3. 🌙

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Magnus.

La canción inundaba el lugar, yo solo me dejaba llevar y mis caderas se movían de un lado a otro.
Catarina (una hermosa chica de pelo tintado de azul, ojos grises y piel pálida) y yo habíamos salido a celebrar que me habían subido la paga, y si bien me iba me ascenderían al puesto de editor.

A pesar de haber vivido un infierno antes, ahora me encantaba gastar mi dinero en maquillaje, ropa con brillo, alcohol y para que mentir, me encantaba la cocaína. No lo consumía siempre porque sabía que eso acabaría con mi sueño de ser un escritor, solo en algunos fines semana la consumía en cantidades no tan grandes, estaba tratando de dejarla y pronto lo haría, pero por el momento disfrutar de ella era lo que quería.

Te espero para que aparezcas.
Me encuentras bailando en la obscuridad.

Yo seguía bailando, me sumergí tanto en la música y en mis movimientos que ni siquiera noté como alguien me tomaba de mi cadera, acercándome más a su cuerpo.

Sin darle mucha importancia deje que la persona detrás de mí llevará el ritmo, no fue que me gire hasta que sentí sus labios pegados a mi cuello haciendo que mi piel se erizará.

Al darme la vuelta me quedé estático. Era todo un Adonis. Este hombre era más alto que yo, se notaba que su cuerpo estaba bien trabajado, su piel pálida que con su cabello negro resaltaba, pero... oh maldita sea. Esos hermosos y enormes ojos azules fueron mi completa perdición y en un futuro, no muy lejano, serían mi destrucción. Sus larguísimas pestañas hacían sus ojos más sorprendentes.

Tenía frente a mi a un maldito ángel, aunque en ese momento no sabía que, literalmente él era un ángel.

De un momento a otro me encontré pensando en miles de cosas que podría hacerle a este hombre en la cama y ... ¡Basta! Es casi como si él hubiera leído mi mente, se separa de mi.

- Quiero llevarte a mi cama y follarte, duro, muy duro. - su rostro dibuja una sonrisa muuuuy sensual.

Okey, me siento morir ante sus palabras. ¿Habla en serio? Mis piernas no reaccionan al igual que mi cuerpo. A ver... no, yo soy Magnus Bane y yo hago que los hombres se arrastren por mi, no yo por ellos.

- Oh, lo siento cariño, pero hoy no tengo ganas de follar con alguien. - sonrío triunfante.

Siento como su mano me empuja bruscamente a él.

- No fue una pregunta. - en su voz no había ni una pizca de humor.

Y juro que no se cómo pasó, pero ahora tengo su boca sobre mi cuello, besándolo y mordiendolo. Sé que eso dejará marca. Sus manos se aferraban a mis caderas y yo solo me deja llevar por las caricias salvajes.

- ¡Magnus! ¡Magnus! - la voz de Cat me hace regresar a la realidad. - Mag... oh, lo siento. No quería interrumpir, pero de verdad necesitamos irnos ya Magnus.

Él chico hermoso me suelta y antes de irse se acerca a mi oído y me susurra algo.

- Te prometo que volveré por ti. - me dedicó una enorme sonrisa.

Él ya iba a salir del antro, pero entonces recuerdo que no se su nombre.

- Ey! Chico bonito. - doy gracias de que volteara a verme. - ¿¡Cuál es tu nombre!?

Le veo sonreír de nuevo y veo sus labios moverse Alexander, sí creo que eso dijo. Él no gritó como yo, pero leí sus labios. Estoy seguro de que dijo que su nombre es Alexander.

- Alexander - susurro viendo como se desvanece entre la multitud, saliendo de el lugar.

- Vaya, que chico te has conseguido Magnus. Es guapísimo. - Cat da pequeños saltos.

- Lo sé. - sonrío por mis adentros.

- Bueno, ya vámonos Mags. - mi amiga me jala hacia la salida trasera.

Alec.

De vez en cuando bajamos al mundo de los mortales a divertirnos un poco a Isabelle le encanta que los hombres tiren baba por ella y bueno como no, si mi hermana es un ángel de sangre pura y derrama belleza por los lugares que pasa.

Mientras ella se divertía con un tal Simon, entre a un antro. Todo me pareció aburrido hasta que lo ví.

Ví como su cuerpo se movía al ritmo de la música y... Demonios! Ese hombre sabía moverse muy sexy. No lo dude ni un segundo y fuí hacia él y lo tome de sus caderas haciendo que ambos nos movieramos a mi ritmo.
En todos los años que llevo de vida nunca me había puesto tan caliente por un hombre, pero es que era guapísimo y sexy.

Aún así mi ego se elevó mucho más cuando antes de irme preguntó mi nombre, yo sabía que tanto llamaba la atención mi físico. Y eso me daba ventaja para destruir sus corazones.

Y a ese hombre, sea cuál sea su nombre, le romperé el corazón como a nadie...
Aunque en un futuro, todo sería diferente a como pensaba.

Gracias por leer. 💙
Y perdón si es muy corto :( Nos leemos el Viernes.

My angel likes blood. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora