Los dos estaban perplejos, pues a pesar de que habían salido en la busca del otro, no podían ni imaginarse un porque habría salido el contrario a altas horas de la noche, lo cual era una completa casualidad para aquellos dos ya que iban en busca del uno al otro; pero creó que tu ya lo sabias, ¿no es así?
Una vez se recuperaron de aquel pequeño susto provocado por ellos mismos, el primero en hablar fue Robín.
—¿Qué hace el príncipe de nottingham fuera a altas horas de la noche?
—P-pues veras... espera ¿Qué haces tú aquí?
—Mi príncipe, yo pregunte primero.— Dijo ya irritado Robín por la actitud tan tartamuda de el príncipe Juan.
—Salí a buscarte ¿Okay? Te dije que no iba a rendirme con... lo del trato.
Robín se quedó callado al escuchar lo último, a la vez mostrándose pensativo y levantando las pocas esperanzas que le quedaban al rubio.
—¿Así que si iba enserio?....— Preguntó en un tono ingenuo, mientras observaba el semblante serio y ya algo desesperado del príncipe.
—¡CLARO QUE IBA EN-!— Fue callado al instanto por las manos de robín, lo cual pareció prender la entrepierna del príncipe hacianedo setir muchos cosquilleos tambien en su vientre, aunque al parecer aquel grito había alertado a los guardias que se encontraban merodeando por el castillo, los cuales había acudido corriendo hacia el lugar, pero para no ser descubiertos Robín ya se había tirado al agua junto con el príncipe Juan.
—¿Alguien mas lo escucho?— Pregunto uno de los guardias, poniéndose en ridículo el mismo.
—Me pregunto que habrá sido— dijo otro, al parecer mas tonto que el anterior.
Inmediatamente todos volvieron a entrar al castillo, pero esta vez asegurándose de cerrar el portón tras ellos.
—¿Y-y ahora como voy a entrar...?— Pregunto el príncipe Juan una vez había salido del agua, tiritando, con frío y además con una erección aun mas notoria que antes, ¿acaso no le podía ir peor?
—Habra que escalar.— Contestó el príncipe de los ladrones.
—P-pero yo no...— Robín puso uno de sus dedos sobre los finos labios del príncipe, a lo cual el ultimo mencionado se sonrojó y su erección creció a pesar del frío que hacia.
—Solo sigame.— y con eso retiro su dedos de los labios del contrario para proseguir a caminar con cuidado por la orilla de tierra que rodeaba el castillo, obviamente para no volver a caer en el agua.
Y el príncipe Juan no tuvo más opción que seguir al otro en silencio, un silencio que le gustaria estar llenando con los gemidos del príncipe de los ladrones.
—G-Aa— El príncipe Juan no pudo más, un gemido se escapo de sus labios, su miembro dolía a mas no poder, y solo pudo tapar su boca para tratar de evitar que el contrario lo escuchase.
—¿Sucedió algo?— Demaciado tarde, ya lo habían escuchado.
—N-No, nada de... eso. Es... Es solo que casi caigo.
—En ese caso tenga mas cuidado mi príncipe, no resultaría nada bueno al volver al agua.— Y con eso solo se volteó y siguió caminando.
—R-Robin... ¿C-cuánto falta p-para llegar?— Ya no lo soportaba, ver como las piernas del príncipe de los ladrones se movían y además, el que su ropa estuviese empapada hacia que se pegase a su piel, lo cual resaltaba aun mas su contorneada figura. Si seguía así de seguro que no iba a aguantar y no esperaría por alguna respuesta del contrario atacándolo sin piedad en cualquier momento.
—Justo.. ahora—. Dijo, deteniendose justo frente a una parte del muro del cual colgaban unas plantas muy parecidas a unas enredaderas, pero no totalmente distinguidas por la falta de iluminación.— Suba usted primero.
—¿P-p-pe-ro c-como?!— Respondió un poco alterado el príncipe Juan, ya no soportaba ver esos labios rosados brillando bajo la luz de la luna sin tener una mínima posibilidad de lanzarse sobre ellos.
Robín solo se limitó a poner cara de irritación, mientras que se daba la vuelta y se agachaba un poco hasta quedar en cunclillas.— Sólo suvase a mi espalda.
Inmediatamente el príncipe Juan acató ordenes, con la única inseguridad de que el contrario pudiese notar su marcada erección, a lo cual hizo un gran esfuerzo por evitar que eso pasara, pero al parecer no había valido la pena realmente.
—Así que... ¿Por eso tan agitado, no?— No podía creer lo que había dicho, se había dado cuenta de la notoria excitación y aun así, ¿Bromeaba sobre eso? Al parecer el principe de los ladrones si que era un verdadero pillo.
El príncipe Juan solo pudo aferrar su agarre en el cuerpo del contrario para no caer mientras Robín subía por las enredaderas, al mismo tiempo que ocultaba su sonrojado rostro en la espalda del contrario, sin tomar en cuenta que éste no lo podía ver.
Perdón
Por
No
Haber
Actualizado
En
Tanto
TiempoBueno, se que este libro no tiene tantas vistas pero, si que tiene y a algunas realmente les intereso el libro, pero lo que pasa aquí es que no tenia realmente mucha inspiración, sorry por ser así ;-;
Por cierto, una pregunta; ¿te gustaría que empiecen a narrar los personajes o mejor dejo la narración como esta?
-M6
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El Principe De Los Ladrones (Yaoi/BL/Gay) [CANCELADA]
RomanceEn la edad media existía un príncipe el cual por algún motivo desconocido no tenia ni un pizca de consideración por sus aldeanos. Así como también existía un pillo el cual se negaba a seguir el mandato de éste mismo príncipe, queriendo hacer justici...