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Había pasado demasiado tiempo de la última vez que observó los ojos de Kol, aunque aún el recuerdo seguía latente, haciendo que su corazón sienta todo lo mismo, un amor extremadamente fuerte.











Llegar a Nueva Orleans no había estado en sus planes pero Rebekah había expresado sutilmente que necesitaba su ayuda; ella no podía negarse a prestarle sus servicios a quienes siempre consideró una familia.









50 años habían pasado. Desde que huyó. Desde que dejó el corazón de Kol hecho trizas, él jamás supo la verdadera razón que había conseguido hacerla alejarse, huir y no aparecer en un mapa nunca más. Nadie lo sabía.








Era momento de decírselo.










Madison estuvo siempre al tanto de la relación que mantenían, de las peleas constantes entre ellos ─lo cuál era muy típico de éstos─. Sus pies se situaron sobre la sagrada tierra de aquella mítica ciudad de lo sobrenatural. Observó cada hogar, cada luz, cada pequeño detalle; no había olvidado para nada aquella ciudad. Allí había conocido en primer lugar a Kol, antes de que se viera obligada a correr por su vida.













A lo lejos divisó a una chica castaña, llevaba un vestido blanco con pequeñas flores rojas en él, tenía una sonrisa en su rostro y aún desde la distancia, podía observar un destello especial en sus ojos, aquel destello que muchas veces se aparecía cuando eras feliz y estabas enamorada.











Junto a ella apareció un chico. Uno muy reconocido. Su corazón sintió llorar en ese instante, estaba besándola y aún así podía reconocerlo, reconocer su aroma, su ritmo cardíaco. Era él, no había duda alguna.











A pasos lentos y decididos se acercó a la feliz pareja, debatiéndose porque hacía aquello pero era básicamente como si sus pies caminarán por si solos, queriendo verlos más de cerca. Carraspeó haciéndolos voltear y el quedó estático en su lugar, al mismo tiempo en el que ella sonreía sin más, fingiendo que era feliz, hizo aparecer una sonrisa egocéntrica y fría, aquella que Klaus le enseñó a usar muchas veces.












─Lamento molestar su momento pero estoy buscando la casa de los Mikaelson. ¿Podrías ayudar a una vieja amiga, Kol?















Parecía no reaccionar, al oír la voz de su antigua amada, su corazón saltó de su lugar, su estómago se removió sin más, todo lo que pensó había sepultado había vuelto a hacer una revolución.










Madison seguía sonriendo mientras que Davina la veía expectante, intentó por un segundo tener paciencia pero su pareja no reaccionaba, estaba inmóvil.











─¿Madison?











Fue lo único que salió de sus labios. Para Madison, oír su nombre nuevamente de aquellos labios tan deseables, se sintió como probar éxtasis.







Fue su perdición. Él lo era.



















soundtrack:

i. hold on ─ chord orvestreet.

ii. run to you ─ lea michele

iii. dynasty ─ miia.

iv. elastic heart ─ sia.

v. adn ─ little mix.

vi. colors ─ zedd ft. kesha

vii. boys like you ─ anna clendening.

viii. something's gotta give ─ camila cabello.

ix. so cold ─ ben cloks.

x. already gone ─ sleeping at last.

xi. perfect ─ selena gomez.








•••

mi primer fanfic sobre los originales; la historia será corta aunque aún no lo decido muy bien.

nada de lo que ocurre en la serie pasará aquí, por lo que, todas las líneas me pertenecen.

espero que disfruten de la novela. 💗

OLD LOVE  ▬▬▬ kol mikaelson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora