Capítulo V

2 2 0
                                    

Kate aporreó la puerta con todas sus fuerzas. No era consciente de cuánto tiempo había pasado ya. Le parecían años.
Nadie parecía contestar. Kate continuaba aporreando la puerta con todas sus fuerzas. Rato tras rato, se ponía en pie y se apoyaba en la madera que las impedía salir de allí.
En un intento de desesperación, comenzó a patear la puerta.
-¿Qué haces? - le preguntó Sofí.
-Aquí no hay aire. Es una sala cerrada. Vamos a terminar consumiendo todo el oxígeno y nos asfixiaremos tarde o temprano. Y tú, asmática, consumes el doble de aire.
-Siento haber nacido asmática-comentó sarcásticamente.
Kate la miró y siguió golpeando la puerta fuertemente. Hasta que sus manos sentían el dolor y les pedía que parase.
-Vamos a morir aquí.
-Podría ser peor.
-Eres odiosamente positiva.
-Ahora no sirve pensar en nada más, quizás, cambie algo...
-Sigue rezando.
-Lo haré.

Pasó el tiempo. No había señal de que algo pudiese cambiar. Dormían constantemente o se mantenían sobre el suelo, tiradas. Cansadas de no hacer nada. Intentando respirar nuevamente. La suciedad que se acumulaba sobre ellas empeoraba sus condiciones.
No hablaban, no podían mover músculo alguno. Dormían. Cerraron los ojos. Se redujo el ritmo de pulsaciones de su corazón.

Sol&LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora