al imaginarme en uniforme — rodé los ojos con exasperación.

—¿Por qué quieres seguir medicina? — le pregunté.

—¿Por qué crees que voy a seguirla? — respondió con otra pregunta.

—Bueno...— divagué — la mayoría de chicos en clase quieren esa carrera porque mencionan que ganan mucho dinero o cosas así — me encogí de hombros y él me dió la razón.

A falta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora