El vestido de Madison ya no era solamente rojo pasión, llevaba gotas de sangre que se extendían desde sus labios hasta caer por su cuello y pecho, llegando así a su vestido.
Había matado a diez personas durante toda la noche, llevándose por el enojo que había cegado su juicio, ellos no merecían haber muerto de una forma tan brutal e injusta, pero ella nunca fue amable, mucho menos con su presa.
Su corazón roto siempre hacía que no use la pequeña humanidad que aún habitaba en alguna parte de su corazón pero poco a poco se volvía débil haciendo que su lado animal empiece a dominarla.
Ser vampiro había intensificado todo, hasta el dolor de un corazón partido, de un amor no correspondido. De tener la certeza de que el amor de tu vida no iba a pasar el resto de su vida junto a tí, sino, con alguien más que había logrado robar su corazón. Esa era su realidad, su triste verdad.
Arrojó el cuerpo con el montón para luego llenarlos de querosene y con un encendedor prender los mismos haciendo que las llamas los consuman, consiguiendo una fogata que posiblemente llamaría la atención de aquellos lobos que rondaban por el bosque, pero sinceramente, no le importaba. Le había rogado a Klaus que la dejase sola, para asimilar todo lo que había pasado en tan solo unos minutos y él se fue, dándole su espacio, sin saber que ella sacaría su lado animal y mataría a muchas personas.
Pasó su mano por su boca y comenzó a alejarse del lugar, dirigiéndose hacia la mansión Mikaelson, necesitaba una muy larga y relajante ducha. A gran velocidad apareció frente a las puertas de la casa, escuchó el ruido proveniente de allí y tras soltar un suspiro entró encontrándose a toda la familia allí, junto a Marcel y hasta a Davina.
─¡¿Dónde estabas, Madison?! ─exclamó una Rebekah completamente furiosa, se detuvo al ver su ropa llena de sangre y al mismo tiempo en el que ella sonreía.
─Estuve conociendo a algunas personas.
─¿Y te las comiste?
─Puede ser.
Klaus apareció frente a ella para tomarla de los hombros y examinar su rostro, ella arqueó una ceja para luego reír al ver la mirada penetrante que mantenía sobre ella; la incomodaba, sin dudas, pero no parecía importarle demasiado.
─Iré a darme una ducha.
─Tenemos que realizar ese hechizo hoy mismo, Mad. ─Freya había hablado y la morena asintió mientras subía las escaleras, al entrar a su habitación, se aseguró de poner la llave para impedir que entren.
Se quitó el vestido quedando solamente con su diminuta braga y así caminó a la puerta de su ducha, dejó correr al agua hasta abrirla mientras tomaba su celular para poder poner una canción; homesick ─ sleeping at last. Al ver la bañera más que llena, ingreso a la misma y allí se quedó por varios minutos.
Disfrutó de la melodía de aquella lenta canción que perforó su corazón de lo preciosa que era. « Si el amor es elástico, entonces, ¿nacimos para probar su alcance? »
Un suspiro se escapó de sus labios antes de llevar agua hacia su rostro, el mismo no tardó de cambiar de color, el color rojizo tapó la claridad del agua haciendo que la morena suelte un suspiro, sus brazos aún tenían sangre por lo que tomó el jabón blanco con aroma a flores y lo pasó para ver el agua cambiar de color nuevamente, cada vez más fuerte de aquel rojo.
Sus manos se dirigieron a su cabeza que le colocó el shampoo para después poner el acondicionador haciendo que luego fuese más fácil peinarlo. Una vez se sintió más que limpia, tomó una toalla blanca para su cabello y otra que rodó su cuerpo delgado. Se observó a través del espejo y se sintió horrible al ver su reflejo, parecía decaída, deprimida.
No podía demostrar aquello. Debía hacer que todos sientan que estaba bien.
Se colocó su ropa interior para luego tomar un enterizo negro corto y con una pequeña abertura triangular en su abdomen, que permitía que se viese su ombligo. En sus pies tomó unos zapatos bota hasta arriba de su tobillo, con un tacón fino cuadrado; los amaba. Y por último dejó sobre la cama una chaqueta de cuero color vino.
Quitó la toalla de su cabello para poder peinarlo y lo dejó mojado, después se acomodaría solo, siendo aún lacio. Usó labial bordo para sus labios, máscara de pestañas y por último, corrector debajo de sus ojos para tapar las ojeras, se observó en el espejo y sonrió, convencida de que aquella imagen haría que todos crean que nada malo ocurría dentro suyo. Aunque la verdad es que las emociones se movían sin control.
Tras haberse puesto la chaqueta salió de la habitación y bajó las escaleras observando a todos allí, rodó sus ojos al ver que Marcel aún estaba con ellos, ¿qué esperaba para irse? Fue lo primero que pasó por su cabeza todos voltearon a verla y Rebekah sonrió al ver como vestía.
─Estás hermosa.
─Lo sé. ─habló sonriendo y ella rió
─Sé que no me debes ninguna explicación, Madison. ─Davina estaba hablándole con una pequeña mueca, sus manos parecían temblar por lo intimidada que se sentía ante su presencia─. Pero quiero entender cómo es que un vampiro también es una bruja, pensé que era imposible.
─Lo es. ─dijo simplemente mientras se situaba frente a Freya y acomodaba algún que otro artefacto que utilizaría para el hechizo─. Pero me maldijeron. Era una vampiro. Hasta que en 1991 maté a una familia de brujos, dejé a la mujer viva y bueno, ella no se lo tomó muy bien, así que, prometió vengarse por ellos. Cuando salía de Manchester, la bruja apareció frente a mi, recitando algún hechizo, no comprendí que había pasado, no me había causado ningún dolor; hasta que semanas después me encontré a otra bruja y me dijo que tenía un gran poder. Le comenté sobre las palabras que la viuda usó contra mí y ella me dijo que trataba de una maldición irrompible, me hacía uno de los seres más peligrosos del mundo. Por lo que para mí no fue una maldición, ser bruja me ayudó a matar a miles de personas con chasquear mis dedos. ─Klaus sonreía ante la historia mientras que el resto la veía con su ceño fruncido, ella arqueó una de sus cejas─. No vengan con esas miradas prejuiciosas hermanos Mikaelson, recuerden que yo estuve en sus momentos oscuros.
─Eso es completamente cierto. ─dijo Elijah sonriendole a medias, Davina continuaba viéndola con su ceño fruncido.
─¿Quieres decir que serás así toda la eternidad?
─Planeaba clavarme una estaca y dormir al menos por un tiempo. ─le dijo sin mirarla, todos quedaron en silencio observándola esperando a que diga que es una muy mala broma─. Hasta yo me canso de vivir tanto. Después de un tiempo, se torna aburrido.
─¿Ósea que quieres morir? ─ella asintió ante la pregunta de la minibruja.
─Así es. Hace unos años estuve intentando buscar una manera de matarme pero nada funcionaba, ni siquiera una estaca de roble blanco, tampoco una estaca de madera. Era imposible conseguirlo. ─suspiró tomando una navaja y cortando su muñeca para ver cómo la sangre caía─. Hasta que finalmente encontré a alguien que sabía que podía matarme.
─¿A quién?
─Mikael. ─levantó su mirada para verlos─. Su padre.
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¿maratón?
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OLD LOVE ▬▬▬ kol mikaelson.
ФанфикY de repente te había olvidado. Ya no recordaba tu aroma. Ya no recordaba tus besos. Ya no recordaba el sonido de tu voz. Ya no me dolías. Ya no me desvelabas. Ya no me atormentabas. Ya eras pasado: ya te había olvidado. Hasta que un día como cualqu...