En la edad media existía un príncipe el cual por algún motivo desconocido no tenia ni un pizca de consideración por sus aldeanos. Así como también existía un pillo el cual se negaba a seguir el mandato de éste mismo príncipe, queriendo hacer justici...
(Nota de la fecha actual (24/07/2018): estoy idiota y en el proceso de edición se me borró accidentalmente el primer diálogo, merezco el odio, pero si siguen leyendo (solamente bajar un poco hasta darse cuenta) se llevaran una linda sorpresa :) bueno sólo eso).
—Robín, ¿te encuentras bien? —pregunté bastante preocupado al ver a Robín entrar a la guarida muy agitado. ¿Que le habrá pasado?¿y donde estuvo todo este tiempo en que salió?
—No —respondió con el semblante serio y la expresión tan seca como el mismo desierto...
Definitivamente le había pasado algo malo... y en serio muy, pero muy malo.
Casi como si fuera de esperarse, el rostro de el estúpido del príncipe Juan vino a mi mente.
—¿Qué hizo ahora el príncipe Juan? —Fui al grano. Ya estaba harto de sus tonterías.
—É-él... —Sus ojos empezaron a cristalizarse, indicando que empezaría a llorar. ¡Si ese maldito le hizo algo yo...! «Perro ladrador, poco mordedor» vino a mi mente un recuerdo de el príncipe Juan diciendo eso... Así que... ¿Eso había ocurrido ayer, no?
Cuando pude salir de mis pensamientos, pude encontrar a Robín llorando, tratando de detener el llanto —el cual, por más veces que frotara sus ojos, no cesaba.
—¡Robín! —grité. Sorprendido, corrí a auxiliarlo; tratando de calmarlo entre mis brazos, pero lo que no esperaba era que él me empujaría, corriendo hacía arriba como si le estuviese haciendo daño... cosa la cual confirmó mi sospecha...
—¡L-lo siento!¡quiero estar solo! —pidió gritando desde arriba, cosa la cual por más que quisiese a Robín, tenía que respetar... ya habrá otro momento para hablar de eso. Por ahora debía hacer pagar al príncipe por todo el mal que ha provocado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Corrí hacia la parte de arriba, tirandome a la hamaca y tapandome por completo con la pequeña sabana que se encontraba a un lado; no quería que nadie me viera, no quería que me descubrieran en este estado, pero ni loco me tocaría, y mucho menos sabiendo que fue ese bastardo quien provocó que me excitara... Joder, de tan sólo recordar como me habia tocado... me hacían sentir de una forma tan repugnante y caliente a la vez...
¿¡En que demonios estoy pensando!?
¡No tenia porque excitarme más!¡que era violación!¡y era en contra de mi voluntad!...
Aunque... justo ahora me estaba planteando si era verdad lo que me había dicho el príncipe...
«Oh, vamos. Yo se que te gustará al final».
Sentí un hormigueo en mi entrepierna, ¡por dios!¿¡porque mi cuerpo tenia que reaccionar así!?
Mi miembro empezó a crecer y a endurecerse de una forma considerable... si seguía así no tendría otra alternativa; así que rápidamente me escabullí por la guarida —pretendiendo que nadie me viera, mas para mi sorpresa no habia nadie— y corrí hasta el lago que había cerca de aquí.