Acabó por fin la jornada y Kate y Sofí quedaron para ir al TOMA&CAFÉ.
Caminaron por las calles hasta llegar al local. Al entrar, una pequeña y dorada campanita sonó indicando la entrada de nuevos clientes.
-¡Buenas tardes! - las saludó una mujer de pelo negro azabache y radiante sonrisa vestida con un uniforme blanco y bordes en rosa, acompañado con un delantal negro y la melena recogida en un moño.
-¡Hola Katherine! - saludaron a coro.
-¿Qué vais a tomar chicas?
-Una hamburguesa y zumo de melocotón - contestó Sofí sentándose en una de las mesas más cercanas a la puerta.
-Yo otra hamburguesa y una Coca-Cola por favor - añadió Kate.
-Estará listo en unos minutos chicas-finalizó la camarera alejándose hacia la cocina.
Asintieron con una sonrisa y continuaron hablando.
-Está tarde hay rebajas por Noche Buena...-empezó a hablar Sofí mientras ambas curioseaban el móvil
-Y tu quieres ir para comprar algo para mañana-confirmó Kate.
-Pues sí, no tengo nada nuevo.
-No creo que nadie se fije.
-Lo sé, pero no estaría mal salir - intentaba Sofí convencerla.
-No vas a convencerme. Puedes ir tú sola.
-No sería lo mismo. También podrías comprarte algo bonito.
-Sí, unos vaqueros rajados nuevos no me vendrían mal.
-Un vestido, sería mejor un vestido.
-¿Un vestido Gore en las tiendas? - lo dudo.
-Quizás alguno azul o negro.
-Los vestidos actuales son muy complejos, y con demasiadas cosas dibujadas.
-Pues uno sencillo.
-¿Quién va a la fiesta pública esa? - aparto Kate la mirada del teléfono.
-Nadie en especial - se sonrojó Sofí.
-Nathan.
-¡No!
-Pues estás roja como un tomate.
-¡¿Yo?!
-Sí.
-¡Aquí tenéis chicas! - interrumpió Katherine la conversación.
Les dieron las gracias y se volvió a marchar.
Kate se apresuró a beber un buche de su refresco.
-Venga Kate, te prometo que será rápido.
-Tengo planes para esta tarde-dio un bocado a su hamburguesa.
-Mentirosa. Nunca tienes planes.
-Pues hoy tengo-siguió comiendo.
-Sí, y serán venir de compras-sorbió un poco de zumo por una pajita de color azul.
-No tengo ganas.
-Me da igual, vienes y punto.
-¿Entonces para qué me preguntas?
-Por cortesía.
-Ah bien...
-¡A comer! - le pegó un bocado a su hamburguesa.
-Me llevaré una pistola, sino me gusta nada de lo que hay, morirás.
Justo cuando Sofí se disponía a pronunciar palabra notaron que el volumen de la radio aumentaba por segundos. Se giraron para poder verla.
-¡Dios mío! - se llevó las manos a la cabeza Catherine. - Habrá que ver esta noche, esperemos que no haya una tormenta de nieve aquí también.
-¿Tormenta de nieve? - preguntó Sofí con la boca llena.
-Sí, - asintió Katherine-llevamos una mala racha. Una ola de frío y ahora una tormenta de nieve.
-Creo que no habrá feliz Navidades Públicas - río Kate.
Sofí le gritó que se callara y le arrojó un par de sobres de ketchup cerrados aún.
-¿Tendría que doler? - preguntó Kate mientras terminaba la hamburguesa y se limpiaba la boca.
-Tened cuidado niñas durante los próximos días - les dijo un hombre encapuchado, aparantemente de complexión atlética,que acababa de entrar en el pequeño y cómodo local.
Kate y Sofí entrelazaron miradas de advertencia las cuales apreciaron Katherine y el señor encapuchado que se había sentado en una esquina al final del recinto. Katherine lo atendió rápidamente.
Finalizaron ambas de comer,pagaron la cuenta, se despidieron de Katherine y marcharon hasta la casa de Kate.
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