Desempacando

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     -Bien, es hora de un descanso. –las palabras de Seokjin lograron que varios suspiros de gozó se escucharan, y el adulto río al ver a sus exagerados hijos descansar como si les hubiese puesto a trabajar todo el día, cuando solamente tenían como tres horas vaciando cajas y acomodando cosas en su nuevo hogar.

Yoongi se acostó en posición fetal en el suelo de la sala, mientras Hoseok llegaba corriendo y se acostaba en uno de los sofás, ocupándolo completamente mientras se estiraba. Jimin rió, acostándose sobre el apodado Hobi para divertirse escuchando sus quejas, y Jungkook no tardó en hacer lo mismo. Jin llegó a la sala, sentándose en el otro sillón mientras volteaba para buscar a Tae, escuchó ruidos en el piso superior, así que supuso que estaba en su cuarto.

-¡Tengo calor! –Hoseok gritó, tratando de librarse de sus hermanitos, quienes tuvieron piedad y se quitaron, sentándose en el suelo a unos pasos de Yoongi.

-Yo estoy cansado. –susurró Yoongi, y Jin rió.

-Y no hemos acabado Yoongi, todavía faltan varias cajas. –el menor soltó un quejido largo, y Seokjin negó con su cabeza.

-¿Y si le pagamos a alguien para que haga esto? –interrogó.

-¿Les vas a pagar tú? –su padre respondió con otra pregunta, riéndose al ver que su hijo no supo qué decir- No seas flojo Yoongi, solo será unos días, pronto tendremos todo esto listo. Es lo bueno de que somos muchos, acabamos más rápido.

-Uhm. –asintió, cerrando sus ojos, y Seokjin volvió a negar con su cabeza, volteando a ver a Hoseok, quien se había acercado a sus hermanitos para jugar con ellos, rodeando con cada brazo suyo el cuello de sus hermanos, mientras ellos intentaban liberarse, algo no muy complicado pero entre risas no podían lograr.

Justo en eso se escuchó el grito de Taehyung, y Jin se preocupó de sobre manera al imaginar que otro ratón había entrado a su hogar. Se levantó, e iba a preguntar cuando Tae comenzó a llamarle a gritos, al mismo tiempo que bajaba los escalones apresuradamente -¡Ten cuidado Taehyung! -Seokjin le advirtió al verle casi caer en los últimos escalones, tropezándose.

El adolescente rió, y como si nada hubiese pasado, se acercó a su appa -¡Mira, mira, mira! –Jin tuvo que arrugar su ceño cuando aquel objeto fue puesto tan cerca de su rostro, así que llevó sus mano a las de Tae para alejarlas un poco y poder ver mejor aquello- ¡ES V!

El peluche viejo, descolorido y ya duro se hallaba entre las manos de su dueño, quien tenía años sin saber del paradero de su "mejor amigo", pues tardó tiempo en notar su ausencia y después dejó de tomarle importancia. Pensó que lo había perdido para siempre, pero no, lo encontró en una caja llena de objetos personales importantes, junto a álbumes y la cámara de su padre. Tae le abrazó, sintiéndolo más pequeño que nunca -¿Quién? –preguntó Jimin, liberándose de Hoseok y poniéndose de pie, para acercarse a su hermano, sorprendiéndose al ver el peluche- ¿No lo habían donado?

Jin negó –No podría, era tan importante para Tae que decidí guardarlo hasta que él mismo decidiera que no lo necesitaba más.

-¡Lo quiero! –gritó, dándose la vuelta para ir hacia Yoongi, hincándose en el suelo y sacudiéndole del brazo para despertarle- ¡Hyung! ¡Hyung, mire! –el mayor abrió los ojos, viendo solamente una mancha difuminada naranja, hasta que talló su ojo pudo verle con claridad- ¡Es V!

Yoongi se sentó, tomándolo para observarle con atención, ya cerca suyo, frunció el ceño –Apesta.

-No diga eso –se lo quitó, acunándolo contra su pecho-, puede herir sus sentimientos.

-¿Ese es el zorro que Tae llevaba a todas partes? –preguntó Jungkook, pues realmente no sabía si era el mismo peluche o si se trataba de otro.

Cosas De Adolescentes - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora