4. Insistencia contra resistencia

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—Ya hemos llegado mi príncipe, ya puede bajar de mi espalda.— Decía robín al mismo tiempo en que se arrodillaba para falicitarle la acción de bajarse al príncipe Juan.

—Esto... si, gracias.— Dijo el príncipe Juan, bajando de su espalda, pero accidentalmente en un movimiento en falso, el miembro de este rozo por completo la columna vertebral y espalda baja de el pelirrojo.— ¡AA-AH! ¡L-L-LO S-SIENTO TANT-TO!.— Dijó el rubio totalmente sonrojado, no solo por la incomodidad que sabia que le había provocado al otro, si no tambien porque su cuerpo lo traiciono una vez más, haciendo que su miembro se pusiese aun mas duro, ¿Porqué sera que las neuronas de este adolescente estaban tan desatadas?¿Acaso su amigo podía ponerse mas duro aun? si seguía así él estaba seguro de que terminaría seco mañana por la mañana, porque en ese estado ya no se podía salvar de una sesión de amor propio esta misma noche.

—Adiós.— Dijo Robín sonrojado antes de lanzarse al agua, puesto que los guardias ya se encontraban trotando hacia el área donde se escucho el grito del príncipe.

—¿Sucedió algo príncipe Juan?— Preguntó el sheriff, quien había acudido corriendo a la situación.

—O-oh no, no es nada sheriff. Creo que otra vez me dio sonambulismo.

—Oh, en ese caso déjeme escoltar lo hasta su habitación, nadie quiere que se quede dormido en medio camino, jajaja— decía el mayor, con una risa un poco seca.

—¡No, no! Así estoy bien, gracias.— Dijo el menor, no quería que alguien de repente se fijara un poco mas abajo de donde debería...

—Insisto, príncipe Juan.— El sheriff era obstinado aveces, y esta vez no era la excepción.

—¡QUE DIJE QUE NO!— El sheriff se espantó, había visto al príncipe enfadado, e imcluso histérico, pero nunca lo había visto tan alterado como ahora.

—Principe Juan, ¿Se siente usted bien?— Preguntó con inseguridad, la ultima vez que le había preguntado eso lo había dejado sin cenar por una semana.

—Me siento de maravilla, ahora puede volver a su trabajo.— Dijó tratando de relajarse el  príncipe, casi huyendo instantáneamente de aquella situación que sinceramente no le agradaba en lo absoluto.

Una vez en su habitación, busco desesperadamente en su cómoda, hasta encontrar una hoja en la cual estaba dibujada la imagen de el príncipe de los ladrones.

(...)

Mierda, ¿Cómo había pasado todo aquello anoche?¿Cómo iba a librarse del trato del principe ahora que sabia que iba enserio?¿Y porque tenia que resfriarse? Esas y aun mas eran las preguntas de robín hood, el cual acababa de despertar de una horrorosa pesadilla que involucraba el trato.

El dolor de cabeza era insoportable, y la impotencia de saber que se toparía con el príncipe de nuevo en menos de lo que canta el gallo lo carcomía desde dentro hacia afuera, simplemente se negaba a tener que aceptar que "prendía" de alguna u otra forma al mencionado. Y se negaba aun mas a aceptar el trato.

Y es que incluso había bromeado al respecto para tratar de romper la tensión sexual por la que pasaba el príncipe en esos momentos pero, al parecer solo lo empeoró.

¿Cómo era posible que un pene llegara a estar tan duro?¿Acaso tanta excitación le provocaba?¿Cómo iba a librarse de un miembro de la realeza con mentalidad de niño y hormonas de puberto, el cual para acabarla quería hacer una clase de trato sexual, en el cual se amarraría hasta que se cansase de él, para que luego probablemente vuelvan a surgir los problemas de siempre? Simplemente era ilógica la situación y obvia la respuesta para el pelirrojo, mientras que para el rubio era todo lo contrario.

Al otro lado del bosque de sherwood, el rubio se encontraba picoteando su desayuno, no había dormido en toda la noche y lo ultimo por lo que se preocupaba era el desayuno, ¡QUE EL QUERIA DORMIR, JODER! ¿¡ES QUE NADIE ENTIENDE EM SIGNIFICADO DE "5 minutos mas"?! aunque bueno, cuando eres el único en el trono no puedes tener esos 5 minutos mas.

El príncipe detestaba su vida, le gustaría ser un justiciero como robín, un pueblerino común y corriente, o incluso un bandido, pero esa vida llena de responsabilidades lo tenia fastidiado.

Pero eso no era lo peor, ¿sabian? ¡lo peor era QUE ROBÍN SE LE HABIA ESCAPADO UNA VEZ MAS Y NI SIQUIERA LE DIO UNA RESPUESTA!!

Todo este asusto le agobiaba, y pensó en deshacerse de el trato, pero se arrepentía cuando notaba que no tenia la suficiente voluntad sobre su cuerpo y éste volvía a traicionarlo gracias a las hormonas.

Debía empezar a hacer algo para cambiar todo esto, pero ¿Qué?¿Qué podría ser suficiente para convencer al príncipe de los ladrones de que todos se beneficiarían con el trato?

Esta era una misión en la cual debía triunfar si o si, después de todo, este parecía ser un raro caso de insistencia contra resistencia.











Bueno eso es todo por hoy, no olviden compartir esta historia con sus amig@s amantes del bl ;3

~M6

El Principe De Los Ladrones (Yaoi/BL/Gay) [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora