-¿No se suponen que pueden respirar en cualquier sitio?-preguntó Alex preocupado.
Tumbó el cuerpo sin vida de Sofí en una cama y le practicó el boca a boca.
Jack cogió a Kate en brazos y la tumbó junto a su amiga.
-Tendrían que respirar, como nosotros,en cualquier lugar que quisiesen-contestó Jack.
-Pues no respiran-Alex se pasó el borde de la manga por la frente, sin saber qué hacer.
Volvió a practicarle el boca a boca a cada una de ellas. Les tomó el pulso. No notó nada.
-Jack, no noto nada. ¿Qué hacemos?
-Vamos a darles vida.
-¿Cómo?
-De la única forma que sabemos. Si se entera Papá, nos matará.
-Eso está... mal... Muy mal.
-No se me ocurre otra cosa.
Alex dudó unos instantes y se inclinó un poco sobre Sofí. Acercó sus labios a los de ella, dejando un pequeño espacio. Sus ojos se tornaron negros y comenzó a exhalar un aire frío y de color grisáceo que entraba por la boca de Sofí hasta sus pulmones hasta llenarlos de oxígeno. Las pulsaciones volvieron y el blanco cuerpo inconsciente comenzó a cobrar algo de color.
Se mantuvo así unos minutos.
Se reincorporó y con los ojos abiertos hizo un ligero movimiento hacia atrás, casi cayendo al suelo.
-Le he dado mi vida - comentó Alex suspirando.
-¿Puedes con la otra?
-Claro que puedo,solamente me estoy muriendo.
-Joder, me ha tocado la saboría.
-Como tú-hizo una leve mueca.
Jack imitó a su hermano, y utilizó el mismo hechizo sobre Kate.
-Vamos a dejarlas descansar.
Jack asintió y salió de la habitación detrás de su hermano.
Bajaron las escaleras de la segunda planta y se sentaron en uno de los sofás que había en la habitación. Antiguo y con algo de polvo. Pasaron ahí varias horas hasta que lograron recuperarse en su mayoría.
