Kol observó los ojos de Madison, ella le sonrió a medias antes de hacer un gesto con sus ojos, indicándole que levante su mirada.
─Es una noche preciosa, Kol. Aprecia la maravillosa vista. ─él no despegó sus ojos de ella ni un segundo.
─Eso hago.
La sonrisa de Madison se agrandó, negó ligeramente. Él no podía estar diciéndole todo eso cuando tenía una novia que lo esperaba en su casa.
Él debía estar con ella. No allí, haciéndole compañía. Ya sabía que la amaba, y él sabía que ella también lo hacía.
Pero estaba comprometido. Se casaría en menos de dos semanas, porque Davina lo quería así. Cerró sus ojos por un segundo y los volvió a abrir.
─Kol, creo que debes irte.
─¿De qué hablas?
─Ve con Davina. ─él la miró por un segundo pero no sé movió, se quedó allí, pensativo. Su silencio lograba hacer que los nervios de Madison incrementen.
─Escúchame. ─dijo él, llamando su atención─ Jamás desde que te conocí, pensé que podría querer a alguien que no fueras tú. ─sus palabras, habían sido flechas filosas hacia el pobre corazón de ella─ Y te amo más que a nadie, más que a nada. Pero no puedo lastimar a Davina, ella es importante y sí, la amo también. Lo suficiente como para renunciar a lo que siento por tí. ─Madison intentó no soltar las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos─ Siempre serás el amor de mi vida.
Y se fue de allí. Dejándola rota.
Madison soltó un suspiro mientras volvía a poner su mirada sobre el cielo estrellado.
Superar lo nuestro es realmente la cosa más triste que le ha pasado al amor en toda su vida.
Secó las lágrimas que cayeron por sus mejillas y decidió que era momento de alejarse, de tomar sus cosas e irse. Ya cumplió con lo que debía hacer, su tiempo allí había expirado más rápido que el amor que tenía hacia Kol.
Se sentía débil, sus recuerdos iban hacia su pasado, en donde era feliz con él.
*
Kol tomó su mano y la entrelazó, para luego ver como ella sonreía, haciéndolo sentir el inmortal más feliz del mundo.
Estaban recostados en el campo, viendo hacia el cielo, admirando las estrellas. Pero él, aún cuando existía una galaxia preciosa, no podía despegar sus ojos de ella, porque para él, no existía universo más precioso que ella.
Para Kol, ella era la constelación que hacía brillar todo su universo.
Ella volteó a verlo, en el momento en que él sonreía, unió sus labios en un beso lento y pasional, poco a poco, ella terminó sobre el castaño, pero nada iría más de eso, de besos románticos y caricias que prendían fuego su piel.
─Eres preciosa. ─ella sonrió volviendo a besar sus labios, al separarse, se sentó a un lado suyo, y él hizo lo mismo, tomando una de sus manos para dejar un beso allí.
─Te amo, Kol. ─esas dos palabras habían logrado mover cada partícula del corazón de su amado, él no podía ser más feliz que en ese instante y entonces se imaginó lo horrible que sería pasar una eternidad sin ella, ese pensamiento le dolió.
─Te amo, Madison. ─ella buscó sus labios una vez más, para que al separarse, unieran sus frentes con sus ojos cerrados─ Siempre y para siempre, preciosa.
*
Otra lágrima se deslizó por su mejilla, un suspiro salió de sus labios y giró con la intención de irse, pero allí se encontró a Kol Mikaelson, viéndola con dolor y amor.
Ella iba a preguntar qué hacía allí pero entonces él la besó.
Con fuerza, con necesidad, con pasión y con sobre todo... amor.
Esa noche sus cuerpos se unieron siendo uno solo, las estrellas y la luna fueron testigos de su amor.
Aún cuando parecían que no iban a poder estar juntos.
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OLD LOVE ▬▬▬ kol mikaelson.
FanfictionY de repente te había olvidado. Ya no recordaba tu aroma. Ya no recordaba tus besos. Ya no recordaba el sonido de tu voz. Ya no me dolías. Ya no me desvelabas. Ya no me atormentabas. Ya eras pasado: ya te había olvidado. Hasta que un día como cualqu...