El día de la boda

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El cielo estaba grisesco... No era la mañana perfecta para una boda, pero el dia perfecto para Melascula. Meliodas escucho que Arthur habia sido herido gravemente y que Merlin lo estuvo sanando pero no era suficiento, lo llevaron donde los druidas. Eso era lo que circulaba de voz en voz.

-Señor Meliodas... -dijo una sirvienta-. Su prometida se encuentra esperando en la sala del palacio, desea verlo.

Levanto su rostro y dio una pequeña sonrisa.

-Dile que espere...

-Como usted diga -hizo una pequeña referencia y se retiro.

Meliodas bajo por el pasillo, sonriendo, tenia un plan. Tenia muchos planes para sacar a Melascula del cuerpo de la persona que amaba.

-Eli... cariño -se acerco a ella y beso su rostro.

-Mel... -se aparto rapidamente-. ¿Desde cuando eras tan cariñoso?

-Siempre... Me gustaria verte en tu hermosa vestido o mejore despues de la noche de bodas... -susurro en su oido-. Me gustaria que fuera ahora.

-Basta, no estoy de juegos. Solo espero que estes muerto despues de la boda.

-No te preocupes si habra uno, pero no sere yo.

Sonrio y se retiro diciendo

-Esperame en la boda cariño.

Melascula salio de la habitacion dejando solo a Meliodas. En su rostro solo se podía la ira que sentía hacía Melascula.

Meliodas camino por toda la habitación. Pensando en como podría detener a Melascula, en como podría sacar a Elizabeth de su cuerpo.

—Tal vez... — pensó Meliodas—. Si tan solo...

—Meliodas...

Merlín se apareció en frente de él.  Su rostro no daba buenas noticias.

—¿Dónde estás Arthur? ¿Dónde está Elizabeth? — preguntó desesperadamente.

—Ella está... Ella está bien —agacho la mirada—. El alma de mi hermana vaga dentro de ella.

—Fue todo muy rápido. Ya pasaron varios días, y no...

Meliodas no podía hacer nada. Nada para salvar a la persona que más amaba.

—La solución más factible... —Merlin lo miro firme—. Es que ella...

—Muera.

Meliodas salió de la habitación en busca de Melascula, la boda se realizaría al medio día, las campanadas sonarían. Y el comienzo del fin habría comenzado para él. Era el cuerpo de Elizabeth y el se encargaría de cuidarlo. Su alma seguía dentro.

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Los invitados llegaban uno por uno. El castillo relucía en cada lado. Los adornos pomposos en las paredes eran la mayor atracción. Todos admiraban el lugar, pero en especial, admiraban a la hermosa novia que se encontraba entrando al lugar, su cabello plateada estaba amarrado en un moño y su vestido largo y blanco era lo hermoso, los invitados estaban atento a ello. Caminaba hacia el altar, lenta y segura con una tierna sonrisa.

Meliodas trataba de sonreír. Tenía que seguir el juego. Melascula quería recuperar su trono, quería hacerlo suyo.

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Merlín estaba al lado de Arthur, velando por su seguridad.

—Merlin... — susurró lentamente—. Por qué no le dijiste que Elizabeth ya está muerta?

Merlín se limpió las lágrimas de su rostro.

Nunca había llorado. Era la primera vez que derramaba una lágrima. Su hermana había muerto y ella no podía hacer nada. A menos que.

Arthur con las pocas fuerzas que tenía se levantó y dijo.

—Debes decirle!, No dejes que arruine su futuro. El entenderá que mi hermana ya no está — sollozó.


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⏰ Última actualización: Oct 19, 2019 ⏰

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