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Sarah despertó en la madrugada como todos en la casa, ya que Elena había llegado de improviso, Jose la había abrigado con una frazada y Julián la miraba preocupado y un poco frustrado por no poder hacer algo más por ella, al parecer su padre y ella habían discutido y su padre la había corrido de casa.
-Está loco, ahora se le metió la idea de llevarme a un internado, por Dios, si no lo hizo cuando era más joven, ¿Qué le hace pensar que ahora puede hacerlo?- Elena contaba frustrada.
-¿Por qué pelearon?- preguntó Julián.
-Le dije que voy a irme a Suiza- Julián levantó las cejas por la impresión.
-¿Con tu prometido?- preguntó Sarah sonriente.
-Si, él me pidió que me fuera con él- dijo feliz.
Julián no daba crédito a esas palabras, ahora más que nunca tenía que hacer algo para que ella cambiara de opinión.
-¡Que gusto!- dijo Sarah y Julián la miró con recelo.
-Mi padre no entiende que ya no soy una niña, quiere tenerme a su lado siempre.
-Pasaste la mitad de tu vida en otro lugar, ¿Cómo no iba a quererlo?- dijo Julián con resentimiento, era obvio que él hablaba también por si mismo.
-Tú no Jul, no por favor- dijo Elena con tono triste y Sarah lo miraba molesta, él siempre que podía hacía ver su gran interés por ella.
-Voy a preparar un poco de café- Jose se fue a la cocina haciendo que la tensión se disipara.
-Debo llamar a Ignacio Debo decirle lo que pasó con mi padre- ella comenzó a buscar su celular -Oh no... lo deje en casa.
-Puedes tomar mi celular- Sarah se ofreció y Julián la fulmino con la mirada.
-Gracias Sarah, eres muy linda, le llamaré- ella se alejó de ellos.
Sarah evitó la mirada de Julián en todo momento.
-¿Qué intentas hacer?- preguntó Julián con tono molesto.
-¿A qué te refieres?- preguntó ella con desinterés.
-Elena no está bien, yo soy su mejor amigo y estoy tratando de ayudarla y tú así sin más le prestas tu celular para que se comunique con ese disque novio que por cierto si se preocupara por ella estaría aquí, pero prefiere estar en Suiza.
-Ese "disque" novio es su soporte- Sarah lo obvió haciendo comillas con los dedos -Y creeme que si su padre se enterara en dónde se encuentra ahora no sólo la mete a ella a un internado, a ti te mata- lo dijo ya un poco alterada.
Él bufó molesto y Sarah suspiró frustrada.
Hubo un silencio muy incomodo.
-Él no podrá venir hasta el próximo mes por mí, así que tendré que calmar a mi padre- dijo Elena entrando a la sala.
-Puedes quedarte en casa, puedes usar mi habitación, yo me quedaré en una de huespedes- dijo Julián entusiasmado.
-No es necesario, no quiero dar problemas, si mi padre se entera nos mataría a los dos, gracias Julián, gracias Sarah- sonrió.
-Sólo esta noche- Julián lo dijo con un dejo de súplica.
-Me quedaré con Sarah- Sarah la miró con una sonrisa sorpresiva -Claro, si ella me acepta- sonrió.
-Por supuesto, vamos.
Julián las miró alejarse.
Jose llegó minutos después y el único en tomar café fue él, se quedó contemplado el jardín sólo alumbrado por las lámparas del rancho.
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El Trato
Romance-¿Por qué yo?- él la contempló. -No puedo decirlo por ahora, sólo sabrás que aquí estarás bien, no estás aquí como una rehén, sino como una invitada. ¿Una invitada? ¿A qué loco se le ocurría secuestrar a alguien y llamarla una invitada?