La ceremonia

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-Que linda ceremonia-menciono con una sonrisa en la cara, sus ojos grises llenos de avaricia y las canas que se comenzaban a formar en su cabello castaño, le dedique una sonrisa a la mujer

-Gracias, es bueno escucharlo de alguien más que mi esposo o de mi-ella rio

- ¿Pero que dices?, todos aquí pensamos que fue hermosa-vi a Ángel a lo lejos, me dedico una sonrisa y se acerco a nosotras-Pero dime ¿Cómo conseguiste engatusar a mi querido Ángel? -la mano de Ángel en mi cintura me hizo sentir a aliviada

-Por favor tía no comience a decir cosas de las que se arrepentirá, que, si alguien a engatusado soy yo, si me permite me llevare unos segundo a mi esposa

-Querido, la tendrás toda la vida si no está aquí por el dinero, déjamela un rato más-los ojos de Ángel se oscurecieron

-Prometo que regresare a continuar platicando-le dedique una sonrisa y tome la mano de Ángel.

-Nuestro invitado inesperado esta algo inquieto-murmuro Ángel mientras caminábamos hacia su oficina

- ¿Invitado? -el asintió y abrió la puerta de la oficina, llevé mi mirada a la habitación y ahí estaba Dylan atado a una silla y amordazado-Debería de haberte mencionado esto antes, he estado lidiando con el durante mucho mucho tiempo, pero hoy colmo mi paciencia, intentar colarse en tu habitación, intentar tirar piedras a la ventana, tuve suficiente podría haber destrozado el cuarto de nuestro hijo, no importaría podemos arreglarlo, pero ¿planear un secuestro?

- ¿Secuestro? -lleve mi mirada a Ángel y el asintió, chasqueo los dedos y uno de sus hombres entro sosteniendo una maleta negra-Ábrela-el hombre obedeció y la abrió dejando caer todo al suelo, un arma, sogas y gas pimienta-Lo traía el, mira entiendo que no quieras que lo mate, pero debes decirme que hacer, no puedo seguir saliendo a mitad de la noche a amenazarlo

-Déjame hablar con él, te prometo que lo solucionare-murmure algo dudosa, pues no podía asegurar nada

-Bien, confió en ti- y así salió de la habitación junto con el otro hombre

Me apresuré a Dylan y comencé a soltar los nudos de sus manos y piernas, cuando estuvo libre quito la mordaza y se apresuró a mí, me tomo por los brazos y me arrincono contra el escritorio

-Sabía que aún me amabas-susurro antes de estampar sus labios con los míos, intente alejarlo, pero para cuando lo logre era tarde, Ángel estaba dentro de la habitación, intente acercarme a el para explicar todo, pero Dylan tomo mi brazo y me coloco detrás de el

-Ángel no...no es lo que crees-murmure intentando acercarme a el de nuevo

- ¿Qué es lo que no creo? -gruño, mi piel se erizo, debía de hacer que se tranquilizara o terminaría matándome

- ¿Por qué no le dices la verdad Eimi? -cuestiono Dylan con calma y afianzando su agarre en mi brazo

-Si Eimi, ¿Por qué no me dices la verdad?

-Ángel...el me beso te lo juro

-Oh vamos Eimi, dile que te lanzaste a mi en cuanto salió de la habitación, que me amas y que te iras conmigo-negué, las lagrimas picaban en mis ojos, no me quitaría todo de nuevo, no lo haría

- ¿Qué haces?, suéltame-gruñí, Dylan me soltó y me acerqué con calma a Ángel

-Por favor, créeme-murmure, pero en cuanto llegue a su lado me tomo por el cuello

-No entiendo que quieres de mi Eimi, si soy bueno me engañas, si soy malo intentas escaparte-negué

-Por favor-susurre

-Suéltala, ¿es que solo goleas a quien no se puede defender? -Ángel rio y me lanzo haciendo que me golpeara contra algún mueble

- ¿Te crees muy hombre? -se burló Ángel, mis lagrimas ya caían con fuerza, ¿acaso mi vida seria así siempre?, escuche un golpe fuerte y seco, levante la mirada, Dylan estaba en el suelo viéndome con la esperanza de que le ayudara en sus ojos, negué y aparte la vista, me había quitado todo, me lo había arrebatado, había logrado tener una convivencia sana con Ángel, había peleado contra mi mente por eso durante meses

"No dejes que te lo quite todo, matalo, solo así estarás tranquila"

Negue ante ese pensamiento, "mátalo, él te lo quito todo, tus amigos, tú hermana, te negó el derecho a amar solo por un capricho"

-Cariño, espero tu respuesta-levante la mirada, Ángel apuntaba con su revolver a Dylan, lleve la mirada a Dylan quien aún me veía con desesperación medio inconsciente

-No merece ser amado-murmure, Ángel me dedico una sonrisa

- ¿Entonces, que hago con este pobre diablo? -ronroneo, era la primera vez que lo hacía, no quería arruinar este día, Ángel había estado sonriendo como nunca lo había visto, había tanta felicidad en su mirada y me veía con tanto amor que quería volverme loca

-mátalo, mátalo-grite con desesperación por fin, aun en mi contra, quería alejarlo si, pero no lo quería muerto, entonces un disparo, no había vuelta atrás

Ángel se acerco a mi con paso tranquilo, entonces lo note, su labio partido, su cabello alborotado, su moño desanudado y una mirada triste adornando sus ojos

-Espero, hayas aprendido la lección-murmuro antes de tirar el arma y abrir la puerta de la habitación-Necesito que llames a una ambulancia a la policía y te deshagas de los invitados

-Si señor-escuche los pasos de Ángel regresando a mi

-¿Ya eres feliz? He matado por ti, me he ensuciado las manos con sangre de alguien que no valía la pena, dime ¿ahora me amas? - de sus ojos cayeron algunas lagrimas traicioneras, sin embargo, su expresión se mantuvo dura

-Siempre...te he amado-murmure, algo me estaba pasando algo no estaba bien conmigo, ¿Por qué continuaba diciendo cosas que no quería decir?, Ángel sonrió y me ayudo a ponerme en pie

-Ahora estaremos tranquilos

Sin embargo, los dos sabíamos que aquel día no me dejaría estar tranquila y mis sueños se convertirían en pesadillas.

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora