Skyler

Capítulo 34: Calidez (2/4)

-¿¡Estás loca!? - le grito y ella me mira con asombro - ¿quieres que muera de hipotermia?¡está helando! -exclamó sobresaltada. Ella rueda los ojos y me mira con fastidio antes de generar flama en su palma.

-No te pasará nada - dice exasperada. Yo la miro con recelo...

-Esto no me parece una buena idea - me quejo. Ella entorna los ojos -no me deja seguir pensándolo- cuando me empuja al agua. Caigo de espaldas y de golpe, hundiéndome con rapidez, se siente peor que un simple golpe, sumándole ¡qué está increíblemente helada el agua!. Me remuevo con impaciencia sintiendo que me ahogo, trato de salir a la superficie lo más rápido que puedo y cuando lo logró tomó una bocanada codiciosa de aire. En cuanto mi vista se enfocan fulmino con la mirada a Skyler.

-¡Skyler! - chillo -¡me podrías haber matado! ¡el agua está helada! - grito molesta ¿cómo se le ocurre lanzarme con todo y ropa?. La muy desgraciada se está muriendo de la risa y se lanza haciendo una bola de cañón, se hunde a mi lado con un golpe sordo y pocos segundos después asoma su cabeza a la superficie, burbujas se generan a su alrededor y con el agua hasta el cuello me sonríe divertida.

-Tienes que admitir que fue divertido - me dice sonriendo.

-¡Solo para ti! - chillo y le lanzó agua con un manotazo, aún molesta por su broma. Ella ríe y hace lo mismo, empezamos a lanzarnos agua como niñas pequeñas, peleando entre risas hasta que ella dice:

-Ya, no te molestes -dice jalándome hacia sus brazos - ven acá - trata de abrazarme pero yo me remuevo, tratando de zafarme.

-¡No es juego! -me quejo pegándole en el brazo - ¡me pudiste haber matado! - digo exasperada. Ella solo me abraza y su calor me tranquiliza esto no es justo.

-Tranquila - susurra y no necesito verla para saber que está sonriendo - tranquila todo está bien - dice reprimiendo una risa. Yo suspiro resignada.

-Eres imposible - digo con sentimiento.

-Lo sé - contesta con una sonrisa satisfecha y se muerde el labio - me gusta como dices mi nombre - susurra como pensando en voz alta. Se da cuenta que la escuche y se voltea apoyando su cabeza en mi hombro, abrazándome más fuerte, no puedo contener la risa.

-¿Que? - digo divertida y el agua empieza a hervir a nuestro alrededor.

-¡Ay quema! - me quejo separándome de ella. Ella me ve avergonzada.

-Lo siento - musita y sus alas parecen fuegos artificiales con la rapidez que brillan.

-¿Me puedes explicar que fue eso? - pregunto sobresaltada y ella se encoge en su sitio.

-Ammm, es algo bastante estúpido la verdad - trata de justificarse, la miro expectante y ella suspira resignada - mi temperatura es más elevada que los demás - se explica - pero cuando mis emociones son muy fuertes aumenta - dice apenas en un susurro y se hunde en el agua, en su intento fallido por desaparecer, su cabello brilla y muestra su ubicación a pesar de la oscuridad. Me acerco a ella y la jalo de un brazo y ella aún me mira avergonzada.

-¿Y en que pensabas? - me burlo y ella hace una mueca fastidiada.

-Me largo - dice rodando los ojos moviéndose como si quisiera salir, yo... me río y la abrazo, ella me mira con mala cara pero luego me corresponde, tengo una idea. -sonrío maliciosamente-

-¿Así que te gusta que diga tu nombre? - susurro a su oído, ella se estremece funcionó - no me quemes - me quejo antes de que vuelva a hacer hervir el agua, ella suspira.

-No lo sé, lo pronuncias diferente - susurra y niego con la cabeza divertida. Recuesto mi cabeza en su hombro ¿cómo puede decir cosas así de repente?.

-Skyler - susurro distraída alargando las palabras.

-Blue - susurra a mi oído y me da escalofríos nunca había dicho mi nombre. Ella me abraza más fuerte y le correspondo al abrazo, fundiéndome en el, amando la calidez que siempre posee, no se como siempre puede estar tan cálida, sus abrazos...son algo especial, nunca había conocido a alguien que te pudiera transmitir tanto con algo tan simple... pero tampoco la conocía a ella... siento que peina mis cabellos con sus dedos y luego de un rato susurra:

-Creo que ya deberíamos salir - me susurra al oído. Su cálida respiración me roza y envía un escalofrío por mi columna vertebral.

-Tienes razón - contesto. Me separo de ella y con algo de torpeza salgo y me siento en una de las rocas.