Por la mañana desee poder detener el tiempo o por lo menos poder esfumarme sin dejar rastro, pero ni uno ni otro se cumplieron, las horas pasaron con prisa, por la tarde llegaron los hombres de Carlos a recogerme, así que no, no me esfume sin dejar rastro, igual eran deseos tontos que sabia no se cumplirían, tal vez debería de haber deseado ir al parque a pasear o dormir en mi cama por ultima vez esos deseos podrían haberse cumplido.
-Llegamos Señorita-me ayudaron a salir del auto, aunque mas que una ayuda era para cerciorarse de que no escapara-El señor Carlos la espera dentro junto con el señor Ángel- asentí y entre con lentitud a la casa alargando mi sufrimiento por aquella visita obligada a Carlos, al llegar a la sala pude verlos conversando tranquilamente mientras tomaban un vaso de lo que parecía ser wiskey
-Eimi querida, por fin estas aquí-di un paso atrás al verlo ponerse de pie-No me tengas miedo, en realidad el miedo debería de sentirlo yo o ¿lo olvidaste? - levanto su camisa mostrándome la cicatriz, las lágrimas picaron en mis ojos, a pesar de que había dicho que no me arrepentía al parecer lo hacía, después de todo cargar con algo como eso es demasiado-Vamos siéntate, pronto llegaran los demás invitados
- ¿Invitados? -cuestione negándome a sentarme entre ellos
-Así es tu hermana y sus amiguitos ya vienen para acá, después de todo quiero que esta vez todos estén al tanto de tu posición y no intervengan, también quiero que sepan que lo estamos haciendo bajo tu consentimiento
-Mi...mi consentimiento dices-murmure con algo de rabia
-Pensé que Carlos había hablado contigo sobre esto
-Lo hizo, pero nunca...
"Suéltenla, no la toque"
La voz de Omar retumbo en la casa
- ¿Nunca? -animo a que continuara-Vamos dilo y los enterraremos juntos en el patio-analice un segundo la situación, era claro que ellos tenían la ventaja, era claro que harían lo que quisieran conmigo, aunque me opusiera
- ¿Por qué yo? -murmuré con las lagrimas picando nuevamente en mis ojos, mordí mi labio intentando retener toda esa tristeza y odio
-Querida, Ángel te tenía en la oscuridad total, Ángel todo sería más fácil si le hubieses informado todo desde un inicio
-Lo siento me gusta mantenerlas un poco inocentes, además ella era para uso personal, supongo que contigo cambiaran las cosas-Menciono con simpleza Ángel
-No lo harán solo que vera mas de cerca en lo que esta metida y en lo que estuvieron metidos sus padres, vamos siéntate o no podrán traerlos- al final obedecí y me senté, pronto los dejaron entrar, entre empujones y jaloneos los tres terminaron en el piso de rodillas frente a nosotros-Me da gusto encontrarlos de nuevo señores, me parece que ustedes dos son los culpables de que nuestra querida Eimi hiciera este gran gran berrinche-presione mis manos contra mi suéter, la mirada de Dylan se encontraba fija en mí, había tanto odio en ella y aun no entendía la razón, ¿Por qué había cambiado tanto en tan poco tiempo?-Espero esta vez se mantengan al margen, Eimi acepto quedarse con nosotros nuevamente, claro esta vez no la encerraremos tanto, después de todo debe de tener su vida fuera del matrimonio, podrán verla claro uno de nuestros hombres estará presente en todo momento, por favor no intenten salir del país, complicarían las cosas en cuanto a Anna, querida espero regreses también con nosotros-me puse en pie
-Eso...eso no es lo que acordamos-atine a decir, aunque en realidad no habíamos acordado nada.
Aquí el segundo capitulo prometido ahora si deuda saldada, espero estén disfrutando tanto esta historia tanto como yo, por cierto ¿que negocio creen que hacian los padres de Eimi con Ángel y Carlos?

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Cicatrices
Teen FictionSegunda parte de Conociendote, recomiendo la lectura de la primer parte o se dificultara el entendimiento de los acontecimientos en esta, buena lectura