REVENGE. [YoonMin]

XI.

YoonGi extendió el brazo izquierdo, se descubrió el brazo y parte del antebrazo. Se sentó cómodo y vio cómo JiMin lo veía atento, casi comiéndose las uñas. La madre de JiMin lo veía con una sonrisa tranquilizadora.

—Bien, te voy a poner esto. —le dijo la enfermera poniéndole un cordón de hule.

JiMin casi empuja a la enfermera al ver cómo se acercaba a YoonGi. ¿Porqué a nadie le quedaba claro que YoonGi era suyo?

La aguja se adentró en el pliegue de su brazo y JiMin sintió que se iba a desmayar en cualquier momento.

El tubo pronto se llenó de aquel líquido espeso color carmesí y la enfermera le entregó una bolita de algodón con un poquito de alcohol a YoonGi. Éste lo cogió y lo dejó en el punto que se había quedado en el pliegue de su brazo.

—Es todo... Los exámenes de sangre estarán listos esta tarde; como a las 5 o 6 p.m. Pueden venir por ellos a partir de esa hora —la enfermera les sonrió amablemente poniendo en el tubo una etiqueta con una serie de números.

—De acuerdo, adiós, que tenga lindo día —la madre de JiMin le sonrió de igual forma y esperó que YoonGi se levantara de la silla. Cuando vio que lo hizo se llevó a los dos chicos afuera a la camioneta y ella fue hacia la señora que cobraba en ese lugar.

—¿Te dolió? —le preguntó JiMin cuando los dos entraron a la camioneta.

—No... Tengo sueño.

—Yo igual, me duele la cabeza...

JiMin recargó la cabeza en el hombro de YoonGi y éste se quedó quieto pensando.

«¿No le da vergüenza llevar la pijama y sus pantuflas puestas al venir a un consultorio? Conociendo a JiMin: no».

—¿No te da vergüenza tener puesta tu pijama y tus pantuflas de cachorros?

—¿Porqué lo haría? —bostezó—. Soy libre de llevar lo que quiera YoonGi. Además soy bastante inteligente: cuando llegue a la casa sólo iré a mi habitación a dormir.

—¿Eso qué tiene de inteligente?

—No tendré que cambiarme de ropa para dormir cómodo —contestó JiMin cerrando sus ojos y YoonGi rió.

—¿Vas a hacer algo en la tarde?

—No... Seguramente mi mamá me dirá que venga por tus resultados. ¿Porqué dices?

—Podemos ir a algún lugar con JungKook. No sé, ir al parque o a comer.

—¿Y Tzuyu también? —JiMin levantó su rostro y sonrió.

—Si quieres... Sólo asegúrate que no me quiera vender en un prostíbulo.

JiMin rió y YoonGi se quedó callado.

—Ese día fue divertido...

—Para mí no lo fue Park. Ah oye, hablé con NamJoon ayer.

—¿Qué te dijo? ¿Ya irá al instituto?

—Uhm, dijo que sí, pero sabes que siempre miente.

—Ya faltó como un mes. Ya no recuerdo su rostro.

—No creo que los maestros le crean cuando él les diga que no pudo ir porque fue a México.

Al terminar la frase los dos comenzaron a caracajearse al recordar todo lo que NamJoon inventaba para "justificar" todas sus faltas en el instituto. Por ejemplo: