CAPITULO 37

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No podía ser que me estuviera pasando esto, era Dylan que venia a buscarme para llevarme con el. Me sentía traicionada por la familia de Erick, ellos le han traído hasta mi y tendré que volver con el de nuevo a mi infierno. Empecé a gritar para que alguien me escuchara, pero los primos de Erick se apartaron haciendo camino para que me fuera con Dylan.

-         nadie me va a detener en llevarte a casa- su sonrisa era oscura

-         déjame en paz Dylan, no quiero volver contigo a casa-me abofeteo

-         tu serás dentro de dos días mi esposa y te llevare lejos de tu hogar- me dolía mas sus palabras que el abofeteo

-         no iré jamás contigo y no me casare contigo, te odio- el se río sin importar lo que le decía

Sabia que hay seria mi final con Erick, jamás le volvería a ver. Nos metimos en el coche, mis lágrimas recorrían mis mejillas y mi corazón empezó a dejar de latir. Ya no tendría el amor de mi vida junto a mi, solo tendría una vida junto a un hombre que solo me quería por su orgullo. Llegamos a casa, Sali del coche corriendo para buscar el abrazo de mi padre pero mi padre no estaba.

-         Mia, ¿Dónde esta mi padre?- grite furiosa

-         Gabriela, desde que te marchastes tu padre a empeorado su salud y esta en la cama- mis ojos se llenaron de lagrimas

Corrí por las escaleras había la habitación de mi padre, no podía ser que mi padre enfermara tan pronto. Abrí la puerta y vi que mi padre tenía los ojos cerrados, estaba descansado pero no me importaba. Me metí con el en la cama, puse mi cabeza en el latido de su corazón y puse su brazo encima de mi hombro. Necesitaba sentir el amor que algún día sintió mi padre por mi.

-         papa no me dejes, necesito que me ayudes- no podía dejar de llorar

-         hija mía, estas aquí- su voz no tenia fuerza

-         Dylan quiere casarse conmigo en dos días y yo solo quiero marcharme- le mire a los ojos esperando una respuesta

-         Tu madre esta apunto de llegar, la avise cuando desapareciste y te quiere llevar contigo a Paris- mi tristeza se apago

-         ¿de verdad que me iré con mama a Paris?- su voz se apagaba

-         He firmado los papeles para que te puedas ir con ella, desde que llego Dylan a esta casa quise que te fueras con ella- beso mi frente

-         Gracias papa, me iré abajo a esperar a mama- bese su mejilla

-         Africa, e iras con el chofer al aeropuerto, no quiero de Dylan se entrometa- asentí con la cabeza y baje a buscar al chofer

Baje las escaleras con suavidad, esperando que Dylan y mía no estuvieran. Salí de la casa y me subí en el coche, el chofer arranco el coche y nos fuimos. Sabía que si me escapa con mi madre estaría segura, aunque eso conllevara no poder volver a ver a Erick. Llegamos al aeropuerto y vi a mi madre fuera esperándome, me agarre a su cuello y empecé a llorar. Estaba tan contenta de estar junto a ella que las lágrimas salían solas

-         ya me contó papa todo lo que pasaba, ahora mismo nos iremos a Paris y el jamás te encontrara- limpio mis lagrimas

-         me alegra tanto tenerte aquí, mama- nos adentramos en el aeropuerto

Nuestro avión salía en 20 minutos, nos daba tiempo a comer algo y dirigirnos a subirnos al avión. Tenia tantas ganas de empezar de nuevo una nueva vida que solo tenia felicidad.

Era un día preciosa, me levante con muchas ganas de ir a dar clase a mis nuevos alumnos de patinaje sobre hielo. Era la única forma de poder recordar mis momento con Erick, me despedí de mi madre y cogí mis patines. Me encantaba vivir en Paris, era tan feliz sin preocupaciones ni tener que andar escondiéndome. Llegue a mi pabellón, estaban todas las madres fuera con sus hijos, siempre me esperaban para entrar. Saludaba a los niños y nos metíamos dentro, ponía mis patines y empezaba a dar mi clase. Como me gustaría que estuviera Erick junto a mi, seria tan feliz pero hacia seis meses que no se nada de el. Adoraba mi trabajo, era el único trabajo que busque cuando llegue a Paris.

Tenia que ir a la recepción del pabellón para poder escribir sobre mi clase, salude a Anne, la recepcionista y le pedí que me diera mis cartas. Me senté en mi despacho, abrí todas las cartas pero una me llamo la atención.

“será un honor se asistieras a la apertura del campeonato europeo de patinaje sobre hielo” director del campeonato europeo. Lo volví a leer, necesitaba asimilar que volvería a ver campeonatos desde que me separe de Erick. Ojala estuviera el, pero no pudo volver a patinar desde que tuvo el accidente pero yo quería ir para recordar esos momentos.

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NECESTIO QUE ME APOYEIS CON MI NUEVO LIBRO, EL AMOR SIEMPRE APARECE, CONFIA EN MI. SE QUE OS ESTOY PIDIENDO MUCHO, PERO PARA MI ES IMPORTANTE VUESTRA MAS SINCERA OPINION.

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AMOR SOBRE HIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora