Capítulo 1: El comienzo

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Bip, Bip, Bip. Escucho el sonido de mi despertador y con pereza me acerco a apagarlo, me quedo mirando al techo, el sol ha salido y llenado de luz la habitación. Sonrió con pereza, va a ser un bonito día. Toc, toc, escuchó unos golpes en la puerta y me siento en mi cama, aún adormilada.

-Pasa, papá- digo sonriendo.

Entra con cuidado con un pastel en las manos, con dos velas de números 1 y 8 mi sonrisa se ensancha, me da mucha ternura verlo hacer algo así. Me canta feliz cumpleaños y me sonríe dulcemente. Al finalizar soplo las velas y dejó en la cama el pastel para abrazarlo. 

-Tu madre estaría orgullosa - dice con una sonrisa pero con un deje de tristeza -le sonrío y lo sigo abrazando- mamá murió cuando tenía 6 años, mis recuerdos sobre ella son algo vagos pero recuerdo con claridad que nos amaba mucho. Papá y yo nos hemos vuelto muy cercanos con los años, tal vez porque solo nos tenemos el uno al otro. La familia de papá no aprobaba su relación no se porque y nunca conocí a la familia de mamá.

-¡Basta de pensar en cosas tristes!, ¡Hoy es mi cumpleaños!- exclamó. Él me sonríe y se separa un poco para preguntar.

-¿Irás con tus amigas está noche? - hago una mueca...mis amigas dicen que tengo que sacar la cabeza de los libros, insistieron hasta el cansancio en que teníamos que salir a celebrar y después de mil intentos me convencieron, aún no estoy muy segura pero... no estaría mal. Mi papá sonríe con compasión - siempre puedes decir que no te deje ir - se encoge de hombros. Mi papá siempre se ha preocupado por mi, pero sé que mis amigas y él se pusieron de acuerdo para que saliera hoy, fue todo un complot. Entrecierro los ojos.

-Dudo que me crean - digo con recelo y lo vuelvo a abrazar - lo siento papi, pero lo ¡planeaste con ellas! - me quejó con una risita. Él ríe divertido.

-Que te diviertas princesa - me dice y me da un beso en la cabeza saliendo de mi habitación.

El día comienza como cualquier otro, la universidad, las clases los libros, pero a diferencia de otro día... me voy a casa de una mis amigas. Me pregunto ¿será una buena idea?.

*******

-¡Blue apurate!

-¡Ya voy! - Respondo desde el baño, estoy en el apartamento de Bree mi mejor amiga desde el kinder, siempre ha buscando como incluirme en sus locas aventuras, aunque somos muy diferentes, mientras ella es una aventurera nata yo prefiero quedarme en casa. Trato de arreglarme, aún no se a donde me llevarán se niegan a decirme, la verdad nunca he sido de las chicas que salen a divertirse, pero me prometí a mi misma intentar socializar por eso estoy aquí.

-¿A quién se le ocurre salir un jueves por la noche? - abro la puerta y preguntó con fastidio a mis amigas.

-Ya entenderás - me dice Gia, otra de mis amigas mientras acapara el espejo para maquillarse, es rubia y alta, se ve bien con todo. Yo po el otro lado me miró en lo que queda del espejo sin importar lo que haga parezco una niña, mi pelo castaño de un corte parejo me llega a los antebrazos, este corte me hace ver como una niña de primaria, normalmente no me importa. Pero vamos a salir a quién sabe donde y...no quiero que ocurra la misma pregunta de siempre ¿Que edad tienes? ¿oh en serio?, pareces más pequeña!.

-¿Qué tal me veo? -le pregunto mientras me sigo mirando al espejo, llevo unos jeans simples y una camisa blanca que me queda un poco grande y holgada. Sam entra al baño y empieza a despeinarme un poco.

-¿Y si te hago una trenza? -pregunta pero no espera mi respuesta para empezar a hacerla.

-Colocale delineador -dice Bree desde el cuarto.

-No - digo, nunca logro quedarme quita lo suficiente para que me maquillen los ojos.

-¡Anda blue!, ¡tenemos que presumir esos ojitos azules! - exclama gia, sin dejar de rizar su pelo. Le sonrió, créeme solos llaman la atención. Son de un azul tan claro como el cielo.

-Tal vez un poco de rimel - cedo todavía dudandolo. Ella me sonríe como si le acabará de decir una gran noticia y me jala, para empezar a arreglar mis pestañas.

- Definitivamente, tenemos que hacer algo con tu ropa - dice Karla, entrando a la habitación. Admito que la mayoría de mi ropa es simple, sencilla y especialmente cómoda, nada en especial. Veo como se aleja y busca algo en un cajón, segundos después regresa con una tijeras y una sonrisa maliciosa.

-Ni lo sueñes -digo retrocediendo antes de que se me acerque, -ella frunce el ceño - Gia gruñe porque me moví y sostiene mi cabeza para que no me muevas mientras me maquilla, Sam jala y peina mi cabello me atraparon.

- ¡Bree! -exclama Karla mientras se cruza de brazos y hace un puchero, Bree la mira con curiosidad trantando de entender sus intenciones, me mira y un par de segundos después una gran sonrisa se extiende por su cara.

-¡Hazlo! -dice sonriendo.

La fulmino con la mirada, a veces me pregunto ¿cómo llegamos a ser mejores amigas?. Somos polos opuestos, se puede decir que ella es el alma de la fiestas y yo...yo soy algo timida.

-Blue es solo una noche -trata de convencerme - mañana vuelves a ser la niña responsable que entrega todo - sonríe y rueda los ojos. Suspiro y miro mis jeans... de todos modos ya estaban en las últimas, lo siento - me disculpo con mi ropa. Karla da un brinquito emocionada y me ayuda a salir de ellos, Gia celebra su maquillaje y me veo en el espejo...lo admito no me veo mal. Karla desgarra mis jeans con entusiasmo y yo siento hago una mueca duraron mucho.

-Listo! - exclama Sam mientras observa su creación sobre mi cabeza, bien no se ve tan... mal, me observo en el espejo y noto como mis ojos resaltan un poco más, esta bien es solo una noche. Bree me lanza una camiseta blanca con un par de botones al frente.

-Pontela - me dice y vuelve a la su cuarto. La inspecciono tiene un escote que no usaría normalmente. Bree rueda los ojos.

-¡Blue! ¡lo prometiste! -exclama fastidiada. - ¡es solo una noche! - me sigue reclamando. Aquí es cuando me pregunto ¿por qué prometí esto?. Me pongo la camisa y los jeans y me veo en el espejo... No parezco yo. Tiro de la ropa aún dudando y le hago caras a bree ¿te parece? le preguntó con la mirada. Ella sonríe cual madre orgullosa y ahora soy yo quién rueda los ojos sonriendo. Subimos al carro de Sam y vamos con la música a más no poder, ellas gritan cual locas, y yo me rio de sus actitudes, pero dejó de reír cuando llegamos al lugar...¿Un bar?, deben de estar bromeando.

SkylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora