REVENGE. [YoonMin]

VIII.

"La ola más grande... Te va a arrastrar." V:

Vaya, creo que estudiaré filosofía y letras. *pone el capítulo 8 y deja el micrófono*

Mis pies tocaron tocaron algo húmedo, y arenoso, joder, ¿qué mierda...?

Corrí y estúpidamente tropecé, mis manos pudieron tocar el agua azul y... escuché la risa estruendosa de YoonGi.

—¡Detente, detente JiMin, me voy a hacer pis! ¡JAJAJAJAJAJA!

¡¿PORQUÉ RAYOS SOÑÉ QUE ESTABA EN UNA PLAYA?!

Ya eran las 2:26 a.m, y YoonGi me despierta con su risa, no sé qué carajos hice para que éste niño se caracajeara y realmente no quiero saber.

—¡¿Qué demonios estabas soñando, JiMin?!, ¡estabas gimiendo! —comenzó a reír de nuevo.

Suerte que mis padres no están en casa, estaban buscando privacidad... ya sabrán a lo que me refiero. Son unos asquerosos, pero así los quiero. Tuvieron que ir a la casa de mis abuelos, para poder hacer sus cosas. Pobres, ni eso les dejo hacer.

—¡Cállate, estaba soñando que estaba en una playa!

—¡¿Entonces qué hacías gimiendo en una playa?! ¡¿quién gime en una playa?

—Las personas que tienen su luna de miel... —sonreí.

—Qué asco... —hizo una mueca de desagrado.

—Algún día vas a tener relaciones sexuales, mister santo virgen, así que no digas eso. Ya te quiero ver...

Así es, YoonGi es virgen.

Se quedó callado. ¡TÓÓÓÓMALA!

—¿Qué hora es? —le pregunté tallándome los ojos.

—Las~ 3 a.m

—¿Enserio?

—Síp.

—¿Y porqué estás con el móvil? —me senté y bostecé.

—Porque ya sabes que en mi casa no hay internet y aquí sí, hay que aprovechar.

—Voy a hacer pipí.

—Sigo sin entender porqué siempre que vas al baño, me avisas.

Caminé hasta la puerta y me di la vuelta.

—Para que sepas que voy a hacer pipí —me encogí de hombros.

—¡No te masturbes!

—¡Qué asco! ¡Seguramente, eres tú el que lo hace!

Pensando en mí gggg...

—¡Ya ve a mear!

—Shhh... —le callé.

—No hay nadie en la casa, ¿para qué me shitas?

—Porque me caes mal.

YoonGo bongo me miró y me vio abriendo la boca, formando una "o", le sonreí y volvió a mirar su móvil.

—Me heriste...

—¿Porqué traes puestas mis pantuflas de perritos?

—Justo en el corazhao.

—YoonGi...

—Porque están bonitas... Mira, me quedan divinas —comenzó a mover sus pies en distintas posiciones y le sonreí.