Un nuevo sentimiento

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Elizabeth salio del salón. Muchos invitados empezaron a murmurar por la falta de respeto que había tenido la chica al salir de ahí corriendo y sin disculparse con su alteza.

Los ojos de Meliodas se tornaron de un color oscuro dejando atrás su color verde esmeralda.

Miro a los invitados con una expresión de enfado, a lo que se callaron.

El joven salió en busca de la bella dama a la cual habían arruinado su vestido.

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Elisabeth corrió.. Y corrió hasta parar en un jardín "secreto" con unas hermosas flores... Pero su rostro se iluminó por la luz de luna mostrando unas pequeñas lágrimas que caían por su mejillas.

—¿Porque? Tuvo que pasar esto... —se reprochó así misma.

—¿Por qué? —dijo alguien—. Tal vez porque el destino lo quiso así no?

—Usted es...

—Meliodas.. Bella dama —dio una reverencia y le dio un beso en su mano.

—Como me encontró! —dijo la chica.

—Este es mi hogar, se todo los lugares.. Hasta los más secretos —rio meliodad—. Yo solía venir aquí cuando tenía algún problema.... Recuerdo que a mi madre le encantaban las flores.

—Entonces deberíamos salir de aquí —elizabeth agachó la mirada y paso por el lado de Meliodas.

—Espera! —sujeto su muñeca y la jalo hacia el—. No entiendo... Porque cuando estoy cerca tuyo siento una calidez profunda...

—Su cara se encontraba en el pecho de el—, Deberías regresar a bailar... Todos te deben estar esperando, tan solo soy una pueblerina... . Que te conoció por un cerdito rosado.. No deberías estar acá... Alteza

—No me llames alteza, solo Meliodas y Quisera bailar contigo la pieza que nos falto.

Sus palabras sorprendieron a la joven.

Pero acepto.

Se acerco a ella y su mano se deslizo por su cintura. La otra agarro su mano y dieron un paso lento hacia la izquierda.

Sus rostros expresaron alegría.

Le dio una pequeña vuelta y volvieron a posición inicial.

—Digame ¿Por qué es tan hermosa? —pregunto Meliodas con un tono pícaro.

—Ummm...No se lo puede decir Meliodas —rio la chica—. En especial a su alteza.

La junto más a el y detuvieron su baile, agarro su mentón y sus ojos se miraron profundamente.

—Quisiera.. Que estés a mi lado por siempre, No te vayas...

—Tan solo nos conocemos pocos días... Deberíamos conocernos mejor.

—En estos pocos días siento como si siempre estuviera a tu lado.

—Bien te dejare un regalo de mi parte —movio el cabello rubio de Meliodas y le dio un beso en la frente—. Mi promesa..

—El sonrojo no se hizo esperar por parte de el—, Eli.. Zabeth y-yo t-t-tambien quiero darte un regalo —se inclinó a ella...

—Elizabeth!! —grito un cerdito "siempre interrumpiendo los buenos momentos" —. Debemos irnos.. Espera tu eres el chico que me están persiguiendo, aléjate de Elizabeth!!! Puerco...

—Puerco pero tu eres un puerco!! —grito Meliodas.

—la chica movió su cabeza a lo que se sacó del agarre de Meliodas—, Hawk que paso?

—Eli... Tu familia se está retirando del salón, debemos irnos —dijo el cerdito.

—Irte Elizabeth! —dijo Meliodas—. Entonces si te vas promete que nos volveremos a ver.

—Si no te preocupes... Ummm.. Mañana? —dijo riendo—. En el pueblo...

—Claro.. Te esperare

—Elizabeth!! —grito Hawk—. Pero.. Pero..

La chico sonrio y dio una señal a Hawk. 

Lo cual el entendió y la guía hasta la carroza.

—No puedo creer que el príncipe haya aceptado venir al pueblo... Debes ser alguien muy importante para el —dijo Hawk mientras corría.

—Seguro —susurro.

Hawk lo miro confundido.

—Bien, Eli sube.. Debemos partir —apresuro a la chica.

—bien..ya estoy subiendo..

Al fin podían ir a su casa, pero el tiempo no estaba de su parte.

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—¿Dónde está Elizabeth? —grito Merici, su furia se noto en su rostro.

Busco en los cuartos, en la "torre" y en la cocina tan solo faltaba el jardín.

Salió por la puerta Trasera y no presenció a nadie.

—Elizabeth!

—Aqui estoy —grito Elizabeth asustando a merici—. Para que me busca.

—¿Donde estabas?

—Me encontraba en la fuente...la antigua donde solía pasar tiempo, por eso no la escuche —mesia su cuerpo.

—Claro!

La chica seguía mesiondose con una sonrisa.

—Viene para algo más? —pregunto otra vez.

—Solo... No interrumpas mi.. —su cara mostró expresiones confusas e hizo gestos con su mano.. Estaba muy muy molesta ¿Por qué?—. Mi... Tranquilidad —se retiró del lugar.

Amor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora