Cosas De Adolescentes - Namjin

Arrepentimiento

     Tres días habían pasado desde la pequeña "aventura" de Jimin, tres días de un castigo que no parecía nada comparado a lo mal que se sentía el cachetón. A pesar de que el primer día pensó que todo era una exageración por parte de su familia, terminó dándose cuenta de su error, de su grave error. Ya nada era como antes en casa, y donde sea que fuese había un silencio incómodo que le hería cada vez más. A pesar del momento divertido en casa de su abuela, parecía que de nada sirvió pues si sus hermanos estaban hablando y riendo entre ellos, apenas llegaba, se quedaban callados o se iban. Y sus padres ya no hablaban con ellos como antes, no les abrazaban con cariño.

Jimin quería creer que cuando acabase el castigo todo sería como antes, pero no podía sentirse tranquilo, se sentía frustrado y muy mal. Quería disculparse, quería hablar con sus padres, pero no hallaba el valor para hacerlo.

Lloraba en su cama en medio de la noche, tratando de ser lo más silencioso posible pues todos dormían. Cuando el llanto se detenía, miraba la cama donde Hoseok dormía y sentía otro nudo en su garganta. No soportaba esas miradas que le mandaban, sobre todo Jungkook quien sin duda le guardaba mucho rencor, a pesar de que Namjoon le regañaba cada que le descubría mirándole así. Pero de nada servía.

La culpa le había quitado el sueño, limpió sus mejillas y sintió un escalofrío. Deseó con todo su corazón jamás haberse ido, pero sabía que eso no era suficiente para que remendarlo. Decidió buscar el perdón de su familia, y en un arranque de valor, decidió disculparse con su hermanos primeramente, en ese momento.

Se sentó en su cama, y sintiéndose desesperado, se levantó para acercarse a Taehyung. Tuvo que subir un poco por las escaleras de la litera para mover su brazo, sacudiéndole para que despertara –Taehyung.- el otro se quejó, sin despertarse, y luego de un poco más de sacudidas abrió sus ojos.

-¿Jimin?

-Despierta. –susurró, y el menor se hincó poco a poco, mirando mal al otro por despertarle.

-¿Qué quieres Jimin?

-Ven, quiero hablar con todos. Morado.–Tae asintió, no del todo despierto pero comprendiendo esa palabra que habían puesto como clave hace algunos años, la cuál era sinónimo de "reunión importarte" (La había escogido Taehyung luego de ganar piedra, papel y tijera, eligiendo esa porque era su color preferido en ese momento). Tae se fue hacia donde Jimin para bajarse de la cama, estando a punto de caer. El cachetón fue corriendo hacia Hoseok, también moviendo su brazo mientras le hablaba al oído.

-Hyung, hyung, despierte –gimió con flojera, negando con su cabeza para intentar ocularse bajo su sabana, pero Jimin la tiró-, por favor. Morado.

Asintió, sentándose mientras Tae se lanzaba a la cama de Hoseok para acostarse, cerrando sus ojos para volver a dormir » No se duerman. –pidió Jimin saliendo de la habitación, yendo con cuidado hacia la de Yoongi. Rogó que no tuviese seguro, y luego de girar el pomo de la puerta, sonrió empujándola para entrar.

De puntas se acercó a la cama, sentándose con cuidado y mirando con un poco de miedo a su hermano dormido, ¿Cómo despertarle sin que le golpeara? Tuvo miedo, siempre le asustaba la idea de despertar a su hermano mayor, pero suspiró, consciente de que si no lo hacía en ese momento no podría disculparse después –Hyung, no me odie. –suplicó, cerrando sus ojos y llevando sus manos a la espalda de Yoongi para empujarle con un poco de violencia.

Se levantó de la cama rápido, alejándose por el posible golpe. Observó a Yoongi permanecer en la misma posición, pero ya estaba despierto, lo supo porque su respiración cambio » Yoongi hyung, venga, por favor.

-Vete a la mierda. –susurró, y Jimin se sobresaltó por la grosería, pero obviamente iba a obtener eso por despertarle.

-P-por favor, es importante. Es un código morado.