Inframundo ~ NamGi~

D I E C I S I E T E

YoonGi (2/2)

Al llegar a un pasillo en ruinas, comencé a caminar un poco más despacio, escuchando y mirando con atención. Un rugido familiar hizo detenerme en seco. Voltee y vi como un licano se estrellaba contra la pared a causa de la agresividad de su carrera, aquí, comencé a correr lo más rápido que pude siguiendo el pasillo, este a medida de que terminaba, se iba separando en dos caminos, por lo que indeciso, me voltee y mate al lycan de tres disparos; para luego, tomar el camino de la derecha.

Maldición, después de esto me tomare unas merecidas vacaciones.

Llegué a un segundo pasillo y uno de esos apestosos perros, se abalanzo contra mi, aunque no con suficiente rapidez, pues pude esquivarlo y comencé a correr aún más rápido, voltee solo un poco para mirarle de reojo y disparar pero falle, y menos mal que lo hice, pues al mirar al frente vi que otro perro se acercaba peligrosamente con las fauces abiertas listo para arrancarme la cara de un mordisco.
Así que rápidamente, tomé impulso y salte sobre él disparandole en la nuca.

Aterricé de rodillas deslizandome por el mugriento suelo sacando el cargador vacío y colocando otro con velocidad, ya casi tenia al otro perro sobre mi trasero, así que lo encaré aún de rodillas y le dispare cuatro veces en toda la boca.

Comencé a respirar con un poco de dificultad, suspire y me levante con las manos en las rodillas, enserio necesitaba vacaciones, ya estaba viejo para estos trajines.

Comencé a trotar aún más alerta hasta un tramo de escaleras, las subí de dos en dos  y al llegar, un efluvio conocido azoto mi nariz, inspire el aire con una sonrisa.

NamJoon.

Más decidido que nunca, camine a grandes zancadas por ese pasillo alfombrado y entre a la única habitación de ese piso escondiendome rapidamente tras unos gruesos estantes, habían dos perros no transformados vigilando una especie de entrada con unas cortinas de plástico, allí tenían a mi hombre. Y más les valía a esos hijos de puta que estuviese vivo.

Le dispare a los tipos y ellos al caer al suelo, corrí como loco atravesando la cortina y allí estaba él, encadenado de pie en una especie de mesa para quirófano.

-¿Namjoonie?- lo llamé suavemente acercandome a él, rompí las cadenas de sus muñecas con mis manos, por el ruido, mi Lycan abrió los ojos  y me sonrió deslumbrandome a pesar de su cansado estado.

- Sabía que eras tú.

Yo al escuchar eso, mi corazón saltó de alegría y me fue evitado no besarle con bastante ganas, mientras lo terminaba de liberar.
Lo cargue en brazos mientras lo besaba y él se sujeto a mi  como koala, rodeando sus gruesas pierna en mi cintura. Profundizamos el beso mientras que sus dedos se enrollaban en mi cabello y mis manos sujetaban sus nalgas. Él rompió el beso para respirar y yo bese su cuello levemente.

- Tengo que sacarte de aquí bonito, mi padre puede que esté en camino- nos miramos- y no descansara hasta matarte.

- También te matara a ti por ayudarme- comentó preocupado.
Sin importarme media mierda dónde estábamos,  lo volví a besar con mas soltura, estrechandolo  contra mi cuerpo.
- Es un precio del que estoy dispuesto a pagar por quererte- sus mejillas se tornaron rojas y su corazón se acelero, entero su rostro en mi cuello abrazandome más fuerte.

- Eish, no digas esas cosas.

- Te quiero- canturré y el rió levemente.

Un cosquilleo recorrió mi espalda y me hizo sonreír ampliamente, en verdad lo amaba.

Deposite a NamJoon en el suelo con cuidado, para luego tomar su mano y caminar.

-¿Listo?- NamJoon asintió.

- Si estás conmigo, estoy más que listo, por favor, no me dejes atrás.

- Nunca lo haré, bonito.

Salimos de la habitación decididos a enfrentarnos a nuestros enemigos, y sobre todo, enfrentarnos  a mi padre, y si él nos mataba, estaba bien, pues ya había vivido lo suficiente y ahora  no quería vivir en un mundo en donde NamJoon no existiera.