Sib

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El hecho de que nuestros amigos se hubiesen marchado me había dejado un sabor amargo en la boca y una enorme preocupación.

Pensaba que como amiga lo correcto habría sido detener a Minhyuk, tratar de hablar con él o algo parecido, pero quería creer que dejarlo marcharse a estar tranquilo había sido lo mejor.

Mi tristeza y preocupación fueron evidentes para ti, por lo que te quedaste un momento más en la habitación, yo con mi cabeza recostada sobre tus piernas mientras acariciabas mi cabello con ternura.

Comencé a bostezar agotada por el nulo descanso que habíamos tenido por la noche entre el paseo, la boda, la playa, las luces flotantes y la fogata posterior, eso sin mencionar el frío que nos habíamos cargado. Mi cuerpo ya comenzaba a reclamar que ya no daba más sin unas horas de sueño adecuadas.

Me levanté de tu regazo tallando mis ojos que ya se cerraban de tanto sueño que tenía.

- "¿Quieres qué nos acostemos?" - preguntaste y dos ideas hicieron clic dentro de mi cabeza sembrando el pánico al interior de mis pensamientos.

La pregunta que acababas de hacer y el hecho de que estábamos solos.

Solos tú y yo.

Ni siquiera lo había asimilado a causa del cansancio y la partida repentina de nuestros amigos.

- ¡Ay por dios Kihyun, qué sueño debes tener! - exclamé exageradamente - ¿No crees qué deberías ir a descansar a la comodidad de tu cuarto? ¿Qué estoy preguntando? ¡Claro que debes! - esas y otras miles de exclamaciones y preguntas tontas por minuto que no recuerdo muy bien, salieron muy apresuradas de entre labios producto de mi torpeza y nerviosismo mientras te empujaba fuera de la habitación.

Tu rostro de desconcierto era absoluto, sin entender en lo más mínimo mi repentina y exagerada reacción solo te dejaste ser echado fuera del cuarto sin protestar.

Suspiré de alivio en cuanto cerré la puerta detrás de mí, pero realmente me sentí estúpida al segundo de darme cuenta de lo que había hecho.

Obviamente que tú no me habías dicho eso con una mala intención, yo había sido la tonta que lo mal interpretó y entró en pánico innecesariamente.

En ese momento solo me arrastré hasta la cama y me cubrí hasta la cabeza con las mantas con solo de ganas de gritar por lo idiota que era, pues de seguro pensaba yo, que en ese momento estarías pensando lo peor de mí.

Afortunadamente el cansancio fue más grande y pronto caí rendida en un profundo sueño.

Desperté con la noción del tiempo totalmente perdida, pero me tranquilicé al ver que entre las cortinas aún se colaba luz de día.

Estiré mis brazos para desperezar un poco y al bajarme de la cama caminando hacia la puerta una melodía muy hermosa llamó mi atención.

Por supuesto que tenías que ser tú, no existía nadie más que pudiera interpretar de aquella manera tan única y llena de emociones una canción.

Salí a pasitos sigilosos de mi habitación siguiendo el armonioso sonido que fue aumentando en volumen a medida que me acercaba a la pequeña sala de la cabaña.

Una brisa se colaba por la ventana principal haciendo las cortinas danzar de un lado a otro, dejando ver el precioso paisaje de un mar muy azul de fondo.

Un rayo de sol se proyectaba sobre tu espalda mientras te mantenías de cara hacia un piano de cola repleto de flores sobre y alrededor de él.

Inmerso en la melodía que interpretabas moviendo tus dedos con gracia sobre el teclado, no parecías haber detectado mi presencia dentro del cuarto, así que simplemente me dediqué a admirarte sin interrumpir.

[Kihyun] "Voiceless"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora