5. 🌙

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Mini maratón 1/3.


Alec.

- Hermanitooo - conturreó Izzy.

- ¿Qué pasa?

- Está noche bajaré a divertirme con los mortales. ¿Te unirás? Ahora nos acompañará Jace.

No pude evitar sentir un poco de emoción, pues necesitaba ver de nuevo a ese chico de piel acaramelada de esos ojos verde-dorado tan feroces con ese sedoso cabello azebache lleno de purpurina y su perfecto cuerpo, que era una tentación para cualquier ser. Pero... necesito mantener mi compostura, él solo era otro mortal al que le rompería el corazón, por supuesto que primero tenía que hacer que se enamorará de mi.

- ¿Entonces? - la voz de mi hermana me hizo regresar a la realidad.

- Eh, si. Sí iré. - ví como sonreía descaradamente.

- Bien, pues vámonos. - ambos saltamos del balcón y plegamos nuestras alas para emprender el vuelo.

• • • • • •

- Dijiste que Jace estaría con nosotros. - le reproche.

- Lo siento, tuve que hacerlo para convencerte de bajar conmigo. No quería estar sola - hace un puchero.

- Bien, no te preocupes Izzy. - y es que a pesar de que yo era un psicópata, con mi hermana podía cambiar totalmente de personalidad. La cuidaba y amaba como a nadie.

-  Entonces te veo en unas horas Alec. Y si te quieres quedar o regresar antes, puedes esperarme en la ciudadela. - me besó la mejilla y se fue perdiendo entre la gente.

- ¡Cuídate! - le grité.

Bien, a penas estaba anocheciendo. ¿Qué podría hacer? Ah, claro buscar a ese chico con cuerpo de pecado.

Quince minutos después llegué a Pandemonium, el sitio donde lo conocí. Entré, lo busqué, pero no estaba o tal vez venía un poco más tarde. Para entretenerme comencé a beber unas cuentas copas y ¿Porqué no? un poco de cocaína que me ofrecieron me hizo sentir un poco bien, solo un poco. Pero combinado con el alcohol hacia que el efecto fuera mejor, a nosotros los ángeles nos costaba sentir la sensación provocada por las drogas, no obstante, consumíamos mínimo 10 veces de lo que un mortal lo hacía para conseguir un buen efecto.

- ¿Por qué alguien tan guapo como tú está solo?

Me giré y ví a una chica rubia con ojos verdes, su sonrisa era provocadora.

- Estoy esperando a alguien - confesé.

- Oh, podrías esperar mientras te doy placer - me lanzó un guiñó, acercando su mano a mi entrepierna - me llamo Lydia, ¿Y tú, chico guapo, cómo te llamas?

Su mano fue subiendo más casi a punto de agarrar mi miembro, pero detuve su mano bruscamente.

- No digo mi nombre a cualquier persona. - sonreí.

Y antes de que pudiera decir algo más la aparte para poner mi atención en ese sensual ser que caminaba provocadoramente atrapando miradas por doquier. Sin darme cuenta me acerqué a él atrapando su cadera con mis manos.

Sentí como su cuerpo se tensó y supuse que me reconoció porque al momento de relajó y paso su mano por detrás de mí cabeza acercándome a él

- Hola Alexander. - susurró en mi oído.

Magnus.

Mi espalda chocando contra su pecho se movía mientras le susurraba para después voltearme y quedar frente a frente.
 

Una canción como tú, en una onda de olas.
Que provoca un huracán.

- Tu nombre, dime tú nombre - exigió mientras de fondo sonaba una canción con mucho ritmo.

- Uh uh, no le digo mi nombre a cualquier persona. - sonreí.

Sus manos que se encontraba en mi cadera me acercaron a él con un movimiento duro, haciendo que nuestras caderas chocarán y que una corriente recorriera cada parte de mí cuerpo. Puse mis manos en su cabello, enredando mechones de ellos en mis dedos para acercarlo a mi.

Una canción como tú nunca me diría la verdad.
Me encendería, me derribaría...

- Aunque... estoy dispuesto a hacer una excepción por tí. - dicho esto lamí su cuello y sentí estremecer su cuerpo.

Me haría sentir como si no hubiera nada fuera de esta habitación. Una canción como tú me tendría perdido en mi juventud...

Ante esa acción lo tomé de la mano y adentrándonos a una pequeña, pero cómoda habitación que tenía el antro para después de un portazo cerrar y atrancar la puerta para que nadie nos interrumpiera.

Oh bebé, una canción como tú
La reproduciría todas las noches.

Seguido es eso, me tomó por los muslos haciendo que yo enrollará mis piernas al rededor de su cadera y mis manos llendo a su alborotado cabello sintiendo como mi espalda chocaba con la pared. Y besarnos con fiereza y deseo desenfrenado.

Sus manos en mi trasero me hacía sentir cosas que no había sentido antes, tirando de su cabello para profundizar más el beso, al empezar a faltarme el aire me separé de su boca.

Él siguió lamiendo, besando y mordiendo mi cuello sin parar enviando sensaciones de placer por todo mi cuerpo. Mi deseo crecía más y más.

De repente sentí que nos guiaba al sofá amplio rojo de la habitación. Se sentó y yo quedé a horcajadas sobre el.

Atrapó de nuevo mis labios con los suyos mientras sus manos se colaban por mi camisa erizando mi piel, sus manos fueron bajando hasta que las metió primero en mi pantalón y después en mi boxer, mis uñas se aferraban a sus hombros que ahora estaban descubiertos gracias a que quité su playera.

Solté un gemido y un gruñido por parte de Alexander cuando su enorme erección estaba rozando mi trasero, su lengua salió de mi boca para pasarla por mi cuello haciéndome jadear y por reflejo mis caderas comenzaban a moverse.

- Tu nombre. - gruñó mientras mordía mi cuello.

- Mag... ah... Magnus, mi... nombre es Magnus. - dije entre jadeos.

- Magnus - repitió él y juro que casi me corro al escuchar mi nombre salir de su boca pecaminosa con voz seductora.

.............

Ey! Aquí está la primera parte del maratón y ésto para agradecerles que Don't let me fall esta en el 4to lugar del ranking  Malec.
En un rato subo el otro capítulo. 💕

Gracias por leer. 💚

My angel likes blood. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora