Joven amo

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Principe Meliodas... Joven amo... Son la palabras que escuchaba Meliodas el era un pequeño niño que anhelaba salir al mundo exterior, salir de los muros del Castillo que lo impedían.

Quería correr con los niños en el pueblo. Pero no!!! No podía, según Chandler un príncipe debe comportarse y tener modales "cuando sea grande lo entenderás" esas palabras resonaban la mente de Meliodas.

Chandler era como su mano derecha siempre estaba ahí para ayudarlo en lo que sea, mientras que Gowther era su compañero de locuras, lo ayudo a salir del Castillo para salir a jugar con los niños, después de todo el también era un niño.

—Joven amo!! Donde se encuentra —gritaba Chandler por los enorme pasillos de los castillos—. Gowther has visto al príncipe?

—Debe estar en su habitación —Gowther mantenía siempre la tranquilidad era lo que lo caracterizaba.

—Ire a verlo —subio las escaleras para llegar a la habitación de Meliodas.

Por otro lado el rubio se encontraba agitado por tanto correr. Sintió que el manejo de su habitación estaba siendo abierto, así que decidió acostarse rápido en la cama.

—Joven amo..se encuentra aquí —la cabeza de un anciano se visualizo en la entrada.

—Si.. Pero no entres por favor estoy enfermo, podría contagiarte —en sus adentros Meliodas empezó a reírse.

—No puede ser.. Tenemos que llamar a un doctor —chandler entró con rapides a la habitación para acudir a su adorado príncipe—. Se encuentra bien.. Llamen a un doctor —gritaba.

Al parecer no le salió bien la mentira.

Gowther fue el primero en acudir a la habitación.

—¿Qué está pasando? Porque tanto alboroto.

—No vez.. Meliodas tal vez tenga una enfermedad grave y tu estas tranquilo.

—Umm... No está mal! Es tu alteración que le provoca que este enfermo —dijo Gowther—. Dejalo en paz chandler. Ve a dormir!

Chandler tuvo que aceptar..se retiró del lugar dejando a Gowther y Meliodas.

Se sentía culpable.

—Meliodas que no se vuelva a repetir —dijo Gowther, para retirarse de la habitación.

De alguna manera Meliodas estaba feliz por primera vez había salido de los muros del Castillo.

Cerró sus ojos para dormir y soñar con una nueva aventura.

Amor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora