Capítulo IX

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POV MIRIAM

- Pablo te dije que lo nuestro terminó -después de más de 2 semanas de dejarlo lo quería volver a intentar

- Miriam, yo te sigo queriendo -me dijo suplicando

- Que no me hables más te estoy diciendo supéralo -y le colgué

- ¿Te ha vuelto a llamar? -me preguntó Amaia entrando en mi cuarto

- Si, pero creo que ya parará -se sentó en mi cama junto a mí

- Todos son iguales -apoyó su cabeza en mi regazo

- Si, pero hay uno que no es igual -dije con una sonrisa pícara

- ¿Quién? Presentamelo así no tendré que estar con más imbéciles -dijo integrada ya que no sabía de quien hablaba

- Tu lo conoces y muy bien -ella se levantó sin saber aun de quien le hablaba- oh vamos Amaia estoy hablando de Alfred

- Ah no, él es un muy buen amigo -dijo sonriente

- Y tan buen amigo, vamos dime al menos que te sientes atraída por él -me miró sonrojada

- No, eso nunca, lo conozco desde hace poco más de dos semanas -dijo nerviosa

- Vale pero durante estas dos semanas lo hemos visto cada día, y siempre estáis juntos -hice una pausa y al ver que no decía nada seguí- habláis cada día por WhatsApp, habla más contigo que conmigo

- Vale pero eso es porque nos caemos bien -se tumbó en el suelo

- Amaia por mucho que no lo quieras admitir entre vosotros está pasando algo y sois unos cobardes, tú porque cuando termine el verano te irás a Pamplona y él porque es un cagado que no se atreve a volverte a amar otra vez -cuando terminé la frase me di cuenta del error que había hecho

- ¿Volverme a amar? -dijo levantando medio cuerpo rápidamente 

- Niñas, vamos a comer -dijo mi madre entrando justo en el momento indicado


POV AMAIA

Ya empezaban las fiestas del pueblo y hoy se hacia cena al aire libre. Todo el mundo se juntaba en las calles cenaba con los vecinos. Empezó a venir el grupo con sus padres y ahí lo vi a él sonriente saludando a todo el mundo con una sonrisa, parándose a hablar con la gente mayor. Siempre tan correcto, haciendo que todo el mundo esté encantado con su manera de ser. Normal que todo el mundo le quiera, chicos así hay pocos.

- Amaia -me llamo mi prima- ven a saludar a los padres de todos que te los presento

Fui hacia allí y vi que estaban todos los padres del grupo con su respectivo hijo al lado

- Ellos son los padres de Cepeda -me acerqué y les di dos besos

- Encantada -me dijo su madre- hemos ido hablar muy bien de ti durante estos días- miré a Cepeda haciendo que le saliera una sonrisa tímida

- Los padres de Aitana -dijo Miriam

- Los padres de Roi -volvió a decir 

Los miraba uno por uno y me presentaba y hablaba un poco con los hasta que llegaron dos personas mayores, no mucho pero era una pareja adorable

- Y finalmente los padres de Alfred -entonces llegó Alfred y se puso nervioso esperando a que yo dijera algo

- Encanta soy Amaia -dije con mi mejor sonrisa y dándoles dos besos a cada uno

- Yo soy Alfredo -se presentó su padre

- Y yo Chus -dijo la mujer- eres más guapa de lo que me habían dicho

- Mama -dijo Alfred avergonzado

- ¿Qué pasa, siempre hay que decir la verdad? -me miró con una sonrisa- Es un buen chico en el fondo

- Ya, se ha portado siempre muy bien conmigo -dije mientras ella me cogía del brazo

- Eso es porque siempre hemos enseñado a tratar bien a las personas -dijo Alfredo- permítame que le diga que mi mujer tiene razón, eres muy bella por fuera y por dentro seguro que aun más 

Me sonrojé muchísimo al oír que Alfred les había hablado de mí a sus padres. Estábamos todos hablando juntos, todas las familias disfrutando, pero entonces llegaron unos chicos con unas motos y unas chupas de cuero

- Que Alfred -fueron directamente hacia donde estábamos sentados, él al ver el grupo que venía se giró dándome la espalda procurando que no me vieran- ¿Vuelves a tus orígenes? Pensaba que te lo pasabas mejor con nosotros

- Chicos iros de aquí, estamos en las fiestas con la familia -puso su mano en mi pierna para tranquilizarme

- Eso no lo decías antes -entonces me vio- ¿Quién es está chica tan guapa? -se acercó hacia mi y cuando me iba a tocar Alfred le apartó la mano

- No la toques -se levantó de la silla

- ¿Por qué? Acaso es tu novia -dijo burlándose 

- No -dijo eso y solamente guardó silencio

- ¿Entonces por qué no la puedo tocar? -esta vez si que me acarició la mejilla

Alfred fue a pegarle un puñetazo pero entonces un sonido salió de mí

- Alfred no por favor -me miró y bajo su puño- y tu quítame tus manos de encima -le aparté las manos

- Veo que la chica tiene poder sobre él -se apartó de mi y se puso a pocos centímetros de él- Sabes que Alfred me caías mejor cuando eras uno de los nuestros, y nadie te controlaba, que penas que hayas cambiado -dicho eso se quedaron mirando y él se fue yendo poco a poco con su banda

- Que siga la fiesta en paz, ya se han ido -dijo Alfred fuerte para que todo el mundo siguiera con la cena

El verano de nuestras vidas -ALMAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora