14

12.5K 937 14
                                    

Es hora, se dijo el castaño a si mismo. Con un suspiro tembloroso volteo su cara topándose con los ojos verdes del mayor, quien lo miraba con un gesto interrogante ya que escucho el cambio de velocidad en los latidos del chico y el ligero olor a nerviosismo.

Stiles, al no encontrar palabras simplemente se abalanzo a los labios de Derek, empezando a besarlos de forma suave pero segura, creando una danza de labios que era correspondida gratamente por el lobo, quien se encontraba confundido por el arranque del menor, sin embargo se dedico a disfrutar de los dulces y suaves labios pegados a los suyos.

Suavemente el ojimiel puso su mano en la nuca de Derek, presionando mas fuerte y haciendo que el beso cobrara intensidad poco a poco.

Paso una pierna lentamente al lado de la cadera del ojiverde mientras soltaba un pequeño gemido inconsciente al sentir los dientes del lobo morder sus labios, haciendo que estos se separaran para dar paso a la lengua del mayor que no perdió tiempo y empezó a explorar.

Sentado en el regazo del lobo, con las manos enredadas al cabello negro y suave, montado a horcajadas sobre el cuerpo grande debajo de el, empezó un constante y suave movimiento se caderas, sintiendo como las manos del lobo se apretaban a ellas y bajaban lentamente por sus glúteos para amasarlos con sus manos grandes sacando jadeos y gemidos al menor, quien sentía su piel quemar al notar la dureza en el pene del lobo frotándose indecorosa con la suya propia y en su trasero.

Pasaron un par de minutos, donde el lobo parecía estar en un trance de placer, sujetando con posesión  las caderas y culo del chico empujando estas hacia abajo para crear mas fricción.

Con la respiración errática aparto un poco al menor para verlo a los ojos recibiendo un sonido de protesta de parte del chico, pero lo que vio solo logro encenderlo mas.

El castaño se encontraba con las mejillas sonrojadas y un poco perladas de sudor haciendo resaltar sus lunares, ojos brillosos y transparentes que a pesar de estar dilatados por la exitación, se volvían mas claros abrumando al mayor con todo lo que estos obres reflejaban; labios hinchados y rojos con la pequeña lengua rosando el borde. Mierda, el estaba a punto de perder el control en cuando vio como mordía sus labios de manera inocente.

-Stiles... no tienes que hacer...
El castaño lo interrumpió antes de que terminara.
-Ya lo se Derek... pero yo lo quiero- dijo mirándolo directo a los ojos sin ningún titubeo en la voz.

Solo eso basto para que perdiera el control.

ConejitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora