8.¿me dirás de una vez por todas el porqué?

1K 40 65
                                    

—Bueno... supongo que lo descubriremos cuando lleguemos a la guarida —respondió Scarlett con una sonrisa.

Las chicas continuaron su camino en silencio, mientras que el príncipe las seguía de igual manera, mas no lograba sacarse su pregunta de la cabeza, ¿tan odioso era para todos?¿era así de malo y descarado?¿cómo podría arreglar la impresión que daba? y si intentaba arreglarla... ¿realmente lo lograría?

(...)

—¡Robín, ya hemos llegado! —gritó Scarlett desde la planta de abajo, llamando a Robín el cual se hallaba bajando las escaleras.

—Oh, que bien, gracias chicas —dijo llegando hasta ellas para abrazarlas al mismo tiempo y besar la Marian en la mejilla—, pero ¿porqué han venido tan tarde? —preguntó en un tono serio, casi como reprochandolas.

—Oh, vamos Robín, que tampoco es de noche —respondió Marian.

—Pero ya casi lo será —contraatacó Robín.

—Vamos chicos, no hay porque discutir. Cuando las señoritas quieran regresar al castillo nosotros podemos escoltarlas, ¿no es así, Tuck? —trató de hacerlos entrar en razón John, pidiendo ayuda de su amigo el cual se hallaba comiendo en el sofá.

—¿Eh? oh, si, si, muy cierto —respondió sin mucho interés el mencionado, pues se hallaba muy cómodo comiendo su emparedado.

—Bueno... —respondió Robín.

—Y bien Robín, ¿de que nos querías hablar? —preguntó Marian curiosa.

—...P-pues... verán... —No lo podía creer, una vez más no podía formular palabra alguna al tratar de decirlo.

—Robín... —Todos lo miraban, lo cual lo ponía aún más nervioso

—¡no puedo decirlo!! —gritó y corrió hacía la segunda planta, corrió como si la muerte lo persiguiera, en este caso lo que lo perseguía era la angustia de lo que haría respecto al trato.

John simplemente suspiró, su mejor amigo estaba muy mal y todo por culpa de un gilipollas como el príncipe, y por eso necesitaba ayuda; aunque no se atreviese a pedirla—. El príncipe le ofreció un trato que consiste en que si mantienen relaciones sexuales él va a gobernar como lo hizo su hermano —dijo casi como si nada, pero con todo el pesar del mundo de que tuvo que ser él quien se los dijo porque el pelirrojo no pudo.

Todos los demás estaban en shock, incluso el príncipe quien se hallaba escondido en unos arbustos al pie de la guarida.

—El príncipe... ¿osea mi primo!? —preguntó casi despavorida Marian.

—Sí, él mismo.

Nadie de ahí lo podía creer, excepto John, y claro, el príncipe Juan.

—Pero... ¿¡Cómo porqué!? —preguntó ahora Scarlett.

—Saciar sus deseos sexuales, nunca se los dije, pero, cuando saqueábamos el castillo de noche... —se quedó en blanco un momento, dudando de si debía decirlo o no, y de que forma hacerlo— Siempre que pasábamos por la habitación de él, probablemente no se habrán dado cuenta, pero el príncipe mataba su polla, casi literalmente.

El príncipe se puso totalmente rojo, ¿cómo es que se había dado cuenta? si él era muy discreto... en la mayoría de los casos.

—Y dejenme decirles que desde hace relativamente poco, empezó a gemir el nombre de Robín mientras lo hace.

Nadie ahí lo podía creer, y en primer lugar ¿porqué John tuvo que entrometerse en  asuntos tan sucios del príncipe?

—¿Y se puede saber porque lo espiabas? —preguntó Tuck.

El Principe De Los Ladrones (Yaoi/BL/Gay) [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora