Diez

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Sarah despertó en la madrugada como todos en la casa, ya que Elena había llegado de improviso, Jose la había abrigado con una frazada y Julián la miraba preocupado y un poco frustrado por no poder hacer algo más por ella, al parecer su padre y ella habían discutido y su padre la había corrido de casa.

-Está loco, ahora se le metió la idea de llevarme a un internado, por Dios, si no lo hizo cuando era más joven, ¿Qué le hace pensar que ahora puede hacerlo?- Elena contaba frustrada.

-¿Por qué pelearon?- preguntó Julián.

-Le dije que voy a irme a Suiza- Julián levantó las cejas por la impresión.

-¿Con tu prometido?- preguntó Sarah sonriente.

-Si, él me pidió que me fuera con él- dijo feliz.

Julián no daba crédito a esas palabras, ahora más que nunca tenía que hacer algo para que ella cambiara de opinión.

-¡Que gusto!- dijo Sarah y Julián la miró con recelo.

-Mi padre no entiende que ya no soy una niña, quiere tenerme a su lado siempre.

-Pasaste la mitad de tu vida en otro lugar, ¿Cómo no iba a quererlo?- dijo Julián con resentimiento, era obvio que él hablaba también por si mismo.

-Tú no Jul, no por favor- dijo Elena con tono triste y Sarah lo miraba molesta, él siempre que podía hacía ver su gran interés por ella.

-Voy a preparar un poco de café- Jose se fue a la cocina haciendo que la tensión se disipara.

-Debo llamar a Ignacio Debo decirle lo que pasó con mi padre- ella comenzó a buscar su celular -Oh no... lo deje en casa.

-Puedes tomar mi celular- Sarah se ofreció y Julián la fulmino con la mirada.

-Gracias Sarah, eres muy linda, le llamaré- ella se alejó de ellos.

Sarah evitó la mirada de Julián en todo momento.

-¿Qué intentas hacer?- preguntó Julián con tono molesto.

-¿A qué te refieres?- preguntó ella con desinterés.

-Elena no está bien, yo soy su mejor amigo y estoy tratando de ayudarla y tú así sin más le prestas tu celular para que se comunique con ese disque novio que por cierto si se preocupara por ella estaría aquí, pero prefiere estar en Suiza.

-Ese "disque" novio es su soporte- Sarah lo obvió haciendo comillas con los dedos -Y creeme que si su padre se enterara en dónde se encuentra ahora no sólo la mete a ella a un internado, a ti te mata- lo dijo ya un poco alterada.

Él bufó molesto y Sarah suspiró frustrada.

Hubo un silencio muy incomodo.

-Él no podrá venir hasta el próximo mes por mí, así que tendré que calmar a mi padre- dijo Elena entrando a la sala.

-Puedes quedarte en casa, puedes usar mi habitación, yo me quedaré en una de huespedes- dijo Julián entusiasmado.

-No es necesario, no quiero dar problemas, si mi padre se entera nos mataría a los dos, gracias Julián, gracias Sarah- sonrió.

-Sólo esta noche- Julián lo dijo con un dejo de súplica.

-Me quedaré con Sarah- Sarah la miró con una sonrisa sorpresiva -Claro, si ella me acepta- sonrió.

-Por supuesto, vamos.

Julián las miró alejarse.

Jose llegó minutos después y el único en tomar café fue él, se quedó contemplado el jardín sólo alumbrado por las lámparas del rancho.

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