Q U I N C E

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NamJoon.

Me había desmayado, lo sabía ya que la cabeza me daba vueltas. Poco a poco, comencé a recobrar el conocimiento; miré hacia abajo y estaba de pie amarrado con gruesas correas, contra lo que parecía ser una camilla de metal quirúrgica.  Quise gritar, pero sentí un pedazo de tela rozar mi lengua, ¡maravilloso! Amarrado y amordazado, jesús sabrá dónde.

Cuando ya deje de ver puntos negros y mi vista se ajustó a la luz, miré hacia los lados, me encontraba en una especie de laboratorio bastante descuidado e improvisado.

Una voz me hablo desde las sombras.

- Tranquilo, te coloque una enzima para retrasar el cambio, pasará un par de minutos antes de eliminar esa sensación.

Busque la voz y vi como de un punto ciego, salía el chico perro que me mordió, el hombre que me condenó a esto. Él me sonreía un poco apenado, pero su mirada dura casi inhumana era bastante creepy.

No me di cuenta que no estábamos solos, hasta que sentí a alguien tomarme del brazo, tratando de inyectarme algo. Por acto de reflejo, moví el brazo haciendo que tirara la inyectadora. El tipo molesto, me golpeo con el dorso de su mano.

- ¡Basta Jaebum ! Solo- suspiró- averigua porque rayos Ken  tarda tanto.

El gigantón, me gruño y salio de la habitación.

- Disculpalo, le falta una lección de buenos modales, pero hablando de modales ¿Dónde están los míos?- río suavemente- Me llamo Kim SeokJin- el chico me reverencio un poco, para luego quitarme la mordaza y recoger la inyectadora del suelo.

- Tengo que volver, debo irme...

- ¿Irte? No, lo siento. No puedes volver, te mataran apenas te vean, solo por ser lo que eres...un licano.

Aja ¿y gracias a quien? Pensé mordazmente.

Él empapo un algodón con alcohol y me lo restrego en el brazo, para luego con la inyectadora sacarme sangre.

-¡Oye amigo, conozco mis derechos! ¿Que haces?- río apacible entre dientes.

- Solo le doy fin a este conflicto de mierda, nada más.

¿Con mi sangre? ¿Qué? Acaso le dirá:- ¡Hey tengo un poco de sangre de un chico joven y atractivo, compadres de nuevo?

Puse los ojos en blanco.

- Tu guerra no tiene nada que ver conmigo, apenas naci hace 25 años.

Sus ojos blancos me observaron con un poco de...¿ira?

- ¿Mi guerra?- estaba claramente ofendido- ¿Eso te dijeron?- río con amargura- no... Esta no es mi guerra, NamJoonie.

Cuando dio media vuelta para dirigirse a un tubo de ensayo, vi aquella joya en su cuello, la misma joya que tenia aquella belleza de ojos rojos, amarrado en la estaca antes de ser quemado.

La visión me vino de nuevo...pero esta vez, SeokJin estaba allí, siendo torturado a latigazos, encadenado al piso sin poder moverse, semi desnudo frente a ese hermoso chico, quien lloraba y trataba de sacarse las cadenas, pidiendole a los guardias que se detuvieran.

SeokJin indefenso gritaba de verdadero dolor, pero su semblante y sus ojos tenían brillo, y miraba al chico con verdadera devoción.

Al terminar de destruir su espalda, los guardias salieron, el techo comenzó a abrirse, y él ahora trataba de quitarse las cadenas con nerviosismo.

- mierda, mierda- maldecía.

Entendí el porqué, poco a poco, la luz se dejaba entrar, el vampiro  miraba con nerviosismo el techo.

- No mires arriba, mirarme a mi bebé, mirame a mi- lloriqueaba él.

Cuando la luz comenzó a llenar la habitación, ese chico comenzó a gritar de dolor junto a él, pero a diferencia, SeokJin  gritaba  de pura angustia.

- Adios...amor- se despidió el muchacho con lágrimas y una sonrisa que mostraba sus colmillos, para luego, cuándo los rayos entraron a la habitación con intensidad, consumirse en su totalidad.

- ¡NO, NO...JUNGKOOK!

Volví en mi sorprendido y confundido, espera ¿Jungkook? ¿El hermano de YoonGi?

- Te obligaron a verle morir- dije casi sin aire- al hermano mellizo de YoonGi, ¿Tú lo amaste, cierto? Eso inició la guerra. Yoon me contó la versión de los vampiros, ustedes atacaron a todos, pero era mentira ¿cierto?

- En esa época, eramos los esclavos de los vampiros, sus vigilantes diurnos, dormiamos en el mismo sitio donde cagabamos y comiamos una miseria. Yo naci siendo un esclavo privilegiado, pues  el rey me tomó estima. Jamás conocí en su totalidad a Yooni o a su otro hermano, pues estaba prohibido entrar al castillo.- Sonrió levemente recordando- pero mi Jungkook, él era uno de los arqueros principales, así que  debía estar afuera. Yo jamas albergue mala voluntad contra ellos, incluso me enamore de ese príncipe arquero y él por un bonito milagro, me correspondía con fervor. 

"Pero su padre...- chasqueo la lengua frustrado- los licanos en ese establo eran amigos, no querían lastimar a nadie, solo querían salvarnos a él y a mi. Pero todo se descontrolo, ellos murieron al igual que vampiros inocentes, como la reina, una vampiresa incapaz de matar a un zancudo.

Pero, lo que tú...vampiro no sabe, es que fue su propio padre quien ordeno matar a su propio hijo por enamorarse de un esclavo. Y sí, como castigo tuve que presenciar la muerte del hombre al que amaba y aún amo con maldita pasión.

Esta es su guerra, NamJoon, la guerra de Soon Young por su estúpido racismo a los lobos; y ha dedicado estos ultimos 400 años en exterminar a mi gente. Así que te pido, que no vuelvas a decir que esta es mi guerra.

Estaba en total y maldito shock, el propio padre de mi Yoonie, mato a su propio hijo por enamorarse de un licano. Y yo ahora era uno de ellos... Por Dios, ahora temía por él. No quería verlo arder.

Con morbosidad, mi cerebro invirtió la imágen, ahora era él quien ardía y yo era el que gritaba desesperado entre lágrimas.

- Adios...mi amor- se había despedido, para luego convertirse en polvo.

-¡¿QUÉ LE HARÁN A MI YOONGI SI SE ENTERA SOON YOUNG?!

pero no hubo respuesta a mi grito desesperado, pues se escucharon disparos y tuve el presentimiento de que era él, mi vampiro, sonreí como tonto, mientras que Kim SeokJin salía con un arma en las manos.



Inframundo ~ NamGi~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora