Ashley Cooper es una chica tranquila y con una vida normal. Hasta que llega un chico a voltear su mundo. Logra confundirla a tal punto que se pregunta si ella es "Digna de amar"
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- Antes de amar a alguien más debo perdonarme a...
La clase ha ido aburrida y se me ah echo más larga de lo normal, pero al menos me pude dormir un rato cuando el maestro puso un documental sobre como fue fundado nuestro país y aprovechando que apago las luces tome mi merecida siesta.
Ahora me encuentro camino a mi casa para cambiarme de ropa e ir al trabajo, tengo el tiempo contado para tomar una ducha rápida y ponerme ese estúpido uniforme. Nah, es broma, amo mi trabajo y más porque no uso uniforme, o más bien siempre cambio de uniforme. Creo que es mi trabajo ideal. No es tan malo trabajar cuando se siente como un día más de diversión.
Llego a casa y como de costumbre no encuentro las llaves, parece que jugamos a las escondidillas constantemente. Por eso aprendí a abrir puertas con un pasador. Entro y aviento la mochila al sillón. Mi casa es muy pequeña, consiste solo de dos minis recamaras, un baño, la cocina, y la sala; todo en mini. Entras a casa y de frente está un pequeño pasillo que lleva a todas las habitaciones. La sala esta a mano derecha y la cocina a mano izquierda, en si es solo una habitación divida por una mini isla para dos personas. La habitación de mamá es la primera a mano derecha, la mía esta justo enfrente de la de ella y el baño al final del pasillo.
Entro al baño, me deshago del vestido, me desabroche el sujetador y me bajo mis pantis. Abro la regadera y me meto en ella, el agua fría hace que pegue unos pequeños brinquitos mas sin embargo no me quito y dejo que el chorro de agua helada recorra mi cuerpo, esto me relaja. No entiendo como otra gente prefiere el agua caliente, por mi parte amo lo frio. Me enjuago el cabello y juego con el champú.
Si, aun juego con la espuma ¿Y?
Enjabono mi cuerpo con mi loción de frambuesas para después dejar que el agua borre toda mi linda vestimenta de espuma. Cierro el grifo de la regadera y cojo mi toalla para enredarme en ella y correr hacia mi cuarto. No se por que lo hago si se que estoy sola en casa y además solo separan tres pasos al baño de mi habitación.
Checo en mi armario que ira mejor para mi trabajo de hoy y es cuando recuerdo que aun no me ah dicho Tay que tipo de cliente o clientes tendré, así que decido llamarlo y marco su número, al segundo pitido contesta.
- FamRomance INC. ¿en que le podemos ayudar? – me responde su secretaria
- Hola Hilda, soy Ash me podrías comunicar con Tay por favor
- Claro que sí, ahorita mismo le paso la llamada
Espero solo cinco segundos antes de escuchar su fuerte y alegre voz.
- Hola Ash, que bueno que me llamas, me olvide por completo de enviarte por email la información de tu clienta: Rachel Ginberg, 46 años, es divorciada sin familia, hace dos meses perdió a su hija Juliet de tu misma edad.
- Ok perfecto... ¿sabes dónde quiere que nos reunamos?
- Si, en el Flinghert Park dentro de veinte
- Esta bien, ya casi estoy lista... oye Tay quería comentarte una cosa más...
- Suéltalo Ash, sabes que a ti nunca te diré que no
- ¿Podrías darme el día libre este viernes? – le digo con mi voz de niña para convencerlo
- Claro que si princesa, entonces pasas el jueves por tu paga
- ¡Gracias Tay, eres el mejor! Nos vemos el jueves.
- Eso espero cariño – dice y cuelga la llamada
Bien, ahora que ya se todo sobre mi caso ya se lo que me pondré. Elijo unos vaqueros desgastados, una blusa blanca y mis tenis.
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Me visto rápido y dejo mi cabello suelto, solo me hago un delineado en mis ojos, ¡agrego un poco de mascara para pestañas y listo! Salgo a toda prisa tomando mis gafas de sol, cartera y llaves.
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Hola que tal, aquí esta el capitulo de cada viernes. ¡Algo corto pero seguro!
¿alguien se imagina de que va el trabajo de Ash? Coméntenme lo que ustedes crean que se dedica y si alguien logra adivinar le dedico el próximo capitulo.
