Capítulo Especial: La sinfonía imperfecta (Parte 1)

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Este capítulo va de la historia de Minhyuk, Wonho y Hyungwon, no influye mayormente con la trama principal.

HOSEOK

La tía Yeonji era toda la familia que poseía. Ella era la única persona que me apoyó luego de que todos se enteraran de mi gusto por los chicos incluyendo mis padres. Cuando ellos se enteraron me echaron a la calle y ella me recibió sin juzgarme en lo más mínimo y por eso le debía mucho.

Antes de que se desataran los problemas me encontraba asistiendo a una escuela de música en Seúl, lugar en el cual me estaba especializando en el instrumento que más amaba desde que tenía memoria: el violín. Sin embargo, desde el momento en que perdí el apoyo de mis padres también perdí la manera segura que tenía para pagar la mensualidad de aquella academia.

Fue difícil ir y renunciar a la escuela, pero no tenía otra alternativa en ese momento, no había forma de que la costeara por mi cuenta. De todas formas, el dolor de aquella renuncia no fue nada comparado a lo que significó despedirme de mi compañero de años enamorándome de la música. Tuve que vender mi violín porque fue la única manera en la que pude cancelar mi deuda pendiente en la academia o de lo contrario tendría serios problemas legales.

También comencé a trabajar, pues tampoco podía pretender vivir bajo el techo de la tía Yeonji sin aportar en nada, aprovechándome de su buena voluntad.

Tuve que renunciar a mis sueños.

No quise pensar que iba a ser un para siempre, solo lo pensé como una pausa en el camino. Quería verlo de una manera optimista a pesar de que todo pareciera estar en mi contra.

Conseguí trabajo vendiendo en una tienda, sin embargo, no fue más de algunos meses que permanecí allí puesto que a la tía Yeonji la transfirieron a Goyang por su trabajo. No era demasiado lejos de Seúl, pero de seguro no sería lo mejor gastarme todo el sueldo en transporte, así que solo me fui con ella.

Ciertamente Goyang era una ciudad increíble con muchos lugares hermosos, pero eso no era suficiente para mi ánimo, realmente estaba deprimido. Cada día que pasaba lejos de la música me apagaba un poco más, pero no me quedaba más que resignarme a la situación.

Rápidamente caí en una tediosa rutina. Luego de que mis turnos en la cafetería acababan regresaba a casa derrotado. Me limitaba a dejar cena preparada para mi tía y luego me encerraba en el cuarto a dormir. Muchas noches me dormí mientras lloraba abrazado a mis piernas. Aunque no lo demostrara demasiado me dolía profundamente que mis propios padres me hayan dado la espalda y además de que a raíz de la situación a la que me enfrentaba estaba alejado de mi mayor pasión en la vida.

Si me concentraba lo suficiente aún podía escuchar las melodías que salían de mi violín, las que más amaba repetir y de pronto sumido en ese pensamiento mis propios dedos comenzaban a bailar en el aire, olvidándose por completo de que el peso extra sobre mi hombro y los sonidos que se reproducían en mi mente solo eran producto de mi imaginación, de un anhelo, de la melancolía de aquello que tanto extrañaba.

Me sentía completamente vacío.

A pesar de que traté de ocultar a toda costa mi pésimo estado de ánimo la tía Yeonji pronto se dio cuenta y no dejaba de preguntarme que me ocurría cada vez que podía. Siempre lucía tan preocupada y odiaba que estuviera de esa manera por mí. De todas formas, siempre elegí mentirle. Le decía que estaba cansado o alguna otra simple excusa, pues no quería que se enterara de la realidad y luego fuera una carga para ella. Pensaba que eso era demasiado egoísta.

Cierto día, la tía Yeonji llegó con una invitación para mí. Me comentó acerca de lo famoso que era el conservatorio de música de la ciudad de Goyang por sus temporadas de musicales y de lo difícil que era conseguir una entrada para asistir a alguna de sus funciones que solo se prolongaban por un mes, pero de alguna manera ella había conseguido un par de ellas.

[Kihyun] "Voiceless"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora