CAPITULO 35

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Aparco el coche delante de la puerta, salio del coche y abrió mi puerta. No quería salir de ese coche, pero tenia tanta fuerza que me saco obligada. Empecé a gritar con fuerza, le me miro con odio y abofeteo mi rostro.

-         como vuelvas a gritar te daré con mas fuerza- sonrío

-         se lo contare a mi padre, jamás seré tu esposa- se giro y me miro con odio

-         a tu padre le conviene que me case contigo, tu para el solo eres un negocio- me quede sin palabras

No podía ser que mi padre me usara solo para sus negocios, era su única hija y sabía que me tenía que querer como tal. El se alejo ante mis ojos, mis ojos no dejaban ver lo que se acercaba ya que mis lagrimas empezaron hacer su presencia. No podía asimilar todo lo que me estaba pasando desde que conocía a Dylan, solo me quería para el y sabia que seria capaz de cualquier cosa con tal de salirse con la suya. Empecé a oír mi nombre repetidas veces, no me estaba dando cuenta que me estaba gritan Mía.

-         Africa, vamos a entrar en casa- puso su mano encima de mi hombro y me ayudo a entrar en casa

Hay estaba con su estupida sonrisa Dylan y mi padre al lado de el con la cara desencajada. Sabia en ese momento que mi padre me iba a gritar con fuerza y que iba a tener consecuencias por mis actos. Odiaba toda mi vida, tenia que deshacerme de Dylan como fuera y sabía que algún día lo conseguiría.

-         me a contado Dylan lo que ha pasado, quiero que sepas que esto va a tener unas consecuencias que no te van a gustar- puso su mano encima de mi hombro

-         no merece la pena decirla nada, es una estupida enamorada de una persona que no esta a su altura- porque dijo eso Dylan

-         ¿a que te refieres Dylan?- la cara de mi padre cambio radicalmente

-         Que te cuente tu preciosa hija de quien esta enamorada y a que juega con el- me abalance encima de el y lo abofetee

-         ¡eres un estupido! ¡te odio! Jamás seré tu mujer y lo digo delante de todos- mi padre me cogió de la cintura para que dejara de abofetear a Dylan

-         ¡ya basta! No se de lo que estáis hablando y quiero que me lo expliquéis ahora mismo- mi respiración era muy agitada

-         Tu querida hija esta enamorada del hijo de tu criada y se dedica a patinar sobre hielo. También gano el campeonato europeo junto a el – me miro furioso y me abofeteo

-         Jamás te perdonara esta traición, ahora mismo aras las maletas y te marcharas junto a Dylan- no me dejo que hablara ni una palabra y me mando a mi habitación

Me tire encima de la cama llorando, sabia que aquello seria mi fin junto a Erick y eso me rompía el corazón. No me quería ir a ningún lado junto a Dylan, sabia que ese iba a ser mi futuro pero tenia que intentar hacer algo para evitarlo. Empecé a pensar y pensar, pero no se me ocurría ninguna forma de poder huir de esa pesadilla y poder volver con Erick. Mi cabeza no deja de pensar pero no me daba ideas, tocaron mi puerta con dulzura y sabía que seria Mía. La di permiso parar que entrara en mi habitación aunque no quería ver a nadie.

-         te pido disculpas por el comportamiento de Dylan, a veces es un estupido machista- no la pude mirar a los ojos

-         no se porque se empeña mi padre en que me case con el, no lo entiendo- Mía se sentó junto a mi en la cama

-         porque tu padre quiere lo mejor para ti, se que tu ahora no lo entiendes pero lo entenderás- acaricio mi mejilla

-         ¡un padre quiere que a su hija la amen pero Dylan no me ama! Mía por favor, ayúdame a escaparme de este sitio- se levanto y me miro furiosa

-         ¡jamás escaparas de estar al lado de Dylan! – se marcho de la habitación

Me puse el pijama para intentar poder descansar, quería dejar de pensar en todo lo que me había pasado y poder relajarme con el encuentro que tuve con Erick. Me puse mi música en los oídos, no quería que nadie me molestara y cerré la puerta con el seguro. Me relaje tanto que tuve que quitarme los cascos para dormirme, no me gustaba dormirme con ellos en los oídos.

Ese sueño era realidad o no, no podía imaginar que alguien estuviera tirandome piedras en mi ventana con esa suavidad. Quería creer que era un sueño, esos sueños que te encantaría tener los ojos abiertos para ver que es la realidad. Tenía los ojos abiertos y seguía sonando mi ventana, me asome para ver que es lo que pasaba pero no había nadie. Sabía que ese ruido lo producía mi cabeza, esa cabeza que no me daba ideas para poder volver con Erick. Volví a acostarme en la cama, intente dejar de pensar en ese ruido pero esta vez era mas intensos. Volví a levantarme de la cama y mire por la ventana, esta vez había alguien debajo de la ventana. Mi rostro cambio a una sonrisa porque desde lejos vi que estaba aparcado la moto de Erick. No podía ser que fuera el, el que venia a buscarme para escaparme. La oscuridad no me dejaba diferencia de quien se trataba pero sabía que Erick no podía ser pero no me importaba. Solo veía que me hacia un gestos, el gesto que me marchara con el y eso me gustaba. Empecé a buscarme ropa para cambiarme, estaba tan nerviosa que me caí haciendo un ruido que esperaba que no despertara a nadie en esa casa. Cuando termine de vestirme volví a mirar para asegurarme que no era un sueño esa persona. El seguía haciendo ese gesto que me gustaba, mi habitación estaba a dos altura y no sabia como podía descender desde la ventana. Le mire a el esperando que me ayudara, se marcho tres segundos y volvió con una cuerda que me lanzo a mi ventana. Lo sujete al pie de la cama y lo que sobrara lo lance por la ventana, estaba muy nerviosa y me puse mas nerviosa cuando empecé a oír unos pasos hacia mi habitación. Tenía poco tiempo para bajar por la cuerda, sabia que había despertado a alguien con mi caída pero no me importaba. Estaba casi fuera de mi casa, empecé a bajar por la cuerda cuando oí unos golpes en mi puerta, empecé a descender con rapidez, quería salir de ese lugar sin mirar hacia arriba. Cuando estaba apunto de llegar al suelo, vi como se asomaba Dylan por la ventana y que intentaba tirar hacia arriba la cuerda. Sabía que si no podía subirme iría corriendo hacia donde estábamos, así que teníamos poco tiempo para escapar.

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OS PIDO MIL DISCULPAS, SE QUE NO TENGO PERDON DE DIOS PERO ANDO MUY OCUPADA CON EL TRABAJO. ESPERO QUE OS GUSTE MUCHO MUCHO Y QUE LA ESPERA HAYA MERECIDO LA PENA.

GRACIAS POR LA PACIENCIA, POR LOS VOTOS Y LOS COMENTARIOS

ME HACEIS MUY FELICES Y ESPERO HACEROS YO A VOSOTRAS

UN BESAZO ENORMEEEEEEEEEEEEE

PARA QUIEN LEA “NO TE METAS EN MI VIDA” MAÑANA SUBO UN CAPITULO NUEVO.

AMOR SOBRE HIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora