20. 🍁

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2 semanas después.

- ¡Eres un estúpido Alexander! - gritó.

- ¡Ah! Ahora yo soy el estúpido, anda ve, revuelcate con ese asqueroso ángel - lo empujó hacia la puerta.

- Tú eres el que estaba coqueteando con esa zorra. - reclamó

- ¿Y porque lo hago yo, tú también?

- Ah - dijo indignado - o sea que ¿Aceptas que estabas coqueteando con esa?

- ¡Porsupuesto! Jamás miento.

- ¿Y así quieres que me quede contigo? Que te jodan Alexander yo me voy. - abrió la puerta, pero un brazo la cerró con fuerza.

- Eres mío, claro que te quedarás conmigo.

Puso su mano en la cadera de su novio, pegando bruscamente su cuerpo al suyo.

- Perdón, mi amor. No sé qué me pasa y yo sé que estoy siendo un completo imbécil estos días, sabes que yo solo tengo ojos para ti. - besó con suavidad la frente de Magnus. - te juro que es la primera vez que hago esto, tú me conoces mejor que nadie incluso mejor que yo.

Las lágrimas de Magnus bajaban por sus mejillas.

- Shh - secó sus lágrimas con besos - prometo que no volverá a pasar esto. Te quiero a ti y solo a ti te deseo, eres mi fuerza y debilidad - susurró en el oído de su novio - sé que no soy una persona buena y a pesar de eso tú me aceptaste y sigues a mi lado. Tú eres un alma pura y sin en cambio yo estoy podrido. Magnus, mi amor, tú eres mi luz.

El ojiverde se aferró a los hombros de Alec.

- Lo eres todo para mí, eres el dueño de mi alma, cuerpo y de todo. Por tí mis alas dejan polvo, solo por tí porque tú eres mi alma gemela. Eres quien me guiará durante la eternidad y yo no quiero a nadie más que no seas tú. Trataré de no ser tan celoso, pero es que... tengo miedo a perderte. Por favor amor meu, no me dejes.


Magnus.

Sus palabras me hacía temblar y yo sé que él tiene razón porque en éstos últimos días a estado insoportable, pero le quiero y por esa razón me quedaré a su lado.

- Alec... - susurré.

Pero antes de que pudiera hablar su boca ataca la mía, mi espalda choca con la puerta haciendo que mi cuerpo quede atrapado entre el suyo y la fría madera.

Mis manos juegan con su cabello y aprieta más mis caderas para no dejar espacio entre nosotros. Su boca besa y lame mi clavícula y cuello haciéndome jadear, toma mis muslos y los alza de manera que mis piernas se enredan un su cintura mientras que sus manos bajan a mi trasero apretándome más a él.

Siento su ya enorme erección bajo mi trasero, aún en sus brazos subimos a su habitación para luego azotar la puerta y chocando mi espalda con ella.

La ropa va desapareciendo de manera rápida y agresiva. En ningún momento nuestras bocas se separan porque ambos exploramos la cavidad bucal del otro, enredando nuestras lenguas y mordiendo labios.

Me separo de él y lo empujo por los hombros haciéndolo caer en la cama. Me acomodo en su cadera a horcajadas y comienzo a besar cada parte de él hasta llegar a la parte baja de su vientre. Sin pensarlo dos veces tomó su duro miembro y lo meto en mi boca chupando cada parte de él.

Y me excita muchísimo escuchar como gime mi nombre. Bombeo su miembro de la forma más rápida que puedo y sus manos bajan a mi cabello para empujarme más a él y que logré penetrar mi boca hasta la garganta.

- Bebé, para, no quiero terminar aún. - saco mi boca de él y subo hasta sus labios fundiendonos en un beso salvaje con sabor a él.

Me rueda y ahora su cuerpo está sobre el mío, comienza a succionar mi piel dejando marcas hasta que llega a mi clavícula y muerde con fuerza haciéndome gritar y gemir a la vez porque por alguna razón eso me pone más duro.

- Mío - gruñe y eso me excita aún más.

Su lengua juega con mis pezones haciendo a mi cuerpo estremecer de placer. Besa cada parte de mi cuerpo y una de sus manos envuelve mi erección comenzando a dar caricias mientras que con la otra introduce dos dedos en mi entrada...

- ¡Joder, Alexander! - grito de placer y estoy seguro que sus hermanos nos escucharon, pero en estos momentos no importa.

Sus manos se mueven de una manera ruda que me hace arder en el infierno y volar al cielo.


Alec.

Mis dedos tocan su punto de placer y lo sé porque jadea más fuerte.

- Más, dame más mi ángel. - gime.

Y acelero los movimientos tanto de mis dedos como de mi mano que esta en su miembro.

- Ya casi - dice entre dientes y de inmediato dejo los movimientos.

Me mira mal y eso me hace sonreír.

Volteó su cuerpo de manera que sus brazos y rodillas se apoyen en la cama.

Me arrodillo y acerco hasta su trasero tomando sus caderas para alinear mi miembro a su entrada.

Juego con él rozando su entrada.

- ¡Te quiero dentro! - algo que me excita mucho es oírle rogar.

Abro sus cachetes traseros y de una sola embestida entró en él ocasionando gemidos de ambos. Salgo por completo y de nuevo me deslizó en su interior, sintiendo como sus paredes me aprietan tan deliciosamente.

- ¡Más duro Alexander! - grita y yo no soy quien para negarlo.

Entró y salgo de su interior con una brusquedad que hace chocar la cabecera de la cama con la pared. La habitación se sume en nuestros gemidos, el ruido de nuestros cuerpos chocando y la cama rechinando.

Toco su punto dulce y se estremece antes de gemir más alto.

- Mi ... ahhhh... mi ángel dame con todo lo que... tengas.

Un rugido sale de mí y aceleró los movimientos.

- Mío - digo mientras entró por completo en él sintiendo como aprieta cada centímetro de mi miembro.

- Sí - susurra - soy tuyo. - su frente esta recargada en la cabecera.

Salgo de él y lo volteó haciendo que sus piernas se abran y sus ojos me miren, esos hermosos ojos que ahora brillan de lujuria.

Pongo sus piernas sobre mi hombros y de nuevo me acomodo en su entrada. Atacando hermosamente su interior mientras sus manos se aferran a mi espalda.

El placer es tanto que en un sonido sordo mis alas salen en un movimiento rápido soltando el polvo por toda la habitación. Pocos son los momentos en los que pierdo el control, pero con Magnus todo es posible. Sus manos acarician mis alas llenando sus dedos de mí polvo plateado, mi cordura se descontrola un poco cuando lamé sus dedos con sensualidad y después estampa su boca con la mía llenando de mí sabor. Se separa para hablar.

- Alexander estoy a punto. - sonrio y de nuevo pongo mis labios con los de él a la vez que aceleró mis movimientos empalmando todo lo que tengo en él, cada centímetro de mí esta en su interior.

- ¡Alexander! - grita

El último movimiento lo hago tan duro que la cama cruje y la pared donde mis manos están recargadas se cuartea y me dejo llevar llenando el interior de Magnus mientras él se corre en nuestros estómagos.

Me dejo caer en su pecho aún dentro de él. Sus manos se deslizan en mis alas con cariño, abrazó su cadera.

- Je t'aime. - susurro.

- ¿Qué significa?

- Que cierres el pico y dejes dormir en francés. - escucho su risita antes de quedar totalmente dormido aún dentro de él.


Me da no sé que escribir así. 😂😅 Espero que les haya gustado y...
Gracias por leer. 💙

My angel likes blood. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora