25. 🌙

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Es mi momento - pensó - frente a él se encontraba el imponente Amon Lightwood, su sonrisa retorcida le causaba escalofríos.

Su estómago comenzó a removerse por dentro, era como si su vientre tuviera vida. Por instinto abrazó su vientre. ¿Qué ocurre? - se preguntó - ahora su vida iba a terminar, él daría la vida por su ángel.

De nuevo sintió un movimiento más desesperado en su estómago. Lo acarició con lentitud y... bum, sintió como algo estaba pateando desde adentro, frunció su ceño. Cerró los ojos por un momento y una rápida imagen pasó por su mente... un bebé, un bebé con pequeñas alas, alas con las puntas plateadas y... Dios, sus alas eran azules como el mar y cielo y la otra  Eran tan bonitas e inusuales.

Abrió los ojos de golpe y se preguntó porqué Amon no lo había atacado ya, pero miró con atención y ahí estaba su hermoso y fuerte ángel discutiendo con aquel demonio lejos de él.

- ¡Magnus! - giró y sintió dos pares de brazos rodeándolo.

- Izz, Jace. - susurró y los abrazó con fuerza.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Izzy.

- Y-yo... estaba, uh... - balbuceaba.

- No importa, vámonos de aquí - Jace lo guió lejos del lugar, pero Magnus lo detuvo y miró detrás.

- Alexander... - susurró y miró con preocupación a su ángel, quién se veía totalmente enfadado.

- Él puede solo. - Jace jaló con suavidad su brazo - vamos, no debes estar aquí.

- Pero él... No puedo irme sin él - habló con tanta firmeza que Jace terminó por aceptar quedarse con él.

- Bien, pero no te muevas de aquí. - señaló Jace.

- Ve con él, por favor. - pidió el moreno y Jace asintió.

- Magnus. Por favor. No te muevas. De aquí.  - ordenó.

- Bien.

- Yo me quedo con él - apareció Isabelle detrás de ellos.

Antes de que Jace fuera tras Alec, agarró a Magnus por la cintura, sonteniendolo. El chico había caído inconsciente en los brazos de ambos hermanos.

- Es por el bebé.

- Lo sé Iz, hay que sacarlo de aquí.

• • • • • • •

Un grito sordo despertó a Magnus. Se puso de pie de inmediato y llegó hasta la habitación de Jace que era de donde provenían los gritos.

La escena le erizó la piel. Alec tenía su espalda llena de sangre y sus hermanos tratando de colocar las vendas en el lugar donde se supone que debían estar sus alas.

- Alec - susurró y los tres hermanos se giraron a verlo.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó con cautela su ángel y Magnus se acercó.

- ¿Qué te ocurrió? - su mirada estaba tan llena de preocupación.

- Le dió sus alas a Amon - escupió Jace.

- ¡¡¿Qué?!! - Magnus quitó las manos de sus hermanos y tocó con sumo cuidado las heridas. - ¿Porqué lo hiciste?

- Por tí. Eras tú o mis alas. Te preferí a tí. Siempre serás tú. - Jace e Izzy salieron del cuarto para darles privacidad.

- ¿Porqué? Tus alas son los más preciado para tí, eran tu alma, tu herramienta para viajar por los cielos del mundo. - Alec se sentó en la orilla de la cama y acercó a Magnus poniéndolo en su regazo.

My angel likes blood. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora