(*)Sotto Voce: en voz baja, susurro.
Por Kihyun
Para mí todo había terminado. Sin voz, sin la única cosa que me hacía especial no había manera de que pudiera seguir adelante. Una parálisis de la cuerda vocal. Podía que mi voz regresara pronto, también podía ser que no o peor que eso que empeorara.
Una terrible persona como yo ya no tenía a qué aferrarse, lo sentía y me lo repetía: había perdido todo y en ese inmenso espacio vacío que ahora tenía en mi vida pude darme cuenta de la peor manera que había arruinado todo, solo podía sentirme avergonzado de la horrible persona en que me había convertido.
No había forma de que regresara al Conservatorio si no tenía nada que ofrecer. El director Chae atrasó la temporada de musicales por mí, pero yo no iba a pecar de ingenuo pensando que no buscaría a alguien más.
Desde que dejé el hospital fui derivado a un psicólogo que iba a ayudarme a sobrellevar el duro golpe de perder mi voz, pero yo solo pensaba que era una pérdida de tiempo. De todas maneras, asistía a las citas para que mi madre estuviese tranquila, aunque eso implicara resistir tediosos discursos motivacionales y una infinidad de consejos imposibles de interrumpir en mi estado.
Cerca del término de mi licencia médica el especialista me recomendó que regresara al Conservatorio y que me dedicara por ejemplo a algún instrumento, según él eso me ayudaría a avanzar y me mantendría ocupado en otros asuntos y sin tener que alejarme de la música.
Un consejo coherente entre tantas palabras pensé en ese momento, sin embargo, no anticipé que regresar a aquel escenario sería tan difícil.
La última vez que crucé las puertas del Conservatorio Yoo Kihyun era un chico con una gran voz y un talento interpretativo elogiado por muchos. Era alguien.
Semanas después Yoo Kihyun no tiene nada, no es nadie.
¿Cómo podía yo entrar con la frente en alto nuevamente?
Ya no tenía confianza, me sentía pequeño y vulnerable como un guerrero que ha perdido su escudo en medio de la batalla.
Aquel día que regresé era muy temprano por la mañana, así que los pasillos se encontraban bastante despejados. De todas formas lucía patético con mis piernas temblando mientras daba pasos dentro del edificio. Incliné mi cabeza para saludar a la recepcionista, solo ella estaba ahí. Caminé y me encontré pasando por fuera de los salones. En algunos de ellos se dictaban las clases regulares y recordé con mucha nostalgia aquellos días en que me veía de la misma forma aprendiendo nuevas técnicas vocales y trabajando para mejorar.
Mis pies siguieron su camino y se detuvieron justo fuera de un lugar bastante conocido: El auditorio. Conocía cada uno de sus rincones porque muy bien los había observado desde un punto preferencial un montón de veces. Justo en medio del escenario, bajo los parpadeantes reflectores que me seguían mientras cantaba para el deleite de un salón repleto.
Ahora el único sonido dentro del lugar era el de mis pasos bajando las escalerillas, vacío era tan distinto, tan sin alma, sin esencia, sin aplausos resonando en sus cuatro paredes. Apagado y común siendo un reflejo de como yo mismo me sentía.
Subí la tarima y mis dedos acariciaron las teclas del piano. Algo se recogió dentro de mi corazón pensando que desde allí a un tiempo indefinido así serían las cosas en mi día a día.
Comencé a tocar la primera melodía que se me vino a la mente, hace mucho tiempo que no le dedicaba tiempo al instrumento. Una clásica canción de Kansas que iba recordando mientras avanzaban las notas sobre las teclas bicolor.

ESTÁS LEYENDO
[Kihyun] "Voiceless"
Cerita Pendek"Estás tan dentro de mí que aunque abras la boca y no salga ningún sonido, puedo escuchar tu dulce voz claramente cantándome (...)" ♪ Disfruten la lectura