5 meses

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Los días pasaron como agua entre los dedos, tan rápido que apenas lograba sostener algunos, mí vientre se notaba cada vez más grande, el hambre había aumentado y con ella se habían disparado mis hormonas haciendo que me sintiera mas miserable rodeada de estas paredes, Frankie renuncio así que no tenía nadie con quien hablar ahora, ni siquiera las mujeres que se encargaban de mi me dirigían palabra, simplemente asentían a mis preguntas y se disculpaban con la mirada, Ángel había partido con la escusa de un negocio nuevo, las enormes ventanas que daban a la terraza habían sido cerradas, los medicamentos escondidos de mi alcance y el arma de Ángel aun en su escritorio, encerrada en un cajón con llave así como la puerta de la oficina cerrada después de que me vieran intentando abrir aquel cajón desesperadamente, ahora un hombre cuida la entrada de mi habitación y se mueve a mi espalda como si fuera mi sombra, incluso quitaron las llaves de la tina y me alimentan con cosas que solo puedo comer con cuchara, los vasos y tazas plásticos que no sirven de nada, estaba comenzando a desesperarme en aquel ambiente, tan tenso en el que solo buscaban alejarme de cualquier cosa con la que pudiese hacerme daño.

-Señora, el viaje del señor Ángel se extenderá un poco mas

- ¿Mas?, lleva dos meses fuera de casa-murmure con pesar, tenia que regresar pronto para que esta locura terminara y me dejasen volver a tomar cosas peligrosas

-Tengo entendido que tiene cita-asentí y tome la taza entre mis manos-Puedo acompañarla si así lo desea

-Gracias-susurre-Iremos en cuanto termine de tomar esto-silencio fue lo que recibí como respuesta, ¿Qué estaba mal con estas personas, no sentían ni la más mínima pena por mí?, deberían de sentirla, aunque me allá metido sola en todo esto, por lo menos alguna debería de sentirlo

-Parece que el pequeño crece bien, a este paso no tendremos ningún problema con el parto-anuncio el doctor con una sonrisa en la cara, asentí- ¿Se encuentra bien? -asentí nuevamente

-Disculpe...pero... ¿no podría darme algo para dormir? -el rio y negó

-En su condición es casi imposible-solté un suspiro y asentí

-Bueno, entonces eso es todo, lo veré en la próxima cita-el asintió y Sali del consultorio.

La semana paso lenta nuevamente intenté estar tranquila y verme despreocupada, sin embargo, no se atrevieron a mover nada en la casa, ni siquiera a abrir las ventanas, una chica nueva ingreso, era algo descuidada y sonriente, pude notar alguna que otra vez la forma en la que me veía, me tenia lastima eso sin duda

-Disculpa-me atreví a hablar con ella por primera vez en días, ella sonrió y se acercó a mí con calma

- ¿En qué te puedo ayudar? -sonreí ante su descuido

- ¿Puedo pedirte un favor? -ella asintió efusivamente, llevé la mirada al piso un segundo, ¿era correcto pedirle esa clase de favor, me delataría?, pero si no me arriesgaba no ganaba nada- ¿Podrías...llevar

-Se lo que me pedirá-levante la vista encontrándome con su mirada llena de compasión y empatía-Se lo llevare, asegúrese de atrancar la puerta después de que me retire de la habitación-asentí y le dedique una sonrisa, mis lagrimas picaban en mis ojos-No se preocupe, he escuchado mucho de las demás y estoy segura de que tomara la decisión correcta-sin mas se dio vuelta y se retiró de la sala

¿Tomar la decisión correcta, a que se refería?

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora