CAPÍTULO 22

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—Estoy dándole vueltas a un tema que me confunde

Suelto de golpe dándome una bofetada a mi misma. Si los dos ponemos de nuestra parte todo esto se arreglará.

—Que pasa

Sé medio gira para mirarme mejor pero yo me mantengo fija en el agua de la piscina y la gente ajena a todo en su mundo de fantasía

—¿Por qué no me has besado todavía?

Se le escapa una risa pero yo sigo bastante preocupada y cuando se baja un poco las gafas para mirarme a los ojos intento no derretirme ante su efecto

—No quiero que te sientas incómoda o creas cosas que no son, prefiero que arreglemos antes todo.

Me quedo callada analizando las cosas y tira de mi brazo para acercarme más a su lado y me rodea con un brazo la cintura

—No significa que no tenga ganas de besarte

—Imagina que un día nos cansamos de besarnos y ya no sentimos lo mismo

Me acomodo mejor contra él y aunque haya un hilo musical de fondo solo nos escucho a nosotros, tener estas conversaciones me vienen bien, me siento orgullosa de haberle dicho lo que pienso y como me sentía.

—Ahora mismo apostaría mis dos manos a que nunca en mi vida voy a cansarme de besarte

Intento ocultar mi sonrisa tonta pero sé que logra verla al igual que yo la suya

—No le des tantas vueltas a las cosas negativas ¿Por qué no pensamos en la puta pasada de viaje que nos espera?

—No me creo todavía que vayamos a pasar dos semanas aquí. No sé ni siquiera como te voy a agradecer esto

Me giro apoyando los codos con la hamaca y con la otra mano me apoyo en su pecho así que no le resulta difícil verme la cara y una de sus manos viaja hasta un mechón de pelo que se interpone en el camino.

—No tienes nada que agradecer, ya sabes que lo hago por gusto, nena

Me he quitado un peso muy grande de encima aunque el tema no esté solucionado del todo dejo de darle vueltas y me concentro en nosotros

—¿Quieres que nos bañemos?

—¿Te apetece?

Asiento y se levanta primero dejando las gafas de sol y mientras se retira el pelo de la cara le observo con bastante atención, no creo que haya un chico más atractivo que él en toda la jodida isla.

—Cuando hayas dejado de fantasear conmigo si quieres te vas levantando

Me guiña un ojo y los ruedo mientras vamos hacia una rampa por dónde se entra a la piscina. En cuanto noto lo fría que está tomo la rápida decisión de sentarme en el bordillo primero remojando la piernas y ya poco a poco me meteré en el agua. Aprovecho para también tomar un poco el sol mientras él bucea como un animal marino.

—Bañate un rato conmigo

Suspiro indecisa por qué en algún momento tendré que entrar

—Es que está fría

Se acerca hasta donde estoy yo y miedo me da lo que vaya a hacer. Coloca sus manos sobre mis muslos y el contraste del agua contra el calor de mi piel es gratificante así que no lo dudo más y me recojo el pelo en un moño.

Me dejo caer poco a poco en la piscina intentando no mojarme el pelo y me recibe enseguida entre sus brazos, está igual de calentito aunque éste en una piscina.

Aléjate de mi 2 [ACABADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora