D O C E

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YoonGi

Llegué a la Mansión con la mente en las nubes, lo había besado solo para comprobar que tanto me gustaba, pues necesitaba saber si valía la pena arriesgarlo todo por ese licano.

Y vaya que  sí lo valía...

Solo con el roce se sus cálidos labios sobre los míos, mi cerebro reaccionó y por primera vez en mucho, mucho tiempo, sentí como mi corazón saltaba vivo, llenándome de calidez por completo. Entendí que Namjoon, era algo mas que un gusto o capricho, estaba enamorado de él, enamorado de verdad, me dolió y costó dejarlo solo en aquel lugar, pero era por prevención.

Mientras caminaba, notaba de nuevo esas miradas tan intensas sobre mi. Siempre lo mismo...
Caminaba tranquilamente hacia el salón de urnas, para hablar con mi padre y explicarle lo de Jimin y SeokJin; pero claro, el rubio anteriormente mencionado, me interceptó por detrás y me jalo hacia una esquina oscura del pasillo.

- ¿Cómo pudiste hacerme esto?  ¡Avergonzarme de esa forma! Todos en esta casa, sabían que teníamos planes para nosotros, YoonGi.

Oh, por eso las miradas. Puse los ojos en blanco, pues no teníamos seis años.

- Por el amor a todo lo vampiríco. No hay "nosotros", nunca lo hubo y jamás lo habrá- sacudí mis hombros con asco de solo imaginar estar en la cama con él.

Ignoró todas mis señales de despreció y habló como si yo fuese un niño a quién regañaban.

- Irás a dónde tu padre y dirás exactamente lo que yo te diga, desde ahora, harás lo que se te ordene. ¿Fui expresamente claro?

- No voy a...- Me abofeteó y mis ojos de la rabia se tornaron amarillos.

- Dije sí quedó claro

Le devolví el golpe, tirando por la borda el hecho de que sea el jefe de la casa.

- Estás fumado si piensas que podrás dominarme, no te pertenezco Park, ni hoy ni jamás.

Dicho esto lo dejé en el suelo llorando con la mano en la mejilla, sus ojos vampíricos me miraban con dolor, pero no sentí absolutamente nada.  Así que di media vuelta y me dirigí hasta el salón, al llegar, cerré las puertas y vi a mi padre aun en estado debilitado, me sonrió levemente y yo lo reverencié, haciéndolo reír con suavidad.

- Mi querido muchacho- alcé la cara incorporándome- Tú no me debes reverenciar. Ven acércate hijo mío, han pasado ya un tiempo, te vez más alto.

Me acerqué al trono de mi padre, y me senté a sus pies como lo hacía cuándo era niño.

- He estado perdido sin usted, padre- admití y él palmeó mi cabeza con suavidad- acosado por Jimin y su enamoramiento tóxicamente obsesivo.

Min Soon Young, soltó una carcajada gutural, pues siempre le hizo gracia el ficticio romance de quinceañera que Jimin poseía conmigo, yo suspiré colocándo los ojos en blanco. Siempre era el mismo chisme cuando tocabamos el tema: Él se burlaba y yo me frustraba.

- Mi muchacho, eso es más viejo que todas las historias, tú más que nadie, sabe el porque de su compulsiva obsesión, pues ese chico anhela lo que no puede poseer- comentó.- Ahora...- su voz se tornó fría y sombria, yo me alarmé y me levanté del suelo- dime YoonGi, ¿Porqué piensas que SeokJin está vivo?

- Padre, yo le dí todas las pruebas que...

- ¡Ideas e imágenes sin son ni concierto! ¡Por eso esta prohibido que los jovenes realicen un despertar. Pudiste matarme Min YoonGi!

Suspiré, no habíamos pasado ni 10 minutos juntos y ya me estaba dando lata, típico.

- Lo siento, ¿okay? No pensé bien las cosas, pero es que entiendeme, vi a Seok, lo herí- él negó varias veces obligandose a no creerme- ¡Diablos papá, debes creerme!

- La cadena jamás, YoonGi, Jamás se ha roto ni una sola vez en 14 siglos, No desde que los mayores, comenzamos a rotarnos en el tiempo. ¡1 despierto, dos dormidos, así debe de ser! Pero tú, maldita sea, tú siempre con tus complejos de guerrero, queriendo morder más de lo que puedes masticar.

- Entiendeme papá, no tuve ninguna alternativa, todos estámos en peligro, el pacto y Namjoon...

- ¡Ah sí!- me interrumpió con el asco dibujado en la cara- el...licano.

- Si mis memorias no fueron suficientes, por favor, dejeme buscar personalmente las pruebas que necesita.

- No, ya tu has hecho o bueno deshecho lo suficiente. Dejaré que Jimin como responsable de este aquelarre busque esa "prueba", claro...si es que existe.

No pude darle crédito a lo que oía, mi padre siempre me daba el beneficio de la duda, él sabía que yo no era un mentiroso y que mis corazonadas, resultaban siempre ciertas. Una ola de enojo se apoderó de mi cuerpo, tuve que retenerme a mi mismo a no gruñirle, pues enserio su actitud, me había ofendido, pero tampoco pude evitar gritarle.

- ¡¿PORQUÉ DIABLOS INSISTES EN CREERLE A ELLA Y NO A MI, A TÚ HIJO?!

- ¡PORQUE ÉL, NO HA SIDO TENTADO POR UN ANIMAL!- me gritó acusadoramente y yo quedé helado- ¡LO SABOREO EN TU SANGRE, SIENTES DESEOS HACÍA  ESE PERRO!

vale, esto no era lo que yo me esperaba.

- Papá.

- ¡Cállate! No quiero escucharte más, dios eres igual que JungKook...rompiste mi corazón. Te amo, eres mi sangre, pero tus crimenes se escapan de mis manos.

Sentí como caí de rodillas y cómo las lágrimas de sangre comenzaban a formarse en mis ojos.

- Las reglas existen por una razón- La puerta se abrió y olí el efluvio de dos de sus guardias, junto con el de Jimin y mi hermano- y tú las quebraste. No tendré ninguna compasión contigo.

- ¡¿Papá que carajo haces?!- oí la voz preocupada de Tae y sus pasos acercandose. Mi padre no se inmutó.

- Cuándo llegue el consejo y Shin WonHo se haga presente, nos reuniremos y...

- Papá...por favor, no...- susurré. 

Esto no era lo que debía pasar.

- ¡Rompiste el pacto, rompiste la cadena y las reglas! No involucrarte de ninguna manera con animales, y rompiste mi corazón. Min YoonGi: te sentencio a muerte, arderás bajo el sol, hasta convertirte en cenizas.

Los sollozos junto con las lágrimas escaparon de mis labios, Taehyung estaba fúrico gritando e insltando, defendiendome a gritos.

- ¡¿ES TÚ HIJO, ES TÚ SANGRE, COMO DIABLOS PUEDES DARLE LA PENA MÁXIMA?!

- ¡NO ME HABLES EN ESE TONO MIN TAEHYUNG!- mi padre, se incorporó y  lo golpeó tirandolo al suelo.

- ¡Tae!- gateé hasta él y él solo me arrulló en sus brazos.

- Que mierda de padre nos dio mi madre- espetó con la ira y el dolor reflejado en su rostro, mientras las lagrimas de sangre corrían de sus ojos rojos. Yo estaba roto en su pecho.

- Jimin

- ¿Sí?- él se acercó a él sin siquiera mirarnos.

- Confina al prisionero a su habitación, hasta que el consejo esté reunido. No habrá alimento para él ni clemencia.

- Sí mi señor.

Jimin chasqueó los dedos y los guardias me arrancaron de los brazos de mi hermano, él desenfundó sus armas y los apunto.

- Sueltenlo. Ahora- exigió quitando los seguros 

- Taehyung, porfavor- le supliqué alzando mi rostro con orgullo- detente...recibiré mi castigo.

- Pero Yoonie...

- Llevenselo ahora- ordenó mi padre molesto- Y tú, vete de mi vista antes que te mande a matar a ti también.

Taehyung sonrió molesto guardando sus armas y le hizo una reverncia sarcastica a papá.

- Como ordene, mi señor.

Taehyung se fue ruidosamente molesto, lo escuchaba tirar cuan estatua se atravesara en su camino.

Haber confiado en que mi padre me ayudaría, había sido el peor de mis errores.

Y ahora, dentro de unas horas, yo sería menos que cenizas.

Namjoonie...perdóname.



Inframundo ~ NamGi~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora