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Derek estaba furioso; esa palabra era la que predominaba ante todas las emociones que sentía. Simplemente no podía creer que su pequeño conejito, su castaño, estuviera ocultándole el acoso que pasaba en la escuela y eso lo sabia porque después de una MUY amenazadora platica con Scott, el alfa le exigió que cumpliera su deber como beta y le contara toda la verdad. Scott, ya harto de la situación, empezó a contarle todo lo que pasaba en la escuela y las situaciones que el castaño pasaba, desde los piropos subidos de tono hasta las pocas nalgadas que algunos habían podido alcanzar dar al chico, obviamente contando que si por el fuera los golpearía a todos pero el ojimiel era un fiel pacifista.
Derek sintió como su sangre hervía de celos al darse cuenta de todo, su pequeño era prácticamente acosado todos los días y él ni siquiera tuvo la confianza para contarle a Derek la situación. Eso fue lo que mas le dolió y no estaba dispuesto a perdonarlo así de fácil. Tenia que darle una lección.
Su lobo rugía en su interior reprochándole su retraso, el ojiverde sabia que tenia que marcar a su conejito pronto, el lazo entre compañeros era algo sumamente raro y extraordinario en esos tiempos y sabia que entre mas se demorara el lazo se debilitaría. Derek estaba con sentimientos encontrados ya que por un lado se moría por marcar al chico, reclamarlo como suyo e impregnarlo de  su aroma... pero tan solo miraba sus ojitos miel, llenos de vida, puros e inocentes, esa sonrisa ladeada y tímida a ratos, esas largas y espesas pestañas con su esbelto cuerpo amoldado a la medida con el suyo propio y no podía simplemente arrebatarle esa pureza. Sabia que entre el y el castaño había cierta tensión en ese tema; algunas veces cuando Stiles se quedaba en su casa o viceversa y amanecía pegado a su cuerpo con la evidente excitación del disfrute del calor del otro, algo se encendía mientras se besaban, cuando el bajaba lentamente los besos a su cuello y el castaño hacia esos diminutos ruidos con su boca y...
al final del día hay un Derek Hale enojado, desesperado y un poco excitado.

ConejitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora