Capítulo 2

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Karma de nuevo ingresó a aquella página —era sencillo ya que solo la buscaba en el historial— y dio click en el anuncio que le apareció la última vez. Fue extraño que la misma chica tan encantadora hubiera aparecido de nuevo, pero no se quejaba ya que había deseado eso.

De nuevo estaba teniendo un baile erótico justo frente a sus ojos —a través de una pantalla—, pero con una cosa más. La chica tenía un tipo de juguete sexual en sus manos, Karma no podía descifrar muy bien de qué se trataba, pero ella solo empezó a pasarlo sobre su trasero.

Tenía una idea de lo que pasaría.

Lo único que enfocaba ahora era su trasero —estaba de espaldas para ser más exactos—, puso el juguete en el suelo y se quitó las bragas con la falda aún cubriendo lo que sería su vagina. Se sentó sobre el juguete y lo introdujo sin muchos rodeos en su entrada.

Karma solo se hizo una imagen mental de que era él quien penetraba en medio de tan grandes glúteos —como el pensaba—.

Y así estuvo Karma por casi toda la semana. Entrando a la misma sesión con la misma persona, pero a ninguno de los dos parecía molestarle. Incluso había tomado fotos en algunas de las sesiones por si no podía tener acceso a su computadora.

Y aún no revelaba su rostro, a pesar de ya llevar algo de tiempo ahí.

Algo que se le hacía extraño es que ella nunca revelara lo que sería su vagina, siempre la ocultaba con su falda e incluso cuando se quitaba las bragas. Lo único que mostraba típicamente era su trasero y alguna veces sus senos —que por cierto, parecía no tener—. Todo eso se le hacía sospechoso, si ella se había sometido a hacer ese tipo de trabajo, ¿por qué no mostraba más de sí ni se desnudaba por completo?

Y obviamente, como se había mencionado antes, a Nagisa le extrañaba que el chico al otro lado de la pantalla no mostrara su rostro.

•••

—No lo sé, Kayano. Siento que él es diferente, sé que busca sexo y todo eso, pero no es tan confiado conmigo como todos los hombres que he visto—sonrió.

—No puedes enamorarte de uno de tus usuarios. ¡Eso sería riesgoso! incluso podrían abusar de ti si te vieren persona —opinó paranoica la peli-verde. Después de todo, se preocupaba por su amigo.

—No me importaría que lo hicieran.

—Estás loco.

—Lo sé, lo sé.

Entraron al aula, y por suerte la primera clase estaba libre. Así que como es típico en cualquier salón de clase, había mucho ruido y no hacían falta los desórdenes por parte de algunos alumnos.

Karma aprovechó la situación —y como todos estaban distraídos— y sacó su celular. Desbloqueó una galería oculta que tenía y empezó a ojear las imágenes de la chica que le ofrecía tales actos.

—Eres tan hermosa. Me gustaría conocerte —murmuró.

Se había centrado tanto en la pantalla de su móvil que no notó que una peli-verde curiosa estaba tras él, alcanzando a mirar el tipo de imágenes que veía.

»¡Es Nagisa! «—pensó en sus adentros.

En ese momento concluyó que Karma era uno de los tantos hombres que veían a Nagisa. Estuvo asustada, y sentía la gran necesidad de decirle la verdad a Nagisa. Pero una parte de ella decía que no lo hiciera y debía dejar las cosas fluir. Además posiblemente Karma podría no ser el único de la clase que viera ese tipo de contenido y de Nagisa respectivamente.

Así que decidió simplemente no decirle nada a Nagisa. Después de todo si el aceptó meterse en ese tipo de labor, debía someterse a situaciones como esa.

—¡Pervertido! —exclamó Kayano. Al menos sorprendería a Karma.

Salió de su trance por oír tan aguda voz gritarle. Quitó las imágenes rápidamente y se dio la vuelta.

—N-No es lo que piensas.

La chica intentó contenerse a reír a carcajadas. Karma se lo estaba tomando bastante en serio.

—¡Sucio! alguien como tú no deberías estar entre nosotras. Tal vez tengas imágenes de mí, o d-de Nagisa... —reveló indirectamente.

—¡No es así, no es así! No le digas a nadie o tendré que darte una consecuencia.

—¡Ah, me estás amenazando!

—No, no, agh.

—Es broma —finalmente estalló en risa—. Sigue viendo eso, no le diré a nadie. Pero eso sí, no pienses guardar fotos de ninguna de nosotras.

—Como si fueran tan lindas —susurró.

—¿Qué dijiste?

—Nada, nada.

•••

Como era de acostumbrarse, ambos amigos se acompañaban, pero como tuvieron tiempo extra decidieron caminar un poco por la ciudad.

—Por cierto, Karma. ¿Por qué ya no me dejas ver tu celular como antes?

—Ni que fueras mi novia —burló en voz baja—. Es mi privacidad, entiéndelo.

—Entonces no entiendo por qué a Kayano sí la dejaste verlo. Quiero saber qué era tan gracioso porque ella se estaba riendo.

—Algún día te lo mostraré, será pronto y sé que ella te puede llegar a gustar tanto como a mí —suspiró encantado, una sonrisa se formó en sus labios después de eso. Sí, prácticamente estaba hablando de Nagisa mismo.

—¿Ella?

—Sí, es una chica.

Nagisa quedó estupefacto. No dijo nada más mientras caminaba, pero cientos de preguntas le carcomían la mente. Sentía la necesidad de formularlas, pero eran tantas que creía como posibilidad espantar a Karma.

—¿Es tu novia? —eligió por hacer la principal.

—No, pero lo será —aseguró. Nagisa vio tanta determinación en él. Tanto que extrañamente lo hizo sentir mal y no sabía exactamente por qué.

Lovex [KarmaGisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora