Y de repente te había olvidado.
Ya no recordaba tu aroma.
Ya no recordaba tus besos.
Ya no recordaba el sonido de tu voz.
Ya no me dolías.
Ya no me desvelabas.
Ya no me atormentabas.
Ya eras pasado: ya te había olvidado.
Hasta que un día como cualqu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Madison.
Hoy, después de la fiesta que dimos anoche, estaba demasiado rara, sin ánimos de nada. Sin embargo, Nik tenía otro plan para mí y requería, pelear entre nosotros para según él: mantenernos en forma.
No me vestiría con ropa deportiva, tomé un top negro que llegaba por debajo de mi ombligo permitiendo que una parte de mi piel se vea, un jean negro ajustado y un par de botas pequeñas con tacón.
Nik estaba acompañado por toda la familia, supuse que se irían hasta que noté como iban vestidos -a excepción de Bekah-, todos llevaban ropa deportiva. Reí mientras bajaba las escaleras, llamándoles la atención.
─Buenos días. ─dije, sonriendoles a media. Éstos también sonrieron mientras veían que ella vestía al igual que Rebekah.
─¿Por qué estás vestida así? Tenemos que entrenar, Madie. ─rodé mis ojos viendo al híbrido y pasé un brazo por sus hombros.
─Sí vamos a pelear contra alguien, voy a verme genial haciéndolo.
Davina entró a la sala viéndonos a todos, sus ojos se posaron sobre el castaño y sin dudarlo, se acercó a besarlo cortamente. Rodé mis ojos sin poder evitarlo mientras oía la risa ronca de Klaus.
─Vamos Nik, quiero patear tú peludo trasero.
Él volvió a reírse mientras caminábamos hacia el centro de la casa, giré a verlo con una muy simpática sonrisa. Durante los años que estuve lejos, me mantuve en forma todo el tiempo, entrenando con distintos grupos que me enseñaron el "arte" del combate.
Me considero excelente al momento de la pelea pero cumpliría el capricho de Klaus.
Él se aventó haciéndose predecible, rápido lo tomé del cuello haciéndolo estrellar contra el suelo, aquello provocó la risa de Hayley. Él sonrió y me puso la traba por lo que caí a su lado, se subió encima mío e intentó inmovilizarme pero golpeé su parte masculina y lo agarré del cuello con fuerza, aún se mantenía de rodillas por lo que reí soltandolo.
─Madison 1, Niklaus 0. ─él gruñó, era más que claro que odiaba perder, incluso en un entrenamiento común como éste. Volvió a atacarme, esta vez con más fuerza y rapidez.
Me tomó del cuello elevandome en el aire, golpeé su estómago con mi pierna y se alejó por la falta de aire, se recuperó para atacar pero volví a patearlo, enviándolo contra la puerta principal.
─¿Me vi fabulosa? ─le pregunté con una sonrisa a Rebekah, ella rió y asintió.
─Te viste increíble, Mad.
─Debo admitir que esperaba que le patearas el trasero a mi hermano, Madison. ─Elijah me volvió a hacer reír mientras veía a Klaus aparecer sonriendo.
