Ella sonreía inevitablemente al sentir como entrelazaba las manos con las de su novia. Con tan solo sentir su dulce voz, se calmaba y todo parecía estar bien. "Cuando vas a dejar de ser tan adorable" le susurraba al oído sintiendo estremecer toda su espina dorsal. "Cuando dejes de amarme" respondió la castaña. "Entonces estamos en problemas" Dijo mientras una sonrisa se dibujaba en su cara "¿Por qué?" Soltó acercándose peligrosamente hacia su novia. "Porque es imposible que yo deje de amarte".
De repente el estruendo de un rayo hizo que se despertara de golpe, exaltada, nerviosa. Pocos segundos después, el grito ahogado de una chica hizo que se desesperara y un escalofrió recorrió su cuerpo. Alguien comenzó a golpear la puerta de su habitación con fuerza.
Mike - ¡Santana! ¡Santana! - Golpeando la puerta de la habitación de la morocha.
Los gritos de la chica eran cada vez más fuertes y desgarradores.
Santana - Voy - Dijo levantándose casi temblando - Esa es Quinn... ¡Por dios otra vez no!- Los gritos eran absolutamente conocidos, no era la primera vez que pasaba.
Los dos comenzaron a correr por el pasillo, a medida que avanzaban los gritos se hacían mas aterradores. Mike abrió la puerta con una patada, Santana entro rápidamente y se dirigió hasta su amiga. Quinn estaba arrodillada en la cama, medio tapada, gritando el nombre de "Joe", las lágrimas se deslizaban por su rostro como agua corriente. Estaba fría, temblando, con sus manos aferradas a su almohada.
Mike - Voy a buscar un bazo con agua - Del miedo que tenia, estaba blanco.
Santana - Quinn... - Solo atino a abrazar a su amiga, mientras esta seguía gritando y llorando desesperadamente - Ya pasa, Ya pasa - Acaricio su cabeza y Quinn se escondió en el cuello de Santana - Shh... Estoy acá mi vida, calmante por favor... - Santana no pudo evitar sentir un vacío en su corazón al ver su amiga en ese estado.
Al llegar de nuevo a la habitación y ver la situación de gritos desesperados y llantos interminables, Mike utilizo sus grandes brazos y las rodeo apretándolas, intentando así que se sientan protegidas o tratando de que el dolor cesara. Los rayos irrumpían los gritos de la rubia, la lluvia y el viento parecían estar dentro de la habitación. Santana se echo hacia atrás, dándole un poco de aire a Quinn, que parecía tener intención de hablar.
Quinn - Basta... Yo... Ya no puedo más... - Dijo entrecortadamente, ocultando su rostro entre sus manos.
Santana - No hables, cálmate y espera a que pase... Nosotros estamos acá - Intentaba calmarla, pero no parecía tener efecto.
Quinn - No aguanto mas, por favor, basta... - Se lamentaba llorando - Estoy harta, no puedo mas.
Mike - Vamos Q es solo otra pesadilla, ya va a pasar, por favor cálmate... Respira - Dijo intentando serenar a su amiga, ofreciéndole en baso con agua.
Quinn - ¡NO! No es solo otra pesadilla - Dijo cortando la buena intención de su amigo, secándose las lagrimas. - ¡Ya no puedo, no aguanto mas!
Santana - Quinn, cálmate, no hables y toma un poco de agua - Ordeno.
Al ver sus dos amigos intentando calmarla, se sintió mal por haberle contestado de esa forma a Mike. Todavía temblaba y su respiración estaba acelerada, no solo la suya sino la de los demás también. Estaban realmente asustados.
Quinn - Perdón... yo no quise... Perdón - Volvió a lagrimear.
Mike - Hey Hey... No te pongas así, esta bien... Estamos acá con vos - Dijo frotando la palma de su mano sobre la espalda de la rubia para aliviar el momento.
Santana - ¿Era otra de las feas no Q?
Quinn - Si... - Dijo intentando reponerse - Cada vez vienen peor... Creo que ya hasta me da miedo dormirme - Confesó tomando pequeños tragos de agua.
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Hold Me Close
Fiksi PenggemarLuego de la cuarta guerra mundial... El mundo quedo dividido en cinco naciones y un territorio oscuro llamado "El destierro", donde yacían todas aquellas personas que no seguían las nuevas reglas. Las autoridades mundiales decidieron crear un lugar...