Conejito

9

El loft quedo en un silencio profundo donde solo se escuchaban ambas respiraciones. Stiles fue quien empezó a hablar.
-Yo... desde hace algunos días e notado que estas raro... no se que es lo que esta pasando y...-haciendo una pausa para tomar aire, el castaño mantenía su mirada en el suelo- solo quiero saber si esto va a terminar...-dijo resignado al ver que el lobo no tenia ninguna reacción.
Derek, que en ese momento no le había dirigido la mirada al ojimiel, quedo pasmado ante lo dicho por el chico; el, por mas enojado que estuviera, jamás se le había pasado por la cabeza el terminar con Stiles.

Por Dios de solo pensarlo... no. No sabría que seria de si mismo si no tuviera al chico a su lado, si no tuviera esas sonrisas enormes, o esos sonrojos cuando le decía cosas lindas, no sabría como seguir sin ver los ojos mas hermosos que hay en la tierra, rodeados por espesas pestañas que se robaban su atención y hacían ese aspecto inocente y puro como el mismo chico, que haría sin tocar la piel pálida y suave con lunares como una galaxia. Definitivamente estaría perdido, sin control, sin un ancla que lo mantuviera humano.

Dirijio su mirada al castaño de forma rapida y como un puro acto de reflejo se abalanzo contra el cuerpo mas pequeño rodeandolo con sus brazos fuerte y enterro la cabeza en el cuello del chico. Habia extrañado tanto ese aroma dulce que lo embriagaba. Estaba tan enojado que no se habia dado cuanta de que estaba haciendo sufrir a la unica persona que amaba de verdad. Eso no significaba que dejarian el asunto de las mentiras de lado, pero en ese momento solamente queria estar pegado a su chico, a su conejito. El castaño sollozaba muy bajito en el hombro del mayor, mojando con lagrimas la camisa de este.
Pasaron varios minutos antes de que los dos cuerpos se separaran, ya mas calmados los dos, el mayor tomo al castaño de la cintura haciendo que este enredara sus piernas en la cadera del mayor mirándolo con confusión, el ojiverde se sentía en uno de los pocos sofás que había en la sala y dejo al menor en sus piernas de tal forma que quedaran de frente, limpio suavemente las mejillas del chico ya que estas tenias los restos de las lagrimas y acaricio con suaves pasadas los pómulos afilados y mejillas sonrojadas del chico mientras este lo miraba atento y acariciaba la barba cerrada del ojiverde con largas pasadas que hacían a sus dedos cosquillas por los bellos.

-Mi pequeño... como pudiste creer que lo nuestro acabaría?- hablo Derek sin dejar de ver los ojos del menor- la razón por la cual no queria hablr contigo, es  porque me has decepcionado totalmente- ante la mirada de confusión del castaño, Derek siguió hablando- ... me ocultaste las cosas que pasaban en la escuela, y no me avisaste los abusos que estabas teniendo, quien es Theo?- pregunto con un tono grave revelando su molestia al mencionarlo, el tono que uso hizo estremecer al menor haciéndole bajar la cabeza en forma de sumisión.
-Es... es solo un chico d-del instituto que me invito a salir- lo ultimo lo dijo en tono bajo casi inaudible, pero no para los oídos del lobo - pero le dije que no! Te lo prometo- dijo el castaño con nerviosismo y... miedo, lo que hizo reaccionar al lobo ya que odiaba el pensamiento de que su conejito le tuviera miedo, se suponía que se tenía que sentir seguro, no con miedo.
Suspiro fuerte y levanto la cabeza del chico poniendo sus dedos en el mentón de este - Porque no me lo dijiste bonito? Acaso no tenemos la suficiente confianza para que me digas si alguien esta molestándote de esa forma en la escuela? - hablo suave pero firme el ojiverde, haciendo sonrojar al castaño con el sobrenombre cariñoso que uso y sintiéndose la peor persona porque el lobo tenia razón, se supone que se tenían la confianza para decirse ese tipo de cosas, se sentía tonto al pensarlo, para que ocultarle algo así a su compañero?

- Y-yo no lo se... simplemente prense que te molestarías conmigo, ni siquiera se porque estoy recibiendo ese tipo de acoso en la escuela, solo... pensé que si no te decía nada tal vez seria mas fácil y cuando se cansaran de molestarme podría dejar el tema en paz como si nada hubiera pasado -terminó el ojimiel.

- Y pensabas que nunca me enteraría? Que preferiría dejar a esos bastardos sin su merecido?- pregunto el pelinegro - por supuesto que no, si ellos piensan que pueden tocar algo mío sin salir perjudicados en el asunto están muy equivocados - dijo el un gruñido haciendo temblar al adolescente, quien dirigió su mirada sorprendida a los ojos verdes viendo como estos tomaban un color rojizo en las orillas.

- S-soy tuyo? - pregunto el menor en un susurro, impresionado por la seguridad de las palabras del moreno.
- Mío - dijo con voz grave- solamente mío conejito - apretó las caderas del castaño haciendo que este soltara un jadeo entrecortado y sintiera un escalofrío.
Pero entonces, el castaño se pregunto, si estamos juntos, nos tenemos esa confianza y soy suyo... porque aun no me a marcado?