Cosas De Adolescentes - Namjin

A quien Yoongi quiere

     El rebote del balón sobre el suelo de la cancha de pavimento va de un lado a otro. Yoongi es quien evita a sus amigos para abrirse paso y encestar, pegando un salto para hacerlo desde la distancia. Celebró con una sonrisa, estirando sus brazos mientras caminaba hacia el balón para volver a tomarlo.

-Yo voy por él. –se adelantó Syuk quien se encontraba más cerca, tomándolo con ambas manos y botándolo un par de veces antes de correr con él, tratando de alcanzar la canasta para él encestar en esa ocasión cuando un cuerpo le golpeó empujándole y quitándole el balón.

Casi cae, pero por suerte logró estabilizarse para ver a Jiho encestar sin problema, mostrando una gran sonrisa -¡Y eso me deja ganando!

-No por mucho. –Yoongi le dijo volteando a ver rápidamente a su alrededor para localizar a sus hermanos.

Habían pasado unos cuantos días desde la discusión de sus padres, Jin había regresado a su hogar luego de pasar la noche con Unyong, y aunque aparentemente hablaron, seguía sintiéndose un ambiente tenso entre los dos padres. A ojos de sus hijos, era claro que sus padres no habían tenido una apropiada conversación, por ello, Yoongi aprovechó que quedó de salir con sus amigos el sábado para traerse a sus hermanos, dejando solos a la pareja en casa.

No planeaba volver temprano, de hecho, los cinco estuvieron de acuerdo a esperar a una llamada de sus padres avisándoles que regresarán a casa. Así se aseguraban de que pudieran arreglar su problema, y aparte, les daban tiempo extra para lo que quisieran hacer.

Los ojos de Yoongi vieron a Jungkook paseando en su bicicleta con Shooky a su lado siguiéndolo sin necesidad de una correa, Hoseok iba detrás de ellos también en su bicicleta mientras Taehyung y Jimin les habían avisado que iban a irse a caminar por el parque y a comprar helados para todos. No deberían de tardar en volver.

-Si quieres vamos a buscar a tus hermanos –le dijo Syuk al pararse a su lado cruzándose de brazos-, sé que son importantes para ti.

El pálido volteó a verle y elevó sus cejas, extrañado con ese comentario. Le restó importancia, como a los otros comentarios raros que habían hecho él y Jiho –No, sigamos jugando. Ellos ya están grandes como para que los cuide.

-Por supuesto –aprobó Jiho-, Yoongi no tiene por qué andar de niñera.

Un suspiró abandonó los labios de Yoongi al escuchar eso. Lamentablemente, parecía que Jiho y Syuk no acabaron por agradarse –Ya, dejen de hablar.

Retomando el juego, el balón estuvo mayormente entre las manos de Jiho, quien estaba realmente comprometido en ganar ese día, completamente enfocado en demostrar su talento jugando. Había encestado tantas veces, y cada que Syuk atrapaba el balón, se iba rápidamente de sus manos con un fuerte empujón o manotazo. Normalmente no era tan competitivo, pero no era un día cualquiera. No se lo había tomado nada bien cuando Yoongi le contó que alguien se uniría a ellos para jugar, y aunque no demostró abiertamente su descontento, lo hacía mirando mal al chico que en definitiva no tenía intenciones de conocer más.

-Uhg, esto es frustrante. –gruñó Syuk al fallar un tiro. Yoongi le palmeó la espalda.

-Solo debes practicar más. –intentó animarle.

Oportunidad dorada, pensó el muchacho –Quizás podrías enseñarme –rió-, se nota que eres el mejor de los tres.

Yoongi soltó una carcajada antes de decir –Si quieres clases de mi parte tendrás que pagarme. –Syuk rió por lo que escuchó, sobre todo porque era más que consciente de que no era broma, Yoongi hablaba realmente en serio y lo confirmó al verle asentir con esa expresión seria y tranquila.