Cicatrices

Mios

-Me comento que ya no quieres continuar viéndola-asentí y encendí otro cigarro a Ángel ya no le importaba lo que hiciera y eso a mí me convenía- ¿Por qué?

-No lo sé...quizás porque los vi cogiendo en el sofá de tu oficina-murmure

-Cuida esa boquita-hace una semana que le había dejado aquel sobre y ni siquiera se había molestado en abrirlo

- ¿Por qué?, se supone que soy una puta, así que no sé lo que es cuidar mi lenguaje-una bofetada fue lo que recibí por mi osadía-Quiero el divorcio-el rio y negó

-No te daré el divorcio, ¿crees que soy tan tonto para cambiar a la mujer que amo por un acoston? -reí

-Sigues diciendo que me amas, me hiciste pasar por tanto solo para ¿hacer esto, es una venganza? -el peino su cabello y se acercó a mí con calma, me tomo por las mejillas

-Lo siento no debí-murmuro antes de comenzar a besar mi mejilla-Apaga eso, estamos intentando embarazarnos

-Ni siquiera has revisado ese sobre-murmure con molestia

- ¿Es eso lo que te tiene tan molesta?, bien leeré lo que hay en el-negué

-No es necesario, no mereces lo que hay dentro de el-murmure y Sali de la habitación con dirección al baño

Aquellos días se habían convertido en un infierno peor del que vivía antes, y ahora tenía que pensar con claridad por el bien del niño que crecía en mi vientre.

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- ¿Omar? -murmure, Frankie había conseguido su número por mí, claro a escondidas de Ángel, el sabía que necesitaba hablar con alguien que no fuera él o Ángel-Omar, por favor di algo-susurre-Déjame hablar con mi hermana

-Ella no quiere hablar contigo y tampoco yo

-No cuelgues, por favor, lo siento, lo siento tanto-sin más el colgó, sabía que no sería fácil hablar con ellos, sabía que me culpaban y tenían razón en culparme, no quería negar mi culpa solo...quería disculparme

- ¿Con quién hablabas? -Ángel se escuchaba molesto, ahora que aquella mujer no tenía a que venir a la casa él tenía que ir a verla

-Con nadie-murmure y me puse de pie, el día estaba nublado, parecía que en cualquier momento comenzaría a llover-En un rato iré con Frankie al supermercado

-Esas cosas pueden hacerlas los empleados-negué

-Quiero caminar un poco-susurre

-Mira...no sé qué este pasando por tu cabeza, pero será mejor que no intentes ninguna tontería y mucho menos metas a Frankie en esto-negué

-Se que no puedo escapar de ti o esta casa

-Bueno, eso me alegra...ahora desnúdate-negué

- ¿No pudiste ver a aquella mujer?, no hare su trabajo-susurre e intente pasarlo de largo, sin embargo, me tomo por el brazo y me tiro sobre la cama

-Lo pedí amablemente

-Bien-murmuré y comencé a desnudarme, el vientre ya comenzaba a notarse, el de inmediato me tomo por el cuello y se colocó sobre mi

-No sabes que cuanto me vuelve loco que estés embarazada de mi hijo-fruncí el ceño y apreté la colcha cuando sentí su lengua entrar en mi oreja-Por cierto, ya no la veo-mordió mi cuello y bajo el zipper de su pantalón-¿Te gustaba que Carlos te mordiera?-gruñí ante su pregunta y antes de poder siquiera alejarlo, entro en mi con fuerza, lastimándome y mordió mi labio-Así sabrán que tienes dueño-las lágrimas se aglomeraron en mis ojos, no dejaba de confirmar que tan estúpida era por no haberme comido aquella bala-Vamos linda, sé que lo disfrutas, estas tan mojada-debería de negar aquello, sin embargo tenía razón, lo disfrutaba, me había acostumbrado a que fuera rudo en esta clase de situaciones-Anda, no te tragues esos lindos gemidos-gruñí y apreté con más fuerza la colcha, no lo haría-Déjame escuchar tu voz-susurro en mi oído antes de volver a jugar con él y su lengua, sus jadeos hacían que mi piel se erizara, sin embargo también lograban que me mojara más-Así, ya casi llegas-se incorporó y acaricio mi vientre-Seré un gran padre para esta cosita-solté un gemido cuando comenzó a moverse con más rapidez y fuerza-Son míos- volvió a inclinarse y termino besándome mientras se dejaba toda su esencia dentro de mi-Anda, ya puedes ir con Frankie-susurro-Si los encuentro haciendo alguna idiotez lo matare frente a ti-ronroneo en mi odio antes de separarse de mí y comenzar a vestirse.

Después de aquello no me quedaron ganas de ir a ningún sitio, simplemente me queda ahí tumbada en la cama abrazando mi vientre y sollozando

-No te dejare aquí-susurre

¿Qué pasaba si el bebe lloraba en el momento menos indicado? ¿Qué pasaba si mientras crece es travieso? ¿Qué pasa si de joven no quiere seguir sus órdenes y es rebelde? ¿qué pasa si después solo quiere escapar de casa y dejar todo atrás?

En todas las preguntas solo encontraba respuestas extremas, ¿lo ataréalo dejaría encerrado en el sótano, lo golpearía, llegaría al extremo de matarlo?, no quería eso para aquello que crecía en mi vientre, ¿Cómo pude ser tan idiota?, ni siquiera podía cuidar correctamente de mí y ya quería criar a un niño, eso no pasaría, me aseguraría de eso, pero ¿Cómo?